Brasil se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para Prosegur Cash, la filial de transporte de metálico de la compañía de seguridad. La Autoridad Fiscal Federal brasileña le ha abierto a Prosegur Brasil S.A. Transportadora de Valores e Segurança un acta en concepto Impuesto sobre la Renta de las Personas Jurídicas, Contribución Social y retenciones por valor de 49,3 millones de euros. No es el único problema en este país, la compañía ha tenido que provisionar 7,3 millones por riesgos jurídicos, además de otros 25,3 millones por riesgos laborales y 3,6 millones en una provisión “asociada a la combinación de negocios con Transpev”, compañía carioca que fue adquirida en 2005 por Prosegur.
En caso de que la multa de la Hacienda brasileña siga adelante, junto al montante de provisiones que tiene que dedicar la compañía por sus problemas legales en Brasil supondría volatilizar los 80 millones de beneficios que Prosegur Cash anunció en sus resultados del segundo semestre de 2019. En su informe de cuentas, la compañía asegura que “los riesgos fiscales asociados a Brasil están relacionados con varios conceptos, principalmente con reclamaciones de impuestos directos e indirectos municipales y estatales, además de provisiones procedentes de la combinación de negocios de Nordeste y Transpev procedentes de ejercicios anteriores”. Los riesgos fiscales se concentran en Brasil y Argentina y suman unos 59,7 millones de euros.
Fuentes de la compañía aseguran que la investigación puesta en marcha por el fisco brasileño, que fue notificada el pasado 4 de abril “en relación a los cargos corporativos realizados durante los ejercicios 2014 a 2016”, responde a “la prestación de servicios de gestión que realiza la matriz a sus filiales y que pueden tener una interpretación diferente en cada país sobre cuál es el tratamiento fiscal”.
Según Prosegur Cash, “el grupo no ha constituido ninguna provisión asociada a dicho litigio puesto que estima poco probables las posibilidades de fracaso en la defensa de dicho procedimiento, disponiendo a tal fin de dos opiniones fiscales de externos sobre dicha calificación”. El acuerdo fue impugnado por la compañía en primera instancia y en fase administrativa el 29 de abril de 2019 y en el último informe de resultados se apuntaba que “está pendiente de resolución”. Un portavoz de la compañía asegura a eldiario.es que la firma ya había conseguido “justificar una cuarta parte del montante del acta” con las autoridades fiscales brasileñas.
Prosegur Cash sí admite que ha tenido que guardar por riesgos jurídicos 7,3 millones de euros que “corresponden principalmente a demandas civiles que se analizan de forma individualizada”, entre las que “se incluyen principalmente litigios de Brasil”. En este caso la compañía admite que la “liquidación de estas provisiones es muy probable, pero tanto el valor de las liquidaciones definitivas como el momento son inciertos y dependen de los resultados de los procesos en curso”.
A esta cuantía hay que añadir la provisión para riesgos laborales. Prosegur Cash señala que “se incluyen principalmente provisiones por causas laborales en Brasil, que incluyen demandas efectuadas por exempleados y empleados del Grupo Prosegur Cash”. Fuentes de la compañía explican que estas demandas obedecen al “complejo” mercado laboral brasileño, donde “no existe la subrogación de empleados cuando se termina una concesión administrativa como ocurre en España, lo que provoca que los trabajadores despedidos te lleven a los tribunales al perder una contrata”.
De los 42 millones que Prosegur Cash tiene provisionados por riesgos laborales en el primer semestre de 2019, 25,3 millones corresponden a causas laborales en Brasil, a lo que habría que añadir otros 3,6 millones “asociados a la combinación de negocios” con Transpev, la compañía brasileña que adquirió en 2005. Así, el 68% de las cuantías que dedica la compañía a riesgos laborales tienen su origen en conflictos en Brasil.
Pese a los problemas, Brasil es un mercado fundamental para Prosegur Cash, según apuntan en la compañía, aunque el desempeño de la firma “continúa negativamente impactado por un escenario macroeconómico más adverso” que “no solo ha tenido un efecto pernicioso en la evolución de las divisas iberoamericanas, sino que también se ha dejado notar ralentizando el crecimiento económico de nuestros principales mercados en la región, Brasil y Argentina”.
En estos mercados, para el segundo semestre de 2019, la compañía está pendiente del “resultado de las elecciones presidenciales en Argentina y las reformas estructurales que puedan adoptarse en Brasil en tanto que resultarán clave para introducir un mayor dinamismo en la recuperación económica de ambos países”.
De hecho, fuentes de Prosegur Cash confían en que los cambios que va a iniciar el Gobierno de Jair Bolsonaro mediante una reforma laboral van a reducir la litigiosidad que sufren las compañías.