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Bajas médicas “flexibles” que permitan trabajar: qué se sabe de la propuesta de la Seguridad Social

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz

Laura Olías

3 de octubre de 2024 21:53 h

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La propuesta de la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, de crear bajas médicas “flexibles” que permitan trabajar ha abierto un gran debate este jueves, con muchos recelos y algunas voces que han saludado la iniciativa. Se trata de un planteamiento aún incipiente, con poco detalle, para situaciones concretas en las que “una incorporación gradual al trabajo pueda suponer una mejora en la recuperación”, precisan en la Seguridad Social.

Durante una incapacidad temporal (IT), la Seguridad Social paga una prestación a la persona trabajadora enferma, que está en un proceso de baja, prescrita por un médico del sistema nacional de salud para ausentarse de su puesto de trabajo.

A continuación, desgranamos todo lo que se sabe de esta iniciativa de bajas “flexibles”.

Propuesta aún incipiente y a debatir

Elma Saiz ha anunciado este jueves por la mañana la iniciativa como una “reforma de la incapacidad temporal” (denominada popularmente “baja”) y ha adelantado la apertura “inminente” de la mesa de diálogo social con los agentes sociales para abordarla. Sin embargo, después el Ministerio ha matizado que se trata de “un grupo de trabajo de Incapacidad Temporal” y que la propuesta es “una opción” con el fin de “abrir un debate” sobre la cuestión.

El grupo de trabajo emana del último acuerdo de pensiones, que se comprometía a crear este espacio con los agentes sociales para hacer “un seguimiento de la evolución de la IT (incapacidad temporal) y sus prestaciones, además de trabajar en nuevas propuestas”.

No es, por tanto, una propuesta cerrada del Ministerio, sino más bien una de las iniciativas que la Seguridad Social llevará a este grupo de trabajo para ser debatida con los sindicatos y empresarios.

Bajas “flexibles” en las que se pueda trabajar

El planteamiento inicial es el siguiente: Elma Saiz ha afirmado que “hay personas que en algunos procesos [de baja] puedan quizás incorporarse a trabajar”.

“Es como el trabajo y la pensión, para las que había una regulación muy abrupta: o eras trabajador o eras pensionista. Con el acuerdo alcanzado [de pensiones], hemos hecho que ese tránsito desde la voluntariedad pueda ser más flexible. Pues lo mismo en la incapacidad temporal”, ha afirmado la ministra.

Es decir, se trataría de una nueva fórmula de incapacidad temporal por la que la persona de baja médica podría trabajar sin abandonar del todo la situación de incapacidad temporal. La Seguridad Social no ha detallado el planteamiento, ni cómo quedaría la prestación en este caso, pero ha destacado algunas pinceladas, que se incluyen a continuación.

Incorporación “gradual” al trabajo

“Una de las opciones es abrir la puerta a una mayor flexibilidad y a estudiar casos en los que una incorporación gradual al trabajo pueda suponer una mejora en la recuperación”, afirman en la Seguridad Social.

No se detalla todavía cómo podría ser esa incorporación “gradual”, si se trataría de jornadas parciales o de alguna fórmula de incorporaciones progresivas. En cualquier caso, Elma Saiz y el Ministerio han insistido en que “la salud” sería la “primera condición y garantía del trabajador”.

“Voluntariedad” y “supervisión médica”

“Estas propuestas se abordarán siempre desde la voluntariedad y bajo la supervisión de un médico”, añaden en el Ministerio.

El primer elemento, la voluntariedad, ha generado muchos recelos, por ejemplo entre CCOO y el Sindicato de Inspectores de Trabajo y de la Seguridad Social (SITSS). Las voces críticas alertan de que la “voluntariedad” en las relaciones laborales está viciada por la desigualdad de poder entre empresarios y trabajadores. Es decir, que aunque haya medidas que son voluntarias –por ejemplo una hipotética incorporación “flexible” estando de baja–, a veces los empleados se ven obligadas a ellas por presión o mandatos de sus jefes.

Además, esa “voluntariedad” puede chocar con el segundo elemento, la autoridad de los médicos para acordar las bajas o las altas en los procesos de enfermedad según sus criterios. Un ejemplo: si un médico considera que una persona puede trabajar para ciertas tareas, o que le vendría bien para su recuperación, ¿acordaría una incapacidad temporal “flexible” o esto quedaría a voluntad del paciente?

Los ejemplos: cáncer y pluriempleo

La ministra Saiz ha puesto dos ejemplos concretos sobre estas bajas “flexibles”: los pacientes oncológicos y pacientes en situación de pluriempleo (con dos trabajos distintos).

