Boeing releva a su consejero delegado tras la crisis de las tuercas de los aviones 737 Max
El fabricante de aviones Boeing ha decidido cambiar a su equipo directivo tras la crisis de los 737 Max 9. A principios de enero, un avión de ese modelo de Alaska Airlines tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia tras perder una puerta en pleno vuelo, además de parte del fuselaje. Un incidente que derivó en poner bajo la lupa a las aeronaves del mismo modelo.
Ahora, Boeing ha anunciado que su consejero delegado, Dave Calhoun, va a dejar el cargo a finales de año, aunque seguirá unos meses, asegura, “para estabilizar y posicionar la empresa para el futuro”.
También dejará la empresa su presidente no ejecutivo, Larry Kellner. La multinacional ha anunciado que este último será sustituido por el ex consejero delegado de la tecnológica Qualcomm, Steve Mollenkopf, y que será este quién se encargue de elegir al próximo primer ejecutivo de la empresa.
Una crisis en marcha
El cambio en el equipo directivo de la multinacional llega en pleno terremoto por los problemas de seguridad en las aeronaves. La pasada semana, Boeing reconoció que prevé la fuga de entre 4.000 y 4.500 millones de dólares (entre 3.600 y 4.150 millones de euros) de efectivo en el primer trimestre por la crisis de seguridad.
Así lo manifestó el director financiero de Boeing, Brian West, en una conferencia de Bank of America celebrada en Londres este miércoles y en la que advirtió que el flujo de caja libre no superará los 10.000 millones de dólares en 2024, según recoge Europa Press.
Además, West explicó que los márgenes del negocio de aviones comerciales serán negativos en torno al 20% entre enero y marzo, ya que el fabricante pagará indemnizaciones por el accidente de enero.
Actualmente, Boeing se enfrenta a serias limitaciones por los reguladores, entre las que se incluyen la inmovilización de un total de 171 aviones y la limitación de la producción del 737. En este sentido, West afirmó que las tasas de producción serán más bajas en el primer semestre y volverán a subir en la última parte del año hasta alcanzar las 38 unidades 737 Max al mes.
Tras hacerse públicas las entregas de febrero, la diferencia se hace notar más de comparación con las cifras de su rival Airbus, ya que el fabricante europeo envió 79 aviones, 35 más que Boeing.
Otra de las consecuencias del incidente es que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha iniciado una investigación penal contra el fabricante. Los investigadores ya se han comunicado con algunos pasajeros y tripulantes de ese vuelo, entre los que se incluyen pilotos y asistentes de vuelo, según recogió el diario 'Wall Street Journal'.
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