La medida, en concreto, se aplica por ejemplo a mascarillas, equipos de prueba del Covid-19, respiradores y otros equipos médicos. Entrará en vigor con carácter retroactivo a partir del pasado 30 de enero y durará seis meses, aunque con posibilidad de prórroga.
El Ejecutivo comunitario ha tomado esta decisión después de que así lo solicitaran todos los Estados miembros y Reino Unido y cree que facilitará “desde el punto de vista financiero conseguir los equipos que los médicos, enfermeros y pacientes necesitan urgentemente” en este momento de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.
“En esta situación de emergencia, es fundamental que los equipos médicos y aparatos médicos lleguen rápidamente a los lugares donde son necesarios”, ha destacado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
“La medida de hoy debería contribuir a que reciban los equipos necesarios para protegerse a sí mismos y seguir salvando vidas”, ha añadido, después de mostrar su “profundo respeto y gratitud” hacia los trabajadores del sector sanitario en toda Europa.