En concreto, ha afirmado: “Hay procesos, por ejemplo, quien esté saliendo o en un proceso de tratamiento de cáncer, que quizás desde la voluntariedad y la garantía de su salud y su seguridad, pueda incorporarse a trabajar haciendo una incapacidad temporal que no sea o estar de alta o de baja. O en casos de pluriactividad, personas que en una actividad estén de baja y en otra sí puedan desarrollar determinados trabajos”.

Con diálogo social y de forma “consensuada”

Elma Saiz y la Seguridad Social han insistido en que “todas estas propuestas serán debatidas y consensuadas en la mesa de diálogo social, como viene siendo la forma de proceder del Ministerio”.

Es decir, que el Ministerio no muestra su voluntad de sacar adelante la propuesta de manera unilateral, ni se trata de una línea roja de una propuesta cerrada.

Críticas por las dudas e inquietud generada

El anuncio de la ministra ha sentado mal en muchos ámbitos por las formas, al tratarse de una propuesta sin concreción sobre un asunto tan delicado como las bajas médicas. Ante el aumento de las incapacidades temporales, sobre todo las referidas a la salud mental, la patronal está continuamente exigiendo una reducción de las bajas y es una demanda que repiten también en el PP.

Así, tras el anuncio de Saiz, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha distanciado de la propuesta. “Solo hay una razón detrás de la incapacidad temporal: proteger la salud de las personas trabajadoras. No hay más opciones ni razones. Ni flexibilidad, ni parcialidad, con la salud no se juega”, ha afirmado. En Podemos han tachado la medida de “sueño húmedo de Mercadona”.

Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han emplazado al Ministerio de la Seguridad Social a presentar la propuesta en la mesa de negociación. “Hablar de voluntariedad en esas situaciones genera muchas dudas. Si hay una situación de IT, y el facultativo que dirige el proceso de recuperación considera que debe mantenerse, es chocante una propuesta como esa”, ha señalado Carlos Bravo, secretario de Protección Social de CCOO. Fuentes de UGT han apuntado que “lo que se encierra en esta flexibilidad es una especie de compatibilidad entre capacidad e incapacidad laboral. Veremos qué nos presentan, pero conceptualmente nos parece muy complicado que en un mismo paciente se den ambas situaciones a la vez”.

La patronal, por su parte, se ha mostrado a favor de debatir sobre esta cuestión y, a falta del detalle, la han valorado “en positivo”. Los empresarios han destacado la necesidad de hablar y reducir “el absentismo”. “Una cuestión que nos preocupa mucho”, ha dicho el líder de la CEOE, Antonio Garamendi.

Sanidad cree que puede ser “beneficiosa”

Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha reaccionado de una manera más favorable a la iniciativa. Siempre con la premisa de situar la salud del trabajador en el centro, y recordando la competencia de los profesionales médicos de gestionar las bajas, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha afirmado que la propuesta “bien planteada” puede “ser beneficiosa” para algunos pacientes.

“Cualquiera que haya pasado consulta en Atención Primaria puede identificar escenarios donde esta medida, bien implementada y con el trabajador en el centro, puede ser beneficiosa”, ha afirmado Padilla. “Un ejemplo: pacientes con baja de 9 meses por un proceso de ansiedad generalizada o depresión mayor, a los que incorporarse de forma completa desde el inicio puede suponer mayor daño sobre su recuperación que hacerlo de forma parcial y paulatina”, ha indicado.

U, otro ejemplo, para una “persona con un trabajo de media jornada con teletrabajo y otro con media jornada con componente de carga física, que pueda haber algún proceso de incapacidad que permita el desempeño de uno pero no del otro”.

Aunque desde una postura de recelo de partida, el propio Ministerio de Trabajo también ha considerado que puede haber “medidas que puedan mejorar la vida de estos trabajadores y trabajadoras, en casos muy concretos como, por ejemplo, la incorporación escalonada después de bajas de larga duración”.

“Esto ya lo estamos abordando, de hecho, en la Mesa de Diálogo Social que aborda la Prevención de Riesgos Laborales que trabaja desde hace unos meses”, explican fuentes de Trabajo. En el equipo de Yolanda Díaz ponen un ejemplo similar al que ha mencionado la ministra Elma Saiz: “Alguien que ha pasado por un tratamiento contra el cáncer puede no estar en condiciones, por prescripción médica, de trabajar jornada completa. Estos son los casos que estamos ya tratando en la mencionada mesa de diálogo”.

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