CaixaBank y los sindicatos han alcanzado un acuerdo para el ERE de la entidad tras la fusión con Bankia. El banco participado por el Estado y los representantes de los trabajadores han acordado un despido colectivo que afecta a 6.452 personas, con una importante reducción frente a los 8.290 que inicialmente planteó la empresa. Las partes sellan un acuerdo tras casi dos meses de negociaciones y dos huelgas en una semana que paralizaron la mayor parte de las oficinas de la entidad.
El banco ha tenido importantes problemas para poder sacar adelante el ERE, al haberse encontrado con una oposición unitaria de todos los sindicatos presentes en el grupo casi hasta el final. El plazo formal de negociación del ERE venció a comienzos de junio, aunque se retrasó hasta el día 29 de junio, ante la imposibilidad de encontrar un punto de acuerdo entre las partes. Durante los últimos días se han producido sucesivas reuniones maratonianas, incluso nocturnas, que han ido acercando las posturas. Las partes todavía se encuentran reunidas cerrando los últimos flecos, como es el caso de la movilidad de trabajadores.
La principal línea roja que plantearon los sindicatos fue la cuestión de la voluntariedad. Habitualmente en banca los ERE se han logrado formalizar sin tener que realizar despidos forzosos, gracias a las salidas incentivadas, especialmente en los colectivos de mayor edad. Sin embargo, en este caso, el banco ha intentado limitar la reducción de su plantilla mayor de 55 años, lo que abocaba, según entendían los sindicatos, a despidos forzosos para trabajadores que se encontraban por edad por debajo de ese colectivo.
Finalmente, la cifra inicial de despidos se ha visto reducida por dos vías. En primer lugar, el banco ha ofrecido que sean 570 trabajadores los que sean recolocados en otras empresas del grupo. Además, se abrirán 138 vacantes en filiales, que se cubrirán mediante procesos de selección. Los últimos asuntos en cerrarse han sido los referentes a las cuotas por edades y las condiciones económicas de las salidas.
Las últimas condiciones propuestas por el banco permiten mantener la voluntariedad de las salidas y “evitar medidas traumáticas”, tal y como informan fuentes sindicales. Avanzan que son “buenas condiciones económicas” y se obtiene un salvaguarda de la red rural del banco, en línea con lo que ya le había obligado la CNMC cuando aprobó la compra de Bankia.
El acuerdo incorpora, según ha explicado CCOO en un comunicado, salidas voluntarias por edades para distintos colectivos. Los de 63 años o más recibirán 20 días por año trabajado. Los de 54 años o más, estarán indemnizados con un 57% del salario fijo bruto anual hasta los 63 años. Los que tienen entre 52 y 53 años recibirán 7 anualidades del 57% del salario fijo bruto anual repartidas hasta los 63 años. Para el resto, se abonarán 40 días del salario fijo bruto por año trabajado, con un límite de 36 mensualidades.
La entidad ha cifrado en un comunicado en la CNMV en 1.900 millones de euros el coste del ERE, que registrará en los resultados del segundo trimestre del año, cuyas cuentas se cerraron el miércoles. El grupo tendrá con este recorte una reducción de costes de 770 millones de euros anuales.