Bruselas pide a España que refuerce su “capacidad administrativa” para canalizar los fondos europeos restantes

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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España va en cabeza en la ejecución de los fondos europeos al haber recibido ya los tres primeros pagos –están pendientes las reformas para solicitar el cuarto– y aguarda la evaluación de la Comisión Europea a la adenda del plan de recuperación para que dé luz verde a los 80.000 millones en forma de préstamos. En vísperas de que se produzca esa decisión, Bruselas avisa a España de que debe reforzar su “capacidad administrativa” para ser capaz de absorber esa ingente cantidad de dinero, que supondrá cerca del doble de lo que por ahora ha percibido (37.036 millones de euros).

“La ejecución del plan de recuperación de España hasta ahora ha avanzado, pero se enfrenta a algunos desafíos de aquí en adelante”, señala la Comisión Europea en el segundo informe anual del Plan de Recuperación y Resiliencia. “Esto debería estar acompañado por una capacidad administrativa reforzada suficiente para asegurar así una absorción efectiva y eficiente de los fondos de recuperación y resiliencia y de otros fondos de la UE y nacionales disponibles”, agrega el documento que emplaza así al Ejecutivo a facilitar los trámites para poder asumir los préstamos.

El informe, que recuerda que 20.600 millones de euros han sido transferidos a las comunidades autónomas, aplaude que las inversiones desplegadas gracias a los fondos de recuperación “están en la senda correcta” al haberse comprometido hasta finales de 2022 el 76 % de los más de 50.000 millones de la financiación presupuestada.

En un momento en el que el pesimismo económico se está apoderando de los tecnócratas económicos europeos, después de que se hayan revisado a la baja las previsiones de crecimiento para 2023, la Comisión Europea fía gran parte del impulso económico a la ejecución de los planes de recuperación.

Sin embargo, a nivel global, se están resistiendo. Bruselas sólo ha desembolsado el 22% de los fondos europeos: 153.400 millones de euros de los 707.000 que se tienen que entregar hasta 2026. Cuando se acerca la mitad del plazo, quedan seis países por pedir los primeros pagos (solo lo han hecho 21). Inicialmente, la cantidad prevista fue 800.000 millones de euros, pero los 27 no llegaron a solicitar todos los préstamos y se limitaron al 75%, por lo que la financiación en los mercados será también menor de la pensada al principio.