Movimientos de concentración entre las grandes petroleras españolas tras los multimillonarios beneficios de 2022. Cepsa, la segunda compañía de este sector en Españaha anunciado este lunes un acuerdo para adquirir Ballenoil, el líder español del mercado de las denominadas gasolineras 'low cost', que cuenta a día de hoy con más de 220 gasolineras en España y un plan para alcanzar las 500 en 2027.
La petrolera que controlan el emirato de Abu Dhabi y el fondo estadounidense Carlyle no precisó el importe de la operación, sujeta a la aprobación de las autoridades competentes, entre ellas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Con ella, la energética va a ampliar su negocio de estaciones de servicio superando las 2.000 gasolineras en el mercado ibérico, con unas 1.500 en España, y se consolida como el segundo operador del mercado nacional, tan solo por detrás de Repsol, el líder destacado, que suma más de 3.300 puntos de venta.
La compañía mantendrá la marca Ballenoil, así como su modelo de negocio y actual estructura, para consolidar su posición en el segmento low cost y “ofrecer al mercado una gama de combustibles con precios económicos que faciliten la movilidad en un contexto de alta volatilidad en el precio de la energía, mayor inflación y fuerte crecimiento en la demanda del modelo low cost”.
La transacción es la mayor en este sector desde 2007, cuando la portuguesa Galp compró 300 gasolineras de la italiana ENI que operaban con la marca Agip. Llega en pleno auge del modelo de gasolineras de bajo coste y después de un 2022 histórico para Cepsa, que el pasado ejercicio, al calor de la subida del petróleo y el gas por la guerra en Ucrania, batió su récord de beneficios, lo que le ha permitido repartir 1.400 millones en dividendos a sus accionistas tras desprenderse este año de la mitad de su negocio de Exploración y Producción.
En los últimos años, Cepsa había ido incrementado su red de estaciones de servicio con pequeñas adquisiciones, como las de IS-XXI o los grupos Villanueva, Mateo y Paz, consolidando su presencia en áreas puntuales. Pero nunca en una operación del tamaño de Ballenoil. Hace dos años también estudió la entrada de un socio financiero con una participación minoritaria para su negocio de estaciones de servicio. Finalmente lo descartó.
Plan de crecimiento
El acuerdo con Ballenoil recoge que esta enseña desarrollará un plan de crecimiento para alcanzar las 500 estaciones en 2027. La compañía dirigida por Maarten Wetselaar se fija como objetivo convertir a Ballenoil en “referente en materia de sostenibilidad en el segmento 'low cost', para lo que reforzará progresivamente la oferta de puntos de recarga eléctrica e incorporará la venta de biocombustibles”.
Ballenoil fue fundada en 2010 por David Querejeta -dueño de la empresa de autolavado de coches Ballena Azul- y Juan Sanz y cuenta con unos 350 empleados. Es el mayor exponente del boom de las gasolineras de bajo coste, que han pasado de 3.886 establecimientos en 2012 a las 5.941 a finales de 2022, con un aumento de casi un 53% en una década.
Ballenoil está actualmente presente en todo el territorio peninsular español, y especialmente en Cataluya, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Galicia, Asturias, Cantabria, Murcia y País Vasco. Tiene un modelo basado en el servicio 24 horas, presencia del personal de las estaciones en horario comercial y servicio de autolavado.
Cepsa recuerda que tiene construidos más de 130 puntos de recarga ultrarrápida en sus estaciones de servicio, avanza en el desarrollo de otros 330 y su objetivo en 2030 es contar con este tipo de cargadores en más de 1000 en su red de estaciones. Estos cargadores de al menos 150kW permiten realizar la recarga en aproximadamente 10 minutos (para cargar aproximadamente el 80% de la batería), dependiendo del modelo de vehículo.
En el ámbito de la movilidad sostenible, Cepsa está transformando su red de estaciones de servicio en espacios digitalizados que ofrecen una amplia variedad de servicios de ultraconveniencia y restauración, así como soluciones multienergía para el repostaje en carretera y, al mismo tiempo, alternativas para el transporte pesado terrestre, marítimo y aéreo, a través del desarrollo de moléculas verdes, fundamentalmente biocombustibles de segunda generación e hidrógeno verde.