Banco Santander revendía a determinados clientes productos financieros por encima del precio de mercado

Las irregularidades en la comercialización de Valores Santander no se circunscriben al momento de la colocación inicial del producto en septiembre de 2007. En el informe sobre el caso, que la Fiscalía ha presentado al juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, también se constata que continuaron incluso entre uno y dos años después. En ese momento ya estaba plenamente operativa la Ley del Mercado de Valores que reforzaba la protección de los inversores.

La CNMV detectó que Banco Santander había creado en 2008 una suerte de “Mercado Electrónico de Renta Fija” interno en el que se casaban las demandas de venta de propietarios de sus bonos convertibles Valores Santander con órdenes de compra de nuevos clientes supuestamente interesados en ese producto de riesgo cuyo precio en el mercado ya no era el nominal que se mostraba en los bonos.

El resultado de aquella investigación propició que el organismo presidido por Elvira Rodríguez solicitara una sanción muy grave con multa de casi siete millones de euros, que ha sido ratificada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional. Hasta ahora se desconocía la causa de la multa que trasciende en el documento de Fiscalía al que ha tenido acceso eldiario.es.

La operativa recuerda mucho a la de Caja Madrid con las preferentes, para las que organizó un mercado interno muy similar en la que se vendían estos productos a clientes por un precio muy superior al del mercado.

Las contradicciones a la hora de explicar cómo se gestionó este mercado interno han sido palpables, aseguran las fiscales, también a lo largo de la instrucción del caso de la querella penal contra Banco Santander en la Audiencia.

El banco vendió Valores Santander al 100% de su precio nominal (el precio que pone en el papel de emisión original) cuando su cotización en el mercado ya estaba por debajo.

Los perjudicados por este engaño masivo fueron 3.300 clientes con transacciones valoradas en 48 millones de euros. La gran mayoría eran clientes de las oficinas ubicadas en las zonas de Alcorcón, Córdoba, Alcobendas, Sanlúcar de Barrameda, Madrid y Santo Domingo de la Calzada.

Un error en la red comercial

Un error en la red comercialJuan de Dios Fontecha, en su momento máximo responsable del Área de Tecnología y Operaciones de Banca Comercial, de donde partió la orden a todas las Direcciones Territoriales de la red sobre cómo efectuar la compraventa de Valores Santander, compareció como imputado en la causa penal abierta el 15 de mayo de 2015. En su declaración atribuyó la diferencia en el precio de venta a “un error en la red comercial” descargando así la culpa sobre los trabajadores del banco. Su testimonio está en línea con la opinión del Ministerio Público, que también exculpa a la cúpula para señalar a los trabajadores como responsables de las irregularidades.

En el informe de la CMNV consta que el error en la red fue la explicación que proporcionó Banco Santander en mayo de 2009. En julio de ese mismo año, Banco Santander fue más preciso en la definición del “error operativo” e identificó su origen en “una mala interpretación por parte de algunas oficinas de las instrucciones operativas sobre la realización de compraventas de Valores Santander reconociendo que se había generado un perjuicio para determinados clientes”.

Es en ese momento cuando la entidad se compromete a resarcir el daño asegurando que a los clientes afectados se les reembolsaría “la diferencia entre el precio de mercado en la fecha de la aplicación y el 100% mediante ingreso en cuenta con la misma fecha valor que el adeudo”.

En algunos emails enviados a los directores de las oficinas y a los que ha tenido acceso eldiario.es se pide que se casara al mismo precio “normalmente al 100%”.

La CNMV constató que de todas las operaciones de compra venta registrada entre el 1 de enero de 2008 y el 30 de junio de 2009, solo 11 se habían vendido al precio real del mercado. Todas las demás estaban sobrevaloradas. Eso implicaba una diferencia entre el precio de mercado y el de compra se estimó en unos 14 millones de euros, de los cuales Banco Santander ha compensado 10 millones.

La constatación de esta irregularidad no es considerada suficiente por la Fiscalía para culpar penalmente a la cúpula de banco por el proceso de comercialización de sus Valores Santander.