Unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana, han vuelto a salir a las calles de La Barceloneta contra el turismo de masas y la proliferación de apartamentos ilegales, en una manifestación a la que hoy se han sumado vecinos de otros barrios de Barcelona que también soportan el impacto turístico.
La marcha, la sexta manifestación convocada por los vecinos de la Barceloneta para denunciar los efectos del llamado “turismo de borrachera” en su barrio, ha finalizado hoy por primera vez en la plaza Sant Jaume de Barcelona, para simbolizar que la lucha se ha hecho extensiva a otras zonas de la ciudad.
De hecho, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), con el apoyo de otras entidades y sindicatos, llamó a todos los barceloneses a acudir a la marcha para expresar su rechazo a un “modelo de turismo depredador” auspiciado por los lobbies hoteleros y los grandes operadores, bajo el lema “Barcelona no está en venta”.
Por ese motivo, junto a los vecinos de la Barceloneta, vestidos con las camisetas negras que simbolizan su lucha para recuperar la esencia del barrio frente a la avalancha de turistas, se han manifestado hoy residentes del Poble Sec, el Born, el Gòtic o el Eixample, que también soportan los efectos de la llegada masiva de viajeros.
Un grupo de niños ha abierto la marcha con una pancarta con el lema “Quiero crecer y jugar en la Barceloneta”, detrás del cañón de fogueo que los vecinos del barrio suelen sacar a la calle en sus fiestas mayores y que ya se ha convertido en símbolo de su lucha contra el “monocultivo turístico” de este distrito marinero.
Antes de dar comienzo a la marcha, el portavoz de los vecinos de la Barceloneta Sergio Arnás ha hecho un llamamiento a seguir luchando para “recuperar la identidad” del barrio y liberarse de la “horrible pesadilla” que afirman sufrir verano tras verano por la proliferación de apartamentos ilegales y las escenas de incivismo que dejan en las calles determinados tipos de turistas.
“Este barrio no se vende”, “Trias, despierta, el barrio no está en venta” o “Del barrio de La Ostia no nos moverán” han sido las consignas más coreadas en la marcha, donde muchos manifestantes enarbolaban pancartas con lemas como “My building is not a hotel” (Mi edificio no es un hotel), “Basta pisos turísticos” o “Vecinos: una especie en peligro de extinción”.
En la marcha no han faltado pancartas contra el “Pla Paral·lel”, un proyecto de reforma de esa avenida que tiene en pie de guerra a los vecinos del barrio barcelonés del Poble Sec, así como contra la sobreexplotación turística de Ciutat Vella: “Gòtic, 150 turistas por metro cuadrado. Insostenible”, rezaba otro de los carteles.
Los manifestantes han recorrido el concurrido paseo Joan de Borbó, bajo la expectante mirada de numerosos turistas, que no han dudado en fotografiar la marcha e incluso retratarse a ellos mismos haciéndose “selfies” con la protesta de fondo.
En su recorrido, la marcha se ha encontrado con los cerca de 150 manifestantes de la “Marcha Educativa”, que hoy ha concluido una caminata reivindicativa por Cataluña en defensa de la educación pública y en contra de los recortes y la “ley Wert”.
Ambas marchas se han unido en dirección a la plaza Sant Jaume de Barcelona, combinando sus gritos de “La Barceloneta no está en venta” con los de “La educación no está en venta”.
A la manifestación contra el turismo de masas ha acudido Lluís Rabell, presidente de la FAVB, que ha advertido de que los problemas derivados del modelo turístico de Barcelona afectan a otros muchos barrios de la ciudad, lo que está “machacando” el pequeño comercio y provocando que muchos vecinos tengan que marcharse a otras zonas de la ciudad por el elevado precio de las viviendas.
También han asistido a la protesta Alfred Bosch, alcaldable de ERC por Barcelona, y el líder del grupo de ICV en el consistorio, Ricard Gomà, así como el dirigente de EUiA, Josep Josep Nuet, y representantes de la plataforma “Guayem Barcelona”.
Junto a los vecinos, han secundado la marcha un grupo de guías turísticas oficiales de Cataluña, que han caminado tras una pancarta en la que exigen al alcalde, Xavier Trias, que actúe en defensa de un “turismo de calidad” en la ciudad.