Bank of America confía en que España evitará la recesión y eleva la previsión de crecimiento al 4,4% en 2022
“España evitará una recesión técnica [dos trimestres consecutivos de contracción de la actividad económica]”, según afirma el equipo de economistas para Europa de Bank of America, que dirige Rubén Segura-Cayuela. El banco de inversión estadounidense es una de las primeras grandes entidades en revisar al alza la previsión de crecimiento de España para 2022, tres décimas, del 4,1% al 4,4%, tras la sorpresa del segundo trimestre, cuando nuestro país cuadruplico el ritmo de expansión de la OCDE y duplicó el del conjunto de la eurozona, con un incremento del 1,1% del PIB (Producto interior bruto) frente al trimestre anterior.
Bank of America reconoce así la explosión de demanda ante la primera temporada turística sin restricciones por la COVID desde 2019, y el impulso que suponen los estímulos de la pandemia y los que ahora se han desplegado frente al impacto de la invasión rusa de Ucrania, pese al golpe de la inflación originada precisamente en la crisis energética exacerbada por la guerra.
El daño de las subidas de precios desbocadas y de los incrementos de los tipos de interés [como receta del Banco Central Europeo (BCE) para dejar de alimentar la inflación] en el consumo y en la actividad empresarial será palpable en 2023, de cara a cuando Bank of America ha reducido la previsión de crecimiento del PIB al 0,7%, 1,7 puntos por debajo de la estimación anterior.
“El crecimiento en 2022 aumenta debido a que el segundo trimestre fue más fuerte de lo esperado y a que prevemos un tercer trimestre decente”, afirma Rubén Segura-Cayuela. “El último tramo de la normalización (sobre todo después de lo que parece haber sido una muy buena temporada turística) está ayudando en la parte media del año”, prosigue.
“Y creemos que España logrará evitar una recesión técnica. Sin embargo, aunque evitará el racionamiento [de energía] dada la menor dependencia del gas ruso, pensamos que el shock del precio de la energía y la persistente incertidumbre del suministro pesarán sobre el país, especialmente dada la alta sensibilidad de la economía española a los precios persistentemente altos”, lamenta el economista.
“Al igual que en el resto de la región, creemos que esto reducirá la trayectoria de crecimiento hasta bien entrado el año 2024. Esta mayor sensibilidad se refleja en parte en nuestra previsión de inflación para España, que se sitúa por encima de las de la eurozona en los próximos dos años (9,2% en 2022 y 5,3% en 2023, antes de bajar al 1,1% en 2024)”, destaca.
Bank of America da continuidad a la visión del Banco de España o del Gobierno, y se apoya en datos como la actividad industrial en agosto que se conoció este jueves, y que mostró una menor debilidad en nuestro país que en el resto de la eurozona.
Fuerte crecimiento de España
El lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirmó que España casi cuadruplicó el crecimiento económico del conjunto de países que la conforman en el segundo trimestre. La institución afirmó que el PIB (Producto interior bruto) aumentó en nuestro país un 1,1% entre abril y junio, frente a la media del 0,3%, siempre frente al trimestre anterior.
La OCDE señala también que Alemania recuperó a cierre de este segundo trimestre el nivel de actividad previa a la pandemia, la última economía de las siete más grandes (el G-7) que faltaba por conseguirlo. España todavía no lo ha logrado, y las expectativas apuntan a que no lo hará hasta finales de 2023 o principios de 2024, tras el frenazo de la recuperación por la crisis de inflación y la incertidumbre que supone la invasión rusa de Ucrania.
Este retraso de España en la reconstrucción después del histórico shock de la COVID se explica por el mayor peso del sector servicios en el PIB, y concretamente del turismo, que precisamente este año ha vivido su primera temporada alta completa desde la pandemia, sin restricciones, con el obstáculo que supone la subida generalizada de precios.
Aún así, nuestro país lidera las estimaciones de crecimiento de cara al cierre de este 2022 y de 2023, y podría ser de la única gran economía de la eurozona en librar la recesión, que acecha ya peligrosamente a Alemania.
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