El servicio de Estudios de BBVA considera que el “reto” para los próximos 3 o 4 años es reducir el déficit público debido al descuadre de las cuentas de la Seguridad Social, y prevé que todavía se sitúe en el 1,5 % del PIB en 2018, frente al 0,3 % que estima el Ejecutivo.
Durante la presentación del informe Situación España elaborado por BBVA Research, el economista jefe, Rafael Doménech, ha alertado de que la recuperación de la economía española no será suficiente para eliminar totalmente el déficit y ha indicado que el riesgo se concentra en las cuentas negativas de la Seguridad Social.
“Entre 2010 y 2015 sólo se ha revertido una parte del aumento del gasto público de 2008, de 2009 y algo del 2010”, explica, tras insistir en que el reto de los próximos años está en hacer reformas para consolidar el crecimiento y crear empleo.
Ha añadido que la creación de empleo es clave para aumentar las afiliaciones a la Seguridad Social y superar el déficit que tiene el sistema y ha indicado que mayores transferencias de recursos del Estado central a la Seguridad Social es “quitar de un sitio y poner de otro”.
Entre el “menú de políticas óptimas” destaca las relativas a disminuir el paro y tributarias para aumentar la recaudación.
Doménech ha reiterado que es necesario continuar con las reformas para alcanzar no sólo los objetivos de estabilidad presupuestaria sino para avanzar en el “círculo virtuoso de mayor crecimiento, menor inflación y desapalancamiento”.
Ha asegurado que gracias a las reformas acometidas España ha sido capaz de asegurar un crecimiento con ganancias de competitividad y ha elogiado que la economía española haya registrado cuatro trimestres de mayor crecimiento seguidos que la economía mundial.
Pese a la desaceleración del crecimiento mundial, BBVA mantiene su previsión de alza del PIB para España y aunque indica que se confirma una “ligera” desaceleración en el ritmo de crecimiento, la economía continuará aumentando alrededor del 3 % en tasa anualizada.
No obstante, señala que el dinamismo de las economías desarrolladas no compensará el menor empuje de las economías emergentes y por eso ve fundamental un mayor crecimiento de la zona Euro el próximo año.