La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, calcula que el programa económico del Partido Popular (PP) elevaría 20.000 millones el déficit de España. Calviño advierte de que las propuestas que defiende el candidato Alberto Núñez Feijóo alejarían a nuestro país del objetivo de reducir el desequilibrio presupuestario, salvo “que nos esté ocultando un recorte masivo”.
La vicepresidenta económica ha señalado en un desayuno informativo organizado por Europa Press que las bajadas de impuestos y el resto de medidas del PP supondrían “una caída estructural de ingresos de 20.000 millones, que provocaría un deterioro del déficit estructural del 1,5% del PIB”.
“No se cumplirían por tanto las reglas europeas salvo que nos esté ocultando un recorte [de gasto público] masivo”, ha detallado Calviño. Las últimas previsiones del Banco de España apuntaron que “el déficit público se situaría en el 3,8% en 2023” y que “la deuda pública se encontraría ya por debajo del 110%”, tras el histórico esfuerzo para dar respuesta a dos crisis inéditas e inesparadas: la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
En 2024, la institución monetaria espera un déficit del 3,4%, que la ratio de deuda pública respecto al PIB (Producto Interior Bruto) seguirá reduciéndose hasta el 107,4%. Calviño ha recordado que el Ejecutivo es más optimista y que adelantó al año próximo la meta de bajar el déficit al 3% del PIB.
De hecho, ha asegurado que la deuda pública ya estaría por debajo del 110% del PIB “si no hubiesen tenido que asumir los 35.000 millones de deuda acumulados de la Sareb”, heredada de la gestión del PP.
Esta tendencia de disminución del desequilibrio entre ingresos y gastos, que va en línea con las nuevas reglas fiscales comunitarias que se están debatiendo en la Comisión Europea, se truncaría si el PP lograra gobernar tras las elecciones generales del 23 de julio y aplicara su programa de económico, según la vicepresidenta, quien ha incidido en que el “programa económico del PP geenera tanta intranquilidad y es tan confuso que su referente económico, Juan Bravo, ha tenido que salir a decir: 'No vamos a bajar los impuestos a lo loco'. Con la política económica no se juega. Los experimentos, con gaseosa”.
Las propuestas del Partido Popular reafirman “su vocación de reducir la presión fiscal a los ciudadanos”. El programa contempla: “Queremos aliviar la carga fiscal de las familias, de los autónomos, de las empresas. Proponemos una política fiscal no confiscatoria, a través de una reforma que alivie la situación de quienes más dificultades tienen”.
Para conseguirlo, promete “eliminar el impuesto a las grandes fortunas”, deflactar el IRPF, que es equivalente a bajarlo, reducciones del IVA de carne, pescados y conservas o bonificaciones del IBI y el Impuesto de Patrimonio.
Por otro lado, el ex presidente del Partido Popular, José María Aznar, avisó este martes en un mitin en Sevilla de que España necesita volver a “la disciplina” y “al rigor económico” porque si no “vamos a pasar apuros”.
En cambio, en los últimos meses, el FMI ha concluido que “la consolidación fiscal [la austeridad o, lo que es lo mismo, los recortes en el gasto público] tiene efectos insignificantes de media en el endeudamiento [de los estados]”.
“La gran lección de la década neoliberal de la crisis financiera es esa: con recortes y con precariedad no vamos a consolidar fiscalmente nuestras cuentas públicas. Lo tenemos que hacer con crecimiento y con creación de empleo. Y que, además, esa creación de empleo sea de calidad”, ha defendido, por su parte, el presidente Pedro Sánchez.