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El Banco de España confirma que el negocio y la rentabilidad de las empresas crecen a “una tasa muy alta”

Daniel Yebra

22 de septiembre de 2022 13:13 h

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El Banco de España confirma que, en el primer semestre de 2022, “la facturación de las empresas creció a una tasa muy alta, reflejo tanto de la recuperación de la actividad como del aumento de los precios de venta”. Y que esta evolución “se tradujo en una mejora de la rentabilidad de las compañías [la capacidad de convertir los ingresos en beneficios]”, según los resultados de la última muestra de la Central de Balances Trimestral (que recoge datos de 920 empresas no financieras).

“A pesar del notable avance de los costes de producción, los excedentes empresariales [los beneficios] se expandieron a un ritmo elevado, y se registraron ya niveles muy similares o incluso algo superiores a los existentes antes de la crisis del COVID-19”, continúa el Banco de España en un informe publicado este jueves.

Entre enero y junio de 2022, la cifra neta de negocios de las empresas aumentó, en términos nominales, un 48,3% en comparación con el mismo período del ejercicio precedente, frente al incremento del 12,6% registrado un año antes. Y “también el valor añadido bruto (VAB, que se puede traducir como beneficios) en términos nominales aumentó un 18,8%, frente al crecimiento del 10,5% del año previo”, incide la institución.

Este fuerte crecimiento de los beneficios quiere decir que, en conjunto, las compañías han conseguido mejorar sus márgenes o rentabilidad, lo que también se muestra en el informe del Banco de España.

“El desglose por sectores evidencia que, entre enero y junio de 2022, la mayoría de las ramas registraron una recuperación del beneficio (VAB), destacando los crecimientos del sector industrial (48%), del de comercio y hostelería (25,4%) y del agregado que engloba al resto de las actividades (24,5%), dentro del que destaca el buen comportamiento de las empresas de transporte”, detalla.

“En sentido contrario, la rama de energía experimentó descensos de las ganancias (VAB) de un 9,4%, evolución que recoge el comportamiento negativo de las compañías comercializadoras de energía eléctrica, que no habrían podido en muchos casos repercutir totalmente en sus precios de venta el incremento de los costes de los insumos”, añade la institución.

Estas diferencias conllevan que si, en conjunto, las 920 empresas de la Central de Balances Trimestral que estudia el Banco de España, superan ya en un 1,3% el beneficio pre Covid, por sectores sobre todo destacan la industria y el comercio y la hostelería, mientras que en el segmento concreto de la energía lo hacen “las generadoras de energía eléctrica”, con mejoras de los márgenes de hasta 25 puntos porcentuales.

Esta información recalca la necesidad de acuerdo de subidas de salarios en nuestro país, ante las pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y las familias mientras las empresas están mejorando sus márgenes, en conjunto, al estar trasladando el incremento de los costes que no son de personal (energía, materias primas, bienes intermedios) a los precios finales, al consumidor.

Es decir, las empresas están ingresando más y ganando más sin subir sueldos, motivo por el cual los sindicatos piden incrementos de los salarios y un pacto de rentas amplio, que debe incluir “contención de los beneficios empresariales, lo que implicará hablar de fiscalidad [como los impuestos a la banca y las empresas, o las grandes fortunas], y protección de los más vulnerables, tanto en el mercado energético, como en el de las hipotecas o en el de la alimentación”, según aclaró este mismo miércoles Unai Sordo, secretario general de CCOO.

Subidas de salarios

Él y Mariano Hoya, de UGT, comparecieron este miércoles tras reunirse con el Gobierno y la patronal con la frustración de “no tener muy claro a qué se refiere el Ejecutivo con pacto de rentas”. Los sindicatos mayoritarios reiteraron la necesidad de negociar un acuerdo de subidas de salarios aunque consideran que el Gobierno mantiene una posición “aséptica” y que los empresarios no cambiarán su negativa a las cláusulas de salvaguarda sin la movilización de los trabajadores.

La propuesta sindical de subida de salarios sigue implicado un marco de referencia para los próximos tres años y cláusulas de salvaguarda para proteger el poder adquisitivo durante ese ciclo, pero sin tener que hacerlo de golpe, para evitar la temida espiral inflacionista.