El Banco de España ha advertido este martes de que un agravamiento de la economía en los próximos trimestres puede tener repercusión para el sector bancario. Ha sido su gobernador, Pablo Hernández de Cos, el encargado de solicitar en un foro del sector organizado por El Economista que las entidades deben prepararse para hacer nuevas provisiones con las que absorber las posibles pérdidas que pueden provocar las dificultades que pueden llegar por parte de los hogares y empresas.
“Nos encontramos ante una situación macrofinanciera muy compleja, caracterizada por la elevada inflación, el endurecimiento de las condiciones de financiación y el aumento de la incertidumbre, que ha provocado ya una desaceleración de la actividad económica en el tercer trimestre y una revisión a la baja generalizada de las perspectivas de crecimiento para los trimestres siguientes”, ha asegurado Hernández de Cos. El gobernador del Banco de España ha señalado que es difícil predecir en este contexto la evolución del sector bancario, ya que por un lado verá una mejora de la rentabilidad con la subida de los tipos de interés, pero se asoman riesgos por la evolución de la economía.
“En este contexto, aunque la situación de partida del sector bancario resulta positiva, es preciso que se extreme la prudencia y se haga un seguimiento minucioso de los riesgos, que pueden experimentar una evolución adversa de forma rápida y obligar a plantear nuevos escenarios de tensión”, ha enfatizado. Hernández de Cos apuesta por mirar a un horizonte amplio, a los próximos dos años, que “es cuando se manifestarían buena parte de los efectos negativos sobre la capacidad de hogares y de empresas para hacer frente a sus obligaciones financieras”.
Es por ello que el responsable del supervisor bancario considere que las entidades tendrán que “aumentar sus provisiones para poder cubrir las potenciales pérdidas”.
En el lado positivo para los bancos, el Banco de España considera que el aumento de los tipos de interés supondrá que las nuevas operaciones “generarán mayores rendimientos”, al igual que ya se está produciendo con los préstamos ya existentes que fueron concedidos a tipo variable. “Aunque presumiblemente el volumen de crédito se modere en la situación actual, cabe esperar que los ingresos brutos aumenten, en particular en el corto plazo”, ha asegurado.
En el negativo, el Banco de España también llama a prestar “una especial atención” a la evolución del crédito inmobiliario. “Estábamos apreciando cierta exuberancia en su dinámica en los últimos trimestres”, ha asegurado Hernández de Cos. En el primer semestre del año, según los datos del supervisor, “se aceleró la tasa de variación de los precios de la vivienda hasta al 8 %, confirmando la cierta sobrevaloración de los precios que estimamos en trimestres previos”. “No obstante, los datos más recientes podrían sugerir un cambio de tendencia en este mercado como consecuencia del contexto macrofinanciero descrito”, ha subrayado.
En cualquier caso, el Banco de España considera que el sector bancario llega a esta situación con una mejora de su solvencia y rentabilidad. “Esta mejora de la rentabilidad se explica por la evolución más favorable del negocio bancario recurrente, con incrementos superiores al 10 % en el margen de intereses neto y de las comisiones”, ha apuntado. Esto se debe a que se están empezando a aplicar a las nuevas operaciones la subida de los tipos de interés. Si bien, se está haciendo de “una manera más lenta que en el pasado”.
Con ello, los bancos tendrán que afrontar los efectos de un descenso del consumo, algo que ya se está apreciando en la diferente evolución del crédito inmobiliario, que sigue creciendo, y los préstamos al consumo, que retroceden.