Bruselas aparca la tasa digital mientras se negocia en la OCDE un impuesto global a las grandes empresas
Ha sido uno de los grandes focos de tensión entre Washington y la Unión Europea. Y también era uno de los instrumentos recaudatorios con los que contaba la UE para los próximos años. Pero, de momento, la tasa digital pasa al congelador “hasta otoño” tras el acuerdo de este fin de semana en el G20 para un impuesto mínimo global del 15% para las grandes empresas y a la espera de cómo evolucionen los debates en la OCDE.
“El G20 ha aprobado un acuerdo histórico este fin de semana en Venecia para crear un sistema fiscal internacional más estable y más justo, que aborde los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía”, ha afirmado este lunes Daniel Ferrie, portavoz de la Comisión Europea, el mismo día en el que se encuentra en la capital comunitaria Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, para asistir a la reunión del Eurogrupo.
Según Bruselas, el acuerdo del G20 ha sido “extraordinario” tras “años de negociaciones, y por el cual la Comisión ha trabajado incansablemente”.
El G20 ha pedido que se aborden “rápidamente los problemas pendientes y se defina un plan de implementación detallado antes de octubre. La conclusión de este proceso requerirá un esfuerzo final de todas las partes, y la Comisión Europea está comprometida a concentrarse en ese esfuerzo. Por este motivo, hemos decidido suspender nuestro trabajo sobre una propuesta de tasa digital como nuevo recurso propio de la UE durante este período”.
Acuerdo del G20
Las mayores economías del mundo han apoyado el pasado sábado un acuerdo de reforma fiscal global que impondría un gravamen mínimo (15%) a las empresas multinacionales. El acuerdo respalda el mecanismo de fiscalidad para multinacionales consensuado el 1 de julio por 130 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE.
“Los países del G20 se han puesto aquí de acuerdo en que quieren abordar un nuevo orden tributario internacional”, dijo Scholz en declaraciones a los medios acreditados en Venecia.
En un comunicado los organizadores de la reunión de los países más ricos señalaba que es “un acuerdo histórico sobre una arquitectura fiscal internacional más estable y justa” y el G20 invitaba “a todos los miembros de la OCDE... que aún no se han unido al acuerdo a hacerlo”. Además de pide a todos los países que participan en las negociaciones que “aborden rápidamente las cuestiones pendientes y finalicen los elementos de diseño” antes de la próxima reunión del G20 en octubre.
El acuerdo consiste en fijar un impuesto mínimo de Sociedades del 15% sobre los beneficios y que las empresas tengan que tributar sus ganancias en los países donde hacen negocio.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 se han reunido durante dos días en Venecia y han llegado a un acuerdo político para secundar este sistema, que tratará de evitar que las multinacionales evadan impuestos o desvíen sus beneficios a paraísos fiscales.
España ha respaldado en el G20 el acuerdo alcanzado en el marco de la OCDE para avanzar hacia un sistema fiscal más justo y sostenible, en una reunión marcada por la recuperación económica y los trabajos para reforzar la cooperación económica multilateral ante los nuevos retos globales, según ha explicado el Ministerio de Asuntos Económicos en un comunicado.
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