El cerebro tras la compra de los 1.800 pisos sociales de Blackstone que pelea con Santander por controlar Merlin
Una guerra interna empresarial escenificada en plena semana de Navidad. Una pelea por el control de Merlin Properties, la mayor sociedad de inversión inmobiliaria (socimi) cotizada en España. A un lado, el Banco Santander, que controla casi el 25% del capital de Merlin, que es su principal accionista y quiere marcar el paso. A otro, su consejero delegado, Ismael Clemente, fundador y voz visible de la considerada como principal inmobiliaria del Ibex.
No es una guerra nueva, porque la disparidad de criterios y las diferencias en el modelo de gestión entre Clemente y Santander -de la mano del presidente no ejecutivo de Merlin, Javier García-Carranza- vienen de lejos, según indican fuentes conocedoras. Pero ahora, en esta recta final de 2021, las divergencias en estrategia y formas de gestionar se han hecho patentes y han sorprendido por su dimensión, añaden.
De momento, hay tregua. Este lunes, el consejo de administración de Merlin convocó una reunión de emergencia con el cese de Clemente como único punto del día. Un consejo, donde Santander cuenta con tres de los 13 asientos. Otro es para Ana Forner, en representación del otro accionista de referencia, Nortia (el grupo del ex empresario del sector del juego Manuel Lao), que suma el 6,2%. Además, se sientan en la dirección el propio Clemente, su mano derecha en las últimas décadas, Manuel Ollero; y siete independientes.
Las aguas volvieron a su cauce, en una decisión unánime de mantener al CEO, aunque todo indica que no es el final de la pelea, porque los problemas de fondo siguen ahí y buscar una solución que satisfaga a todos los implicados que quieren llevar la batuta no parece sencillo.
“El consejo de administración, su presidente y su consejero delegado, reiteran su respeto mutuo y su expresa decisión de poner en marcha mecanismos precisos y medidas concretas para la gestión acorde con la mejor gobernanza de la sociedad”, rezaba el comunicado remitido a última hora del lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ni una palabra sobre qué mecanismos y medidas se implementarán porque, de momento, no hay decisión tomada.
El pacto de cerrar la batalla (en falso o no) fue unánime por parte de todo el consejo, después de que trascendieran las divergencias, que serían de calado, sobre el futuro modelo de Merlin como compañía cotizada; y sobre quién tiene que estar al frente.
El hombre que puso Madrid en el foco de Blackstone
En el sector definen a Ismael Clemente como cercano en el trato, locuaz y, al mismo tiempo, ambicioso. Una locuacidad que ha quedado plasmada en numerosas entrevistas e intervenciones públicas donde Clemente ha desvelado opiniones que, en muchas ocasiones, nadaban contra corriente en un Ibex que, casi siempre, prefiere el perfil bajo.
Pero Clemente no ha ejercido perfil bajo, prácticamente, en ningún momento de la última década.
Uno de los pasos clave fue su mediación en 2013 para que el fondo Blackstone se convirtiera en uno de los grandes propietarios de pisos sociales de Madrid, que sentó en el banquillo a la alcaldesa Ana Botella.
Entonces, Clemente encabezaba la firma Magic Real Estate. Antes ya había estado en la gestora inmobiliaria de Deutsche Bank. Fue el mediador clave para que el megafondo estadounidense se fijara en los 1.860 pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), que compró por debajo del precio tasado. Blackstone pagó cerca de 130 millones de euros. De hecho, la acusación citó a declarar a Clemente en la causa, por su labor de asesoramiento a Blackstone, según recoge 'El Confidencial'.
Precisamente, su mano derecha en esa operación Miguel Oñate, actual director general corporativo de Merlin, ha sido uno de sus defensores en la pelea en la cúpula de la socimi. En una misiva, Oñate, el equipo directivo y la plantilla respaldaron a Clemente antes de la reunión del consejo. Aseguraron que la sociedad de inversión inmobiliaria “no se merece comportamientos abusivos y feudales por parte de minoritarios”, en una clara referencia a la mar de fondo que arrastra la cotizada.
En esa carta, aseguran que Clemente impulsó el proyecto de Merlin “desde la nada” y que su equipo directivo “velará por los intereses de la sociedad hasta el final”. “No cederemos ante el abuso”, concluyen en su misiva.
De momento, los inversores parecen estar de su lado. Castigaron el valor ante su previsible marcha y lo respaldaron al saber que se queda. Este lunes, tras confirmarse la 'guerra' en el consejo, la acción se desplomó un 6,34%. Y este martes se recuperó un más de un 4%, lo que deja el precio de la compañía en el parqué por encima de los 4.300 millones de euros.
Como contexto sobre la dimensión de Merlin, es la mayor inmobiliaria cotizada y la mayor socimi de España, cuyos activos -más de 1.000- tienen que estar exclusivamente ligados al alquiler. En su caso, con un valor aproximado de 12.900 millones de euros.
Las declaraciones de Clemente
El CEO de Merlin Properties no suele ser parco en calificativos en sus intervenciones públicas. Este otoño, en vísperas de que el Gobierno presentara el anteproyecto de Ley de Vivienda, que busca controlar los precios en las zonas con tensión en los alquileres, Clemente abogó por convertir locales comerciales en pisos.
“Lo necesitamos como el comer, porque intentamos controlar los precios de la vivienda con medidas ocurrentes y absurdas, cuando podemos transformar el comercio en vivienda”, aseguró en octubre en un evento organizado por Barcelona New Economy Week.
Meses antes, en plena primera ola de la pandemia, aseguró en una entrevista a elDiario.es que la menor carga fiscal de España respecto al PIB, en comparación a otros países europeos, está vinculada a la “existencia tremenda de una economía sumergida”.
“Hay que ser sensato, saber cómo actuar sobre el sistema tributario sin romperlo, porque tiene unos equilibrios muy frágiles. Hay que tratar bien a quien paga impuestos en España, tiene su negocio en España, sus barcos con bandera española, vive aquí, que gasta aquí, que tiene obviamente unos trenes de vida altos como consecuencia de sus ingresos. Déjalos que funcionen. Lo que sería maravilloso es que España tuviera cincuenta Amancio Ortega, porque irradian riqueza a su alrededor”, aseguró.
También han estado en el foco sus retribuciones como CEO. En 2019, fue el sexto ejecutivo del Ibex con el sueldo más alto. Retribución que en 2020, rebajó a la mitad. Desde 2014, con la salida a bolsa de Merlin, ha percibido cerca de 35 millones de euros. Además, si finalmente sale de la socimi, Clemente recibiