La bajada del IVA de los alimentos que está en vigor desde el 1 de enero está impactando más en los hogares de rentas más altas que en los más vulnerables. Así se desprende de un análisis de EsadeEcPol. “La medida resultó costosa e ineficiente: destinó un mayor gasto público agregado (en euros que se dejan de ingresar por IVA) para las familias de más renta”, señala el informe. En concreto, apunta que “cinco de cada diez euros que se dejaron de recaudar fueron a parar al 40% de hogares con mayor capacidad económica”. “El impacto total” de la reducción del IVA “es modesto en comparación con el tamaño del shock inflacionario”, concluye el informe.
Entre las conclusiones de este análisis, realizado por Miguel Almunia, Javier Martínez y Ángel Martínez, también se apunta que “la medida ha sido progresiva, si se mide su impacto como porcentaje del gasto de los hogares. Es decir, supone un ahorro mayor para los hogares de renta baja en proporción a su gasto total”.
El motivo, que el 10% de rentas más altas gasta en los productos donde se ha aplicado la bajada del IVA –aceite, frutas, huevos, leche, legumbres, pan, harinas, pasta o queso– más de 2.000 euros anuales, mientras el 10% de rentas más bajas no llega a 1.000 euros.
En base a ese gasto, el estudio muestra que el ahorro anual con la rebaja del IVA de productos básicos de la cesta de la compra “está en torno a los 35 euros para los hogares del primer decil”, los de rentas más bajas, “y 85 euros para los del decil superior”, como se ve en el siguiente gráfico.
También se observa que la medida es progresiva respecto al gasto. “El ahorro estimado asciende al 0,3% del gasto anual total de los hogares del primer decil, y baja al 0,13% en el caso del decil superior”. En cualquier caso, explican los autores, se trata de unos porcentajes de ahorro modestos en comparación con el gasto total de los hogares, dado que está previsto que la medida esté en marcha durante un plazo de seis meses, por lo que el ahorro, si no hay prórrogas, sería de la mitad: 42,5 euros, para las rentas más altas y 17,5 para las más bajas.
Para este análisis, EsadeEcPol ha tenido en cuenta la Encuesta de Presupuestos Familiares 2021 que publica el Instituto Nacional de Estadística y, a partir de ahí, ha dividido los hogares en 10 grupos en función del gasto.
No es la primera vez que se apunta que la bajada del IVA tiene más efecto en las rentas más altas. En esa misma línea señaló el Banco de España. En este caso, indicó que los cambios en los impuestos directos y la bonificación de los carburantes ha ahorrado 2.100 millones a los más pobres y 3.700 millones a los ricos. EsadeEcPol también analizó que las ayudas energéticas tienen más impacto entre las familias numerosas ricas, que tienen más tiempo e información para solicitarlas; y, en cambio, no llegan ni a un tercio de las más pobres. Una constatación que pone en evidencia cómo algunas medidas puestas en marcha para cohesionar el estado de bienestar tienen el efecto contrario al perseguido.
Rebaja de precios al inicio de enero
El citado análisis también desglosa que “la rebaja del IVA se trasladó en su inmensa mayoría a los precios finales entre enero y febrero, al menos en las grandes superficies”. En este caso, lo que se ha analizado son los precios diarios de todos los productos disponibles en las páginas web de grandes cadenas de distribución que suman una cuota de mercado conjunta del 40%. Y compara la evolución de lo ocurrido en los productos con bajada y sin bajada del impuesto, pero dejando a un lado la evolución en las tiendas físicas.
“Durante esta primera semana de entrada en vigor de la política, los precios de los productos situados en el grupo de control [en referencia a los que no cambiaron su IVA] apenas experimentaron cambios en sus precios, situándose la inmensa mayoría de ellos alrededor del 0%”, indica este análisis. Mientras, “los productos tratados [con bajada de impuesto] se situaron en su mayoría en terreno negativo, con caídas de precios que oscilan entre el 5% y el 3%”. Lo que lleva a concluir que la modificación impositiva tuvo efecto.
La división de análisis de Esade matiza que “no es suficiente con que exista una diferencia en los precios con posterioridad a la entrada en vigor de la rebaja del IVA, además es necesario que ambos grupos de productos tuvieran una evolución de precios similar durante el periodo previo a la entrada en vigor”.
Por ello, indica, ha llevado a cabo una normalización y una media de esos productos. De esta forma, concluyen que los alimentos, con bajada de IVA y sin ella, “evolucionaron de forma marcadamente similar, apreciándose una clara ruptura de la tendencia en la primera semana de 2023”. Y desglosa que la caída con la reducción de impuestos fue del 3,5%, mientras que donde no se tocaron subieron ligeramente, un 0,5%. En cambio, en febrero se aprecia una subida generalizada, que se atribuye especialmente a las verduras y que se puede ver en el siguiente gráfico.
Como conclusión, EsadeEcPol destaca que “la evidencia muestra de forma sistemática” que “las políticas focalizadas de transferencias a hogares de renta baja suelen ser más efectivas desde el punto de vista distributivo, y más baratas, aunque presenten más dificultades de implementación”.
En resumen, “el impacto total” de la reducción del IVA “es modesto en comparación con el tamaño del shock inflacionario. Los precios de los alimentos subieron un 16% en el año 2022 y esta medida solo supone una rebaja del 3,5% de los precios de un subgrupo concreto de alimentos”. Por tanto, “una política focalizada de transferencia de rentas a hogares de renta baja hubiera sido más efectiva desde el punto de vista distributivo, y más barata desde el punto de vista presupuestario”, constata el análisis.