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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El Banco de España advierte de que la fuga de cerebros puede “exacerbar los efectos de la crisis”

El Banco de España cree que la economía española afronta “la posibilidad del inicio de una significativa fuga de cerebros que podría exacerbar los efectos de la crisis” si se prolonga en el tiempo.

La advertencia figura en un reciente documento de trabajo del supervisor, que señala que el denominado “efecto red” (el entramado de relaciones de apoyo que se teje entre las comunidades de expatriados) puede estar “comenzando a tener importancia para los españoles que han emigrado”, lo que constituye “una potencial amenaza para la economía española”.

Ese efecto protector de las comunidades de españoles en el extranjero “todavía” no está operando, pero “como aprendimos de la rápida creación de redes de extranjeros en España que vinieron atraídos por el boom de la construcción, este es un fenómeno que podría desarrollarse de forma rápida e independiente a la evolución futura del desempleo”.

Las advertencias o “comentarios” del supervisor figuran en un estudio titulado 'España: ¿de la inmigración a la emigración?' que acaba de publicar el organismo y que analiza los flujos migratorios durante la recesión y apunta algunos de sus posibles efectos “en el futuro crecimiento potencial” de la economía española.

El documento subraya que las salidas de emigrantes desde el país “empezaron a aumentar en 2007, cuando el crecimiento del PIB en España comenzó a desacelerarse” y, desde 2010, suman más de 400.000 por año (algo menos del 10 por mil de la población total), “lo que supone, tanto en términos absolutos como relativos, el más alto nivel de emigración en la historia española”.

“Más jóvenes y con mayor nivel educativo”

Aunque esa emigración récord “se debe principalmente a la alta movilidad de los ciudadanos extranjeros” que habían llegado al país en los años de bonanza, el estudio incide en que los emigrantes que han abandonado España desde 2008 “son más jóvenes y con mayor nivel educativo que los españoles que se quedan”.

En el primer semestre del año pasado (último dato disponible en la Estadística de Migraciones del INE), 206.492 personas abandonaron España con destino a algún país extranjero. Supuso un descenso del 21%, pero el total de españoles (nacidos en España o nacionalizados) que emigraron en esos seis meses aumentó un 15,4%, hasta 42.685 personas. La tasa de paro entre los jóvenes de 16 a 24 años cerró 2014 en el 51,8%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) del INE. El paro juvenil (813.700 personas) más que duplica la tasa general, que se situó en el 23,7%.

Los firmantes del estudio son Mario Izquierdo, Juan Francisco Jimeno y Aitor Lacuesta, de la Dirección General del Servicio de Estudios del organismo que preside Luis María Linde. En el Boletín Económico del Banco de España del pasado septiembre, estos mismos autores ya se pronunciaban en una línea similar aunque sin referirse a la citada “fuga de cerebros”, concepto que, en el caso de los científicos, y pese a lo que reflejan las estadísticas del INE, el Gobierno considera “sobredimensionado”.

En su estudio de septiembre, esos tres expertos ya advirtieron de que “la persistencia de flujos importantes de emigración podría llegar a tener un efecto significativo sobre el crecimiento potencial de la economía española, lo que enfatiza la necesidad de maximizar los esfuerzos encaminados a reducir la elevada tasa de paro, así como a propiciar un marco laboral que facilite el regreso futuro de las personas que han emigrado durante la crisis”.

Ese informe apuntaba que “los españoles muestran una propensión creciente a emigrar en el periodo más reciente y parecen responder de manera similar a los factores que influyen en la emigración de los extranjeros, las tasas de empleo de origen y en el país de destino”. “En lo que respecta tanto al tamaño como a la composición de la población activa por nivel educativo, el cambio de signo del saldo migratorio puede tener implicaciones relevantes” y, en concreto, “podría llegar a tener un efecto significativo sobre el crecimiento potencial de la economía española”, advertían.