Bankia ha dejado de existir sobre el papel este viernes. CaixaBank ha registrado en el Registro Mercantil el proceso de absorción de la entidad rescatada y desde ahora funcionará como una única entidad. La entidad resultante de la operación, la mayor de España, afrontará después de Semana Santa la negociación con los sindicatos para afrontar un proceso de despidos y ajuste de oficinas que afectará a miles de empleados de ambos bancos. El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha evitado dar una cifra de la dimensión del recorte hasta que se traslade a los representantes de los trabajadores.
Gortázar, junto con el nuevo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, han celebrado este viernes la primera rueda de prensa como entidad fusionada, en la que han sido cuestionados en repetidas ocasiones sobre los despidos puesto que se prevé que sea uno de los más numerosos del sector financiero. El consejero delegado del grupo ha avanzado que el objetivo es tener este “capítulo bien resuelto” a finales del segundo trimestre del año, justo a comienzos del verano. El banco ejecutará este ajuste a la vez tanto en servicios centrales como en las oficinas.
El ejecutivo, que se mantiene en el cargo tras la fusión, ha evitado dar muchos detalles sobre este proceso. Sin embargo, ha avanzado que “lógicamente” el banco buscará una solución “no traumática” para la plantilla y “primará la voluntariedad y la meritocracia”. Cuestionados sobre si un plan de despidos del tamaño como el que se prevé contrasta con el discurso de objetivos sociales del grupo, Goirigolzarri ha argumentado que “la responsabilidad que todos tenemos es hacer proyectos sostenibles, que sean rentables y para ello hay que adaptarse al entorno”.
La 'nueva' entidad ha trazado este viernes sus planes para el calendario de la unión de ambos grupos bancarios. Uno de estos puntos será la unión de la marca. Los primeros lugares donde se apreciará ya esta unión serán en los edificios emblemáticos donde se encuentran las sedes de estos bancos, como el caso de las Torres Kio en Madrid. Gorigolzarri ha avanzado que “ya este fin de semana” se harán los cambios en los rótulos, para tenerlos listos durante la próxima semana.
Tras ello, comenzarán las reuniones con los sindicatos para desarrollar el plan de despidos, con el objetivo de tenerlo listo para el comienzo del verano. Paralelamente, y con el mismo calendario previsto, CaixaBank ejecutará el cambio de marca en todas las oficinas de Bankia. Este proceso empezará en “una o dos semanas”, con el objetivo de que Bankia desaparezca por completo de las calles de España en “junio o julio”.
En la operativa habitual, los clientes de una y otra entidad tendrán la posibilidad de utilizar los cajeros de ambas redes sin coste y la política comercial de estas entidades nace ya unificada. Gortázar ha explicado que el banco echa a andar con los primeros 400 directivos ya nombrados. Sin embargo, reconoce que el negocio de particulares todavía tendrá diferencias hasta final de año, momento en el que se prevé que se realice la unión tecnológica de ambas redes.
Los pasos inminentes para la unión de ambos bancos comenzarán a producirse este mismo viernes. Es el último día que cotizarán en Bolsa por separado ambas entidades. Ambos comenzaron la jornada subiendo más de un 3%, aunque se ha moderado con el paso de las horas. El próximo lunes, 29 de marzo, será la primera jornada en que CaixaBank cotice con las nuevas acciones tras la ampliación de capital que ha realizado para que entren los accionistas de Bankia, principalmente el Estado a través del FROB.
El martes está previsto que se celebre una reunión del consejo de administración en el que se confirmen los nombramientos de los nuevos consejeros y, por primera vez, habrá una representación del Estado en el órgano de gobierno del banco, algo que no ocurría en Bankia. Será entonces cuando Goirigolzarri sea oficialmente presidente del grupo bancario. Con la inscripción de la operación en el registro mercantil se han hecho efectivos los cambios en el consejo de gobierno de CaixaBank.
Con ello, este viernes deja de existir Bankia, una entidad que ha protagonizado la historia reciente de la banca española tras convertirse en 2012 en el mayor rescate financiero jamás realizado en el país. Fueron 24.000 millones los que inyectó el Estado en el capital de la entidad y, hasta ahora, tenía el 60% de las acciones del banco. Ahora, tras la fusión, el FROB será el segundo accionista de CaixaBank, con el 16% de los títulos, mientras que la Fundación La Caixa tendrá un 30%.