El consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, ha presentado este martes unos presupuestos de la Generalitat para 2014 que, después de cuatro años de recortes, no conllevan más rebajas del gasto social. Ahora bien, para hacer frente a la reducción del déficit hasta el 1% del PIB, el Govern recurrirá sobre todo a las las privatizaciones y a la venta de activos, además de subir algunas tasas.
Mas-Colell, que este año prorrogó las cuentas de 2012, ha dado a conocer las líneas generales de las cuentas de 2014, que son los primeros presupuestos de la segunda legislatura de Artur Mas y que entrarán en vigor el 1 de enero. Estas serán, según ha dicho, las cuentas que han de conducir a la “estabilidad política”
Tal como estaba previsto, los presupuestos de la Generalitat, que cuentan con el visto bueno de ERC, se ajustan al 1% del PIB marcado por el Gobierno, lo que supone 1.979 millones de euros de déficit. Entre otros conceptos, el gobierno catalán prevé ingresar 864 millones por venta de activos reales, entre ellos edificios, y otros 1.454 millones por privatizaciones y otros ingresos patrimoniales. Sin embargo, el consejero no ha aclarado todavía cuáles serán los activos y servicios afectados.
Por lo que respecta a las tasas aprobadas entre 2013 y 2014, entre las cuales está la reforma del impuesto de sucesiones, el Govern prevé recaudar en total 909 millones de euros..
Incremento de algunas partidas sociales
Mas-Colell ha destacado el “esfuerzo” para mantener el gasto social, después de cuatro años de recortes y una reducción del 22% del gasto público, y ha añadido que habrá un incremento de partidas para la renta mínima de inserción (RMI) -unos 90 millones, según el consejero-, ayudas para combatir los desahucios y para las becas comedor. Estas serán las únicas partidas que aumenten porque “la cohesión social está en riesgo”, según el consejero.
Emular Madrid supondría 1.500 millones menos
Andreu Mas-Colell ha advertido que imitar en Cataluña el paquete de bajada de impuestos planteado en la Comunidad de Madrid, en todos sus conceptos, supondría una merma de 1.500 millones de euros en ingresos. El consejero ha admitido que el Gobierno catalán desearía una menor presión fiscal, pero ha argumentado que la consecuencia de seguir este camino sería una reducción “importante” de los servicios públicos, lo que no comparte.
Mas-Colell ha constatado que en la Comunidad de Madrid se pagan menos de mil millones de intereses, mientras que en Cataluña se pagan más de 2.000 millones: “El Gobierno se encontró con un interés de deuda muy considerable, y estos mil millones explican dos tercios o más de la diferencia entre Madrid y Cataluña”. Así, ha añadido que si Cataluña solo pagara mil millones de intereses podría devolver “los otros mil en forma de rebaja de impuestos”.