Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Casi nada que celebrar en el 150º aniversario de Deutsche Bank

Sede del Deutsche Bank en Fráncfort (Alemania).

Aldo Mas

2

Deutsche Bank, hoy día la mayor entidad financiera de Alemania y de la zona euro, fue fundado en Berlín el 10 de marzo de 1870. Por eso se supone que habrá una fiesta de cumpleaños el próximo 21 de marzo en la capital alemana. Independientemente de que sea una fiesta por todo lo alto, lo cierto es que el banco tiene muy poco que celebrar dada la situación presente de la entidad.

De hecho, hace unas semanas, cuando tocó presentar sus resultados de 2019, Deutsche Bank acusaba pérdidas netas por valor de 5.300 millones de euros. El gigante de las finanzas lleva ya cinco años consecutivos presentando pérdidas.

Su consejero delegado, Christian Sewing, se esfuerza desde que llegara hace casi dos años al cargo de CEO en reestructurar y reformar la entidad. También vende optimismo. Con él al frente de Deutsche Bank, se supone que el banco se está reiniciando, entre otras cosas, a través de un programa de ajuste que hará perder a la entidad un quinto de su masa laboral. De aquí a 2022 unos 18.000 puestos de trabajo serán recortados en la empresa.

Sewing no se cansa de asegurar que el banco está “volviendo a sus raíces”, las que hicieron de Deutsche Bank “uno de los líderes mundiales” del sector bancario. En los últimos seis meses, en virtud de las reestructuración en marcha, según dicen en Deutsche Bank, el precio de las acciones ha subido de 6,31 euros por acción en noviembre de 2019 a los 8,56 euros por título en el momento de escribir estas líneas.

Tal vez quieran Sewing y compañía que la fiesta de los 150 años que cumple el banco en marzo sea la celebración de un supuesto renacer. Sin embargo, fiestas cumpleaños aparte, “es muy difícil encontrar algo que celebrar en Deutsche Bank”, dice a eldiario.es David Enrich, periodista del prestigioso periódico estadounidense The New York Times y autor del recientemente publicado Dark Towers – “Torres oscuras” (Ed. Custom House, 2020), un libro sobre Deutsche Bank, su historia y la “senda de destrucción” que ha seguido la entidad en los últimos años.

Según Enrich, en Deutsche Bank “deberían pasar este 150º aniversario tratando de entender cómo las cosas pudieron ir tan mal en el banco, en lugar de celebrar un gran cumpleaños”. A Deutsche Bank no le fue bien en 2019. También acumuló pérdidas multimillonarias en los cuatro años anteriores. Pero la crisis de la entidad con sede en Fráncfort  no acaba ahí.

Lo señala Enrich a este periódico al apuntar la caída del valor de las acciones de la empresa en los últimos trece años. En 2007 el valor de un título de Deutsche Bank llegaba a los 113,33 euros. La diferencia con los 8,56 actuales habla por sí misma.

“Es cierto que, si uno mira lo ocurrido en los últimos meses, el precio de las acciones ha subido. Pero el precio de las acciones de Deutsche Bank ha caído un 92% desde su mejor momento hasta ahora”, comenta Enrich. “Esto significa que, virtualmente, la empresa no vale nada respecto a lo que fue antes de la crisis financiera de 2008. Eso es algo muy complicado de superar en el mundo de los negocios”, añade el autor de Dark Towers.

A Enrich no se le escapa que en los días de la última gran crisis financiera global, Deutsche Bank no fue de los bancos que más sufrieron. De hecho, la entidad que hoy dirige Christian Sewing no precisó de dinero público para mantenerse a flote.

Sin embargo, aquella muestra de resiliencia no implicó que el banco aprovechara la oportunidad para abandonar prácticas que, desde los años noventa, habían proyectado al banco hacia el corazón del casino del capitalismo global. Enrich llega a decir que la entidad se hizo “adicta a los beneficios”. Porque beneficios, haberlos, los hubo. Sólo en 2008 el banco registró sus primeras pérdidas en medio siglo de historia. Con el tiempo, presentar pérdidas se hizo algo más recurrente en la entidad.

Un banco en una crisis difícilmente superable

Deutsche Bank salió de la crisis más fuerte que sus rivales. Pero en lugar de usar esa posición de fuerza tras la crisis para hacerse más fuerte de verdad, deshaciéndose de adquisiciones inviables y de los negocios que no tenían sentido para poder centrarse en las partes de la compañía donde eran fuertes de verdad e importantes para existir, no se hizo nada“, sostiene Enrich. ”Se evitó hacer algo al respecto porque eran adictos a los beneficios y se perdió una ocasión para reiniciar el banco. Es la historia de una ocasión perdida“, abunda el periodista del The New York Times.

Esa adicción, asociada a la gran complejidad de una gran empresa global como Deutsche Bank, puede explicar también muchas de las prácticas por las que el banco alemán ha ido perdiendo lustre. Deutsche Bank ha estado asociada a casos de blanqueo de dinero en Rusia, manipulación de tipos de interés, arriesgadas operaciones financieras y hasta cuestionables negocios con Donald Trump antes de éste ser elegido presidente de Estados Unidos. Todo ello ha contribuido a que Deutsche Bank, a la larga, haya perdido más que dinero.

“La situación de Deutsche Bank ya no tiene que ver con hojas de cálculo ni con sus números en general. Ha perdido la confianza de inversores, consumidores, autoridades y hasta de sus empleados, señala Enrich. ”El negocio de los bancos está basado en la confianza. Si no confías en que tu banco vaya a seguir existiendo, entonces dejas de tener tu dinero ahí“, añade.

Este año es el del 150 cumpleaños de Deutsche Bank, y escuchando a Enrich, parecería que lo mejor que se le puede regalar a Sewing y compañía es la “confianza” del sector. Ésta, al parecer, hace tiempo que el banco la perdió . “El hecho de que nadie crea realmente que la empresa es transparente y honesta de verdad supone una crisis difícilmente superable”, concluye el autor de Dark Towers.

Etiquetas
stats