El Banco Sabadell rechaza la propuesta de fusión de BBVA
El Banco Sabadell ha tardado casi una semana en contestar al BBVA sobre su propuesta de fusión y ha decidido rechazarla por entender que “infravalora” su proyecto. BBVA, por su parte, ha señalado que “lamenta que el Consejo de Banco Sabadell haya rechazado una oferta tan atractiva”.
La propuesta de BBVA se basaba en un intercambio de acciones, que valoraría Sabadell en cerca de 12.000 millones de euros. En concreto, daría una acción, de nueva emisión, por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell, según reconoció en una carta, que remitió al consejo de administración de su rival y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La integración ya se intentó hace cuatro años, en plena pandemia, y no salió adelante, según trascendió, porque no acordaron la valoración de las acciones.
Los motivos del rechazo
Ahora, cuatro años después, Sabadell vuelve a rechazar los términos propuestos por su competidor. Asegura a la CNMV que “considera que la propuesta infravalora significativamente el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente”. También, que su “consejo [de administración] confía plenamente en la estrategia de crecimiento de Banco Sabadell y en sus objetivos financieros” y que “como entidad independiente generará un mayor valor para sus accionistas”.
Su consejo, resume al supervisor, “ha concluido” que la propuesta “no satisface el interés de Banco Sabadell y sus accionistas”, y, en consecuencia, la rechaza.
De paso, la entidad presidida por Josep Oliu lanza un dardo sobre el valor en Bolsa de su rival. “La caída significativa y la volatilidad del precio de la acción de BBVA en los últimos días genera una incertidumbre adicional sobre el valor de la propuesta”. Hace cuatro años, cuando intentaron la fusión, el Sabadell cotizaba en 2.500 millones de euros. Ahora supera los 10.000 millones. En el último año, su valor en el parqué prácticamente se ha duplicado. En cambio, el valor en Bolsa del BBVA supera los 60.000 millones de euros pero, en el último año, su revaloración se sitúa cerca del 17%. Y si se ve el dato desde principios de abril, la acción ha caído cerca de un 9%.
Además, Sabadell hace un guiño a sus accionistas. “Como parte de su firme compromiso con la creación de valor” para los inversores “y respaldado por el plan de negocio de la entidad y la sólida generación de capital, el consejo reitera su compromiso de distribuir a los accionistas, de manera recurrente, cualquier exceso de capital por encima del 13% de la ratio CET1”. Se trata de la ratio de mayor calidad, porque relaciona el capital del banco con sus activos ponderados por riesgo.
“Se estima que el exceso de capital que se generará”, el Sabadell, “en 2024 y 2025, junto con los dividendos recurrentes de este período de acuerdo con un cumplimiento satisfactorio del plan de negocio actual está previsto que sea de 2.400 millones de euros”. Sin embargo, matiza que “parte de ello puede estar sujeto a la aprobación del supervisor”.
La propuesta de BBVA
BBVA ha señalado que “lamenta que el Consejo de Banco Sabadell haya rechazado una oferta tan atractiva”. Ahora queda por ver si mejora los términos para poder convencer a la entidad catalana. De entrada, junto con el intercambio de acciones propuesto, el banco presidido por Carlos Torres instaba a su competidor a aceptar la fusión a cambio de incorporar a su consejo de administración a tres integrantes del órgano de dirección de Sabadell. Y la entidad resultante tendría una de sus sedes operativas en Catalunya, en concreto, en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallès.
BBVA defendía en esa misiva que “la entidad combinada sería más sólida y eficiente y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos”. En concreto, sus activos superarían el billón de euros y su cartera de depósitos los 340.000 millones.
Pero, como derivada, la fusión también supondría que la nueva entidad, junto con el Banco Santander y Caixabank, concentren en sus manos casi dos tercios tanto de los activos como de los depósitos en España, lo que aumentaría la concentración del sector, acelerada en los últimos años.
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