El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha lamentado este viernes el “desalentador ruido crítico contra el sector” y las “narrativas ventajistas” por la subida de la luz del último año, que ha relacionado con la exponencial escalada del gas. Ese “enorme ruido crítico” es “inmerecido la mayoría de las veces” o basado en “premisas erróneas”, ha dicho Bogas, que ha defendido la actuación “honesta y profesional” del sector: “Ni oligopolio, ni beneficios extraordinarios”.
“Somos uno de los principales inversores industriales de España” y “generamos miles de empleos directos e indirectos”, ha destacado Bogas en su discurso en la junta anual de accionistas de la eléctrica. El ejecutivo ha reconocido que la situación actual de los mercados eléctricos en la UE, y ante una “tensión social creciente” por la escalada de la inflación, “amerita medidas”, pero ha defendido que estas deben abordarse “a nivel europeo”.
Un enfoque que se aleja de la solución ibérica que han pactado España y Portugal, donde Endesa concentra su negocio. Ambos países, amparándose en su escasa interconexión, van limitar a 50 euros por megavatio hora (MWh) la generación con gas. Según estimaciones “muy preliminares” de Endesa, el coste de la medida “podría superar los 6.000 millones de euros” y “tendría que ser asumido por el conjunto de la demanda”, pero es “muy difícil valorar” su impacto a la espera de conocer los detalles.
No obstante, en Endesa “mantenemos nuestra hoja de ruta”. Bogas ha agradecido a Enel su confianza para proponer su reelección como consejero delegado en esta junta para los próximos cuatro años. Y ha recordado que Endesa tiene ya “toda la energía vendida para este año a un precio que nada tiene que ver con el spot”, el mercado mayorista. Endesa es propietaria de la mayor red de distribución en la Península Ibérica y la primera empresa del sector en España y la segunda en Portugal.
El grupo, ha recordado, aspira a invertir 32.000 millones en el periodo 2021-30 para profundizar en la descarbonización. El pasado ejercicio aumentó un 8% su capacidad renovable, hasta 8.400 megavatios (MW), con una cartera de 77.000 MW, para cumplir su plan estratégico 2022-24. El carbón supuso “apenas un 1% de los ingresos” de 2021, ha señalado Bogas.
El turno de preguntas de los accionistas ha sido una sucesión de cerca de una decena de intervenciones muy críticas de representantes de sindicatos y del colectivo de jubilados de la compañía. Uno de ellos ha acusado a la empresa de arrojarles “a la pobreza energética” por eliminar los subsidios a la energía eléctrica que concedía la compañía a sus empleados, a los que en su momento se animó a contar con sistemas de calefacción eléctrica y que ahora están recibiendo facturas “absurdas”. Los recortes, avalados por el Tribunal Supremo, han provocado una batalla judicial entre los afectados y la filial de la italiana Enel.