El comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Ándor, ha propuesto hoy que España contemple la implantación de un “contrato único abierto” para frenar el elevado desempleo, sobre todo, juvenil y para acabar definitivamente con la segmentación del mercado laboral.
Durante la inauguración del seminario “Garantía Juvenil. Generando oportunidades y empleo para la juventud” organizado por el Consejo de la Juventud de España (CJE), Ándor ha incidido en las dificultades que existen en los mercados laborales donde hay un empleo excesivamente protegido, el de los contratos indefinidos, frente al de los temporales.
Ándor ha aseverado que la introducción de un contrato único y abierto “a lo mejor es una posibilidad que puede existir para España” y ha recordado que también es una de las recomendaciones de la Comisión Europea, junto a la de reducir las cotizaciones empresariales.
Aunque en varias ocasiones se ha insistido en que Bruselas le había pedido una vuelta de tuerca más a España en materia de reforma laboral, no estaba claro que la dirección “recomendada” por la troika fuera la de reducir el abanico de contratos al contrato único. Hace semanas, Empleo aseguró que estaba trabajando en una “simplificación administrativa”, pero no había quedado claro el posible calado de esta reforma.
El contrato único surgió como una posibilidad en España cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mostró su inclinación por este tipo de figura como medio para terminar con las desigualdades entre temporales y fijos. Sin embargo, la contestación ante este tipo de modelo, que rebaja la indemnización de los indefinidos, paralizó su posible aplicación.
Por definición, la implantación de un contrato único supone la paulatina eliminación de los temporales, que disponen de distintas figuras contractuales. Aunque la patronal se mostró en público abierta al contrato único, nunca lo defendió en las meses de negociación ya que no ve el momento como el propicio como para eliminar la contratación temporal, muy utilizada en épocas de crisis.
Finalmente, en la primera reforma laboral de Zapatero, se implantaron mecanismos para reducir la diferencia entre los contratos indefinidos (45 días por año trabajado) y los temporales (8 días por año trabajado). La idea es que ambas indemnizaciones acabaran por converger. A raíz de la segunda reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, en la que se intentó poner el umbral de 20 días por año trabajado como indemnización más común para los indefinidos, la diferencia entre ambos contratos se redujo. Así, los temporales van añadiendo un día de indemnización al año de forma que, en 2015 deberán cobrar ya doce días por año trabajado.
Con todo, ambas reformas suponen parches en el equilibrio entre temporales e indefinidos en el sistema, algo que supuestamente solo se podría solucionar con una figura única y universal. No existe una única propuesta de contrato único, aunque la que defendió originalmente el conocido como 'grupo de los cient', abogaba por una indemnización creciente en función de la antigüedad del contrato. También se barajó la posibilidad de acumular derechos en una suerte de mochila, de forma que la pérdida de la indemnización no fuera un motivo para que se frustrara la movilidad del trabajador.
Programa juvenil
El comisario ha explicado el programa de garantía juvenil que promueve la CE y que consiste en proveer de una oferta de trabajo o de formación a jóvenes parados antes de que se cumplan cuatro meses desde su inscripción en los servicios públicos de empleo, y ha reiterado que debe ser una “alta prioridad” para los gobiernos.
“La garantía juvenil es una inversión para preservar la economía y el bienestar y mejorará la tasa de empleo y la competitividad”, ha dicho, al mismo tiempo que ha valorado la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016 que el Gobierno español ha puesto en marcha.
No obstante, ha advertido de que estas propuestas “no se pueden quedar en el tintero y deben convertirse en una realidad”, ya que la situación económica es muy seria.
Ha explicado que las medidas propuestas por la CE para facilitar formación, asesoramiento o un trabajo a jóvenes desempleados en un plazo de cuatro meses están actualmente en fase de implementación y serán financiadas en una parte por los fondos estructurales europeos y en otra por los gobiernos nacionales.
“Un plan que incluya una intervención rápida y activa para que ninguna persona joven quede desamparada”, ha indicado al asegurar que Bruselas espera que los países con mucho desempleo puedan optar a este programa cuyo dinero estará disponible a partir del 2014.
Ándor ha advertido de que “cada día y cada mes, cuenta en la vida de los jóvenes parados, también en su salud” por lo que ha urgido a actuar porque el coste económico del desempleo juvenil para un Estado se calcula en más del 1,2 % del PIB anual.
“No nos lo podemos permitir y en el caso de España el coste supone 16.000 millones de euros al año”, ha alertado.
El plan de garantía juvenil existe en algunos países europeos como Finlandia, Austria y Suecia y según Andor han tenido muy buenos resultados, aunque habría que complementarlo con otras medidas como las del impulso a la movilidad transfronteriza de los jóvenes.
Sobre la reforma laboral aplicada en España, el comisario europeo ha señalado que habrá que dar nuevos pasos en el futuro y estudiar las recomendaciones de la CE, como la introducción de un contrato único abierto.
Ha dicho que ante el actual momento de elevado paro en España la CE no ve urgente una mayor flexibilización del mercado de trabajo “a no ser que sea la introducción de este tipo de contrato abierto”.
Asimismo, ha abogado por continuar con las reformas de las administraciones de forma equilibrada, sobre todo, cuando pueden provocar reducciones de puestos de trabajo.
Por ello, ha reseñado que habría que adoptarlas con otras medidas que incentiven la demanda de empleo por parte de los empresarios.