Trabajadores que cobran 1.000 o 1.200 euros al mes y podrían beneficiarse de la subida del salario mínimo interprofesional, pero no lo saben. Es la situación que pretende revertir el sindicato Comisiones Obreras a través de una campaña informativa con el lema 'Que no te la jueguen', tras analizar cómo se está aplicando el incremento del SMI a los 900 euros mensuales este año. La organización asegura que en muchos casos las empresas “no están aplicando correctamente” esta subida y calcula que podría haber “cientos de miles de trabajadores que no están recibiendo adecuadamente la subida del SMI en sus nóminas”.
Así lo ha defendido el secretario general de CCOO, Unai Sordo, este miércoles en una rueda de prensa en la que el sindicato ha explicado un estudio de su gabinete económico sobre el número de beneficiados por la subida del SMI y las resistencias que han detectado en algunas compañías para “no aplicar bien” a sus plantillas este incremento salarial marcado por ley.
El salario mínimo interprofesional (SMI), fijado este año en los 900 euros al mes en 14 pagas (12.600 euros anuales), es el mínimo legal que debe percibir todo trabajador por la jornada completa de trabajo. Si se realiza una jornada inferior, esta cantidad debe garantizarse de manera proporcional durante las horas trabajadas.
1,2 millones de beneficiarios directos
El informe del sindicato estima que, de manera directa, el incremento del SMI afecta a 1.213.00 personas asalariadas, el 7,4% del total, ya que son los que ganaban menos de ese salario mínimo (con datos de 2017).
El director del gabinete económico de CCOO, Carlos Martín Urriza, ha explicado que dentro de estos beneficiarios directos algunos de los colectivos más destacados los componen las mujeres, que representan el 58% del total; los jóvenes, con una mayor incidencia de beneficiados sobre el total de asalariados según los grupos de edad; los asalariados con menos estudios y los migrantes por motivos económicos (procedentes de países en vías de desarrollo), entre otros.
Pero además de ese “impacto suelo”, en palabras de Unai Sordo, la organización asegura que existe un “potencial más grande de personas afectadas”, que cobran más de 900 euros mensuales y que deberían ver subir sus salarios debido al alza del salario mínimo. “Es perfectamente posible que a personas que cobran 1.000 euros o 1.200 euros no se le esté aplicando correctamente la subida del SMI”, ha aseverado Sordo.
¿Cuántas personas más? El líder de CCOO ha afirmado que es “difícil de precisar” la cantidad de afectados, pero que el sindicato cree que “no es nada aventurado” asumir que asciende a “cientos de miles de personas trabajadoras”.
Las irregularidades de las empresas
Desde enero hasta este junio, el sindicato ha identificado varias prácticas con las que algunas empresas “están intentando minimizar el efecto de este incremento”, ha explicado Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de la organización.
1. Incluir complementos para no subir salarios
1. Incluir complementos para no subir salariosSi un trabajador cobra más de 900 euros al mes, aun así hay casos en los que puede beneficiarse de la subida del salario mínimo. CCOO sostiene que a la hora de evaluar si un trabajador se debe beneficiar de la subida, hay que tomar en cuenta solo el salario base y aquellos complementos que no se determinan por una causa concreta y que están establecidos de manera general en los convenios o contratos para ciertas categorías o puestos, como los llamados “plus de convenio”.
Por ejemplo, un trabajador que percibe un salario base de 850 euros al mes y un complemento de 50 euros para todos sus compañeros en la misma categoría profesional no se vería beneficiado de la subida del SMI porque en cómputo total gana esos 900 euros.
CCOO critica que algunas empresas están teniendo en cuenta otro tipo de complementos y pluses para no aplicar el SMI que no se deberían de incluir en ese cómputo. En primer lugar, denuncian la inclusión de los complementos causales, que según ha sostenido Mari Cruz Vicente solo puede tenerse en cuenta cuando en los convenios colectivos queda especificado que así sea, algo que no es frecuente, ha apuntado.
Estos complementos con causa pueden ser personales (antigüedad, conocimiento de idiomas, cierto nivel de titulación), complementos por el trabajo realizado (como la nocturnidad, disponibilidad horaria y penosidad) y los vinculados a los resultados de las empresas.
En segundo lugar, CCOO también recuerda que no se puede tener en cuenta en el cómputo total las retribuciones extra salariales que se venían percibiendo, como por ejemplo las compensaciones por gastos de transporte, de vestuario o de dietas.
La batalla con los empresarios sobre qué complementos se tienen o no en cuenta en la subida del SMI viene de lejos, y algunos expertos en derecho laboral sostienen que a veces no está tan claro definir qué conceptos se pueden tener o no en cuenta en este cómputo. Vicente ha afirmado que hay dos sentencias que pueden servir de referencia: una referida a un plus por el uso de transporte que la justicia concluyó que no se podía tener en cuenta y otra en relación a un complemento ligado a la producción, que se posicionó en el mismo sentido.
2. Intentos de extender las jornadas
El sindicato sostiene que el salario mínimo de 900 euros queda fijado en el decreto que lo regula para la jornada completa fijada en cada actividad, no a la jornada completa por ley de 40 horas semanales recogida en el Estatuto de los Trabajadores. Es decir, que si en un convenio colectivo la jornada completa está fijada, por ejemplo, en las 37 horas, esa es la jornada en la que hay que cumplir con los 900 euros mínimos al mes.
CCOO asegura que hay compañías en las que están ampliando las jornadas a las 40 horas semanales para aplicar a sus trabajadores esos 900 euros. Mari Cruz Vicente ha mencionado el caso del sector agrario en Extremadura, en el que un laudo arbitral ha concluido que el salario mínimo se debe aplicar en “la jornada del convenio pactada”.
3. Trabajadores en prácticas o formación
La responsable sindical también ha puntualizado que los trabajadores en prácticas, así como los que tienen contratos de formación y aprendizaje, también están afectados por la subida del salario mínimo. De tal manera que, aunque en los contratos en prácticas se puede aplicar una reducción del salario en el primer y segundo año respecto a la remuneración base del puesto en cuestión, la cantidad que percibe el empleado “no puede quedar por debajo del SMI”.
Del mismo modo, si el contrato de formación está ceñido a unas horas inferiores a la jornada completa, el salario mínimo se le debe aplicar de manera proporcional por las horas que trabaja, ha afirmado Vicente.
El campo, con incumplimientos “generalizados”
El sector en el que CCOO detecta más abusos en este sentido es el agrario, en el que se producen “de forma generalizada” en los territorios donde esta actividad tiene más presencia, como Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura, ha citado Vicente. Además, la responsable sindical ha enumerado el sector de la Seguridad, el de la limpieza en Extremadura y “bastantes empresas que trabajan para las administraciones públicas” en Asturias. “De momento es lo que tenemos focalizado”, ha apuntado Mari Cruz Vicente.
Con este análisis, CCOO ha debido lanzar la campaña 'Que no te la jueguen' para advertir a los trabajadores y sus representantes de esta situación y comprueben si se les afecta y se les está aplicando la subida del SMI. En dos semanas, el sindicato pondrá en marcha una página web en la que los interesados podrán hacer consultas y comprobar con datos de sus nóminas si les podría corresponder un aumento de sueldo.
Unai Sordo ha afirmado que aunque “sabemos que algunas de estas cuestiones pueden acabar en procesos judiciales”, la intención de CCOO no es llevar todos los casos a los tribunales, sino intentar mediar antes a través de los representantes de las plantillas para que se cumpla con el salario mínimo.