Bruselas vuelve a mejorar las expectativas de crecimiento de la economía española. La Comisión Europea pronostica que el PIB se incrementará en un 2,2% en 2023, lo que supone tres décimas más de lo que estimó en el mes de mayo, cuando ya revisó al alza sus previsiones. España encabeza la mejora de la situación económica del conjunto de los 27 y su crecimiento será más del doble respecto al de la UE, que se quedará en el 0,8%, lo que supone un descenso de dos décimas respecto a lo previsto por el ejecutivo comunitario hace cuatro meses. El crecimiento de España será superior al de Francia (1%) e Italia (0,9%) mientras que el PIB de Alemania se contraerá un 0,4%.
La mejora de las perspectivas en España responde en buena medida al efecto arrastre de 2022, cuando se produjo un incremento sostenido del 5,5%, y a la buena marcha económica del primer semestre de este año, que se moderará en lo que queda de año debido a desvanecimiento del impulso del sector turístico, una actividad más débil de los socios comerciales, las consecuencias del endurecimiento de las condiciones de financiación y una posición más débil del mercado de trabajo, según explica la Comisión Europea en su informe trimestral, que en esta ocasión analiza específicamente sólo a las seis grandes economías (Alemania, Francia, Italia, España, Holanda y Polonia).
La mejora de las previsiones económicas de España se explican en la “relajación sostenida de la presión sobre los precios” sumada al “aumento de los salarios nominales” que, a juicio de la Comisión Europea, “mitiga parcialmente los obstáculos al consumo privado”. También confía que la “resiliencia del sector bancario” permita alejar los riesgos financieros y que el Plan de Recuperación y Resiliencia pergeñado a partir de los fondos europeos siga apoyando el crecimiento de la inversión.
Rebaja de previsión para 2024
No obstante, la Comisión Europea rebaja sus expectativas respecto al año 2024 cuando espera que España crezca un 1,9% (es una décima menos de lo que pronosticó en el informe de primavera). Aún así, el crecimiento del PIB español seguirá siendo superior al de la UE, que se quedará en el 1,4%, tres décimas respecto a las estimaciones realizadas hace cuatro meses.
Y es que frente a la revisión al alza del crecimiento de España en 2023, la Comisión Europea estima que el conjunto de la UE crecerá menos de lo esperado (un 0,8% este año y un 1,4% el que viene). La principal razón que argumentan los técnicos comunitarios es el endurecimiento de la política monetaria llevada a cabo por el BCE, que lleva meses subiendo los tipos de interés. Eso tiene un efecto en la “debilidad de la demanda interna”, a pesar de la caída de los precios de la energía y de la buena situación del mercado laboral, que tiene récord de empleabilidad en el continente. La situación económica mundial tampoco hace presagiar a la Comisión Europea que vaya a vaya a incrementarse la demanda externa.
Frenazo en la UE por la caída de Alemania
“En general, se espera que el débil impulso del crecimiento en la UE se extienda hasta 2024, y el impacto de la política monetaria restrictiva seguirá restringiendo la actividad económica”, resume la Comisión Europea que ve, sin embargo, un repunte el próximo año a medida que la inflación siga disminuyendo y el mercado laboral permanezca fuerte.
Por países, el que más preocupa en el seno de los 27 es Alemania, que ha experimentado una ralentización. De hecho, las previsiones económicas de Bruselas estiman una caída del PIB de cuatro décimas este año, aunque el crecimiento en 2024 (1,1%) volverá a ser más fuerte que en el conjunto de la UE.
“La economía de la UE ha sufrido dos shocks masivos con la pandemia y la guerra no provocada de Rusia en Ucrania. La elevada tasa de inflación ha pasado factura, aunque ahora está retrocediendo. Tras un período de debilidad, se espera que el crecimiento se recupere levemente el próximo año, respaldado por un mercado laboral fuerte, un desempleo récord y una reducción de las presiones sobre los precios”, señala el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
Respecto a la inflación, la Comisión Europea espera que se mantenga la senda a la baja que se ha producido en los últimos meses hasta situarse el incremento de los precios en la mitad respecto al récord que marcó en octubre del pasado año. La estimación es que se sitúe en el 6,5% en el conjunto de la UE (5,6% en la zona euro) al acabar este año y que se reduzca al 3,2% (2,9% en los veinte países de la eurozona) en 2024.
España, que ya tiene las tasas más bajas respecto al resto de socios europeos, mantendrá esa tendencia al acabar el año con un 3,6%, pero la distancia se irá cerrando en 2024 y Bruselas estima que la tasa será entonces de un 2,9%, ligeramente superior a la de Francia (2,7%) y Alemania (2,8%), pero en la media de la zona euro, debido al levantamiento de las medidas puestas en marcha por el Gobierno, según explica la Comisión Europea.