El sindicato CCOO ha señalado hoy que la compra de la marca Opel por parte del grupo francés PSA es una “oportunidad” para el sector español de la automoción y ha pedido que se respeten los compromisos adquiridos antes de la operación.
Así lo ha expresado hoy en rueda de prensa el secretario general de CCOO de Industria, Agustín Martín, quien ha apuntado que la operación se encuentra aún en una “situación de incertidumbre”.
Además, ha agregado que el sindicato solicitará una reunión con el presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, “para garantizar que la operación repercuta de manera positiva”.
Comisiones Obreras pretende también entrevistarse con el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, y con los gobiernos de las tres Comunidades Autónomas en las que las empresas automovilísticas tienen fábricas -Galicia y Madrid por las plantas de PSA y Aragón por la Opel en Figueruelas (Zaragoza)-.
Asimismo, pedirá una reunión urgente con la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y con la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes de Automoción (Sernauto).
Por último, representantes de CCOO acercarán posiciones con los sindicatos franceses y alemanes para “coordinar actuaciones”, según ha explicado Martín.
Todos los encuentros, ha hecho hincapié, estarán enfocados a “respetar los compromisos adquiridos en las tres plantas”, como el desarrollo y la creación de empleo y el mantenimiento de la producción.
Las tres plantas son un ejemplo de competitividad y posicionamiento en el mercado de automoción, según Martín, que ha tranquilizado a los trabajadores al señalar que no visualiza “peligro” porque las fabricas tienen capacidad para situarse “entre las más competitivas de Europa”.
PSA Peugeot Citroen anunció este lunes la compra a General Motors (GM) de su filial Opel/Vauxhall que le permitirá convertirse en el “número dos” del sector automovilístico en Europa, pero con el reto de integrar unos activos que han estado en déficit crónico desde principios de siglo.
El grupo francés pagará 1.300 millones de euros por el negocio automovilístico de Opel y Vauxhall, a los que se añadirán otros 900 millones por la filial financiera de GM en Europa.