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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Bruselas no se cree las cifras económicas que da España

Un baile de cifras. Como es habitual desde el inicio de la crisis, las previsiones de la Comisión Europea no coinciden con las del Gobierno de España para los próximos ejercicios. Esta discrepancia no tiene especial relevancia hasta los datos de las previsiones de otoño difundidos hoy por Bruselas. Así, estos cálculos de los hombres de negro de la Comisión serán los utilizados para valorar las cuentas públicas emitidas por España dentro del programa de supervisión reforzada.

Los pronósticos de Bruselas son la antesala, o el cuadro, de la credibilidad que le ofrecen las cuentas públicas presentadas por España y que deberán pasar un examen cuyo resultado se conocerá el 15 de noviembre. Los cálculos sobre ingresos y gastos se harán con esta guía, que difiere de la que se ha anunciado desde España. Así, la Comisión cree que en España el PIB crecerá en un 0,5% en 2014, dos décimas menos que lo previsto por Hacienda en su proyecto de cuentas. Cabe recordar que Economía y Hacienda han discrepado sobre las cifras de crecimiento que esperan para el próximo ejercicio. Así, aunque Hacienda se apuntó al optimismo con la subida del 0,7%, Luis de Guindos había remitido a Bruselas un prudente Plan Nacional de Reformas en el que aventuraba que la subida sería del 0,5%. Es posible que esta sea la cifra que tengan por buena en Europa.

Además, la previsión de que la economía suba un 0,5% en 2014, rebaja en cuatro décimas el pronóstico inicial que había lanzado Bruselas en abril. La justificación para este empeoramiento de sus previsiones procede de que entonces no habían tenido en cuenta las medidas fiscales que tendrán lugar el próximo ejercicio, como la continuación del conocido como “recargo temporal de solidaridad”, esto es, la subida del IRPF.

Estas dos décimas de crecimiento pueden suponer una diferencia en materia de recaudación, ya que reflejan una economía más o menos briosa. Con todo, la diferencia se salda en positivo para España en 2015. Así, Bruselas desata la euforia previendo una fuerte subida de la economía en un 1,7%. Una cifra que supondría la recuperación total y la creación de empleo. Sin embargo, España es más comedida, ya que anticipa que el crecimiento del 0,9%.

Año electoral, gran agujero fiscal

Esta fuerte desviación en las previsiones de 2015 proceden sin duda de la previsión del impacto de los recortes para ese ejercicio. España cree que los ajustes seguirán recortando déficit (y también mermando el empuje de la actividad económica) hasta 2016. La senda de Bruselas, no solo en materia de crecimiento económico sino también de ajuste fiscal, deja claro que no confía en que esos recortes sean tan eficaces a dos años vista.

Así, la Comisión da por casi buena la previsión de déficit para este año, ya que cree que será del 6,8%, la misma cifra que aparece en el Plan Nacional de Reformas y que incluye las ayudas a la banca. Para 2014, Bruselas espera que el agujero en las cuentas públicas sea del 5,9% del PIB, también muy en línea con lo previsto por Hacienda que aspira a conseguir una décima menos, el 5,8%. Pero el desajuste viene en 2015, cuando desde Europa aventuran que el déficit, con los datos que tienen a día de hoy, será de nuevo del 6,6%, frente a una ambiciosa previsión de Hacienda de que el tamaño del déficit se habrá reducido para entonces al 4,2%.

En la elaboración de estos pronósticos sin duda ha pesado que 2015 será año electoral y el Ejecutivo ya ha anunciado que frenará las subidas tributarias. También los anuncios de las comunidades autónomas de que en 2014, año de comicios en algunas regiones, puede haber alterado las previsiones de déficit, habida cuenta de que son la suma de todas las administraciones públicas.

En los datos que España ha enviado a Bruselas para pasar su examen, ofrece una simulación de lo que se seguirá ajustando el gasto en los próximos ejercicios con las medidas ya adoptadas, como la reforma de la Administración o la contención de salarios en el sector público. Hacienda dice que en 2015 la reforma de las administraciones públicas supondrá un ahorro de 900 millones de euros y que la masa salarial de los funcionarios se recortará en 1.000 millones de euros para ese año. Por no hablar de los cuantiosos ahorros que pronostica en las corporaciones locales, que en los próximos años, dice el Gobierno de Mariano Rajoy, ahorrarán casi 5.000 millones de euros. Bruselas no se cree o no ha tenido en cuenta estos datos.

La Comisión quiere más ajustes

Sea como fuere, en rueda de prensa el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha asegurado que España necesitará “más ajustes” y también una profundización de la reforma laboral. Rehn dice que el efecto de la reforma del mercado de trabajo no ha sido “directo” en materia de creación de puestos de trabajo pero sí en reducir la tasa de paro, exactamente el mismo mensaje que vende el Ministerio de Fátima Báñez.

En cuanto a 2013, la Comisión advierte de que los ingresos por impuestos son “relativamente débiles hasta el momento y tendrán que remontar notablemente en la segunda mitad del año”. Además, cree que “la economía española parece estar embarcándose en una recuperación moderada en la segunda mitad de 2013, respaldada por la mejora en el resto de la Unión Europea y los progresos de las políticas en el ámbito nacional”.

En línea con estas discrepancias, Bruselas cree que la deuda pública sí tocará prácticamente el 100% de la economía en 2014 y que en 2015 supondrá ya el 104,3% del PIB. Hacienda espera que estas cifras estén más contenidas, y que en 2015 apenas supere el 101%.

En cuanto al desempleo, Europa es muy pesimista con la tara de paro que soportará España en los próximos años. Así, espera que en 2013 coincida con el pronóstico oficial (26,6%), pero que en 2014 apenas se mueva, con un 26,4% de la población en paro. En 2015 sería el primer año que habría una bajada significativa, hasta el 25,3%. En Bruselas, consideran que “la fuerza laboral” seguirá reduciéndose, como consecuencia de la migración de población activa y también del envejecimiento.

Respecto a la solidez de la recuperación, los hombres de negro advierten de que el crédito sigue en contracción en España pese a la mejora de las condiciones que sí perciben el Estado y los bancos, además de subrayar que las condiciones financieras de los hogares y las empresas “siguen siendo relativamente difíciles, especialmente para los pequeños solicitantes de préstamos”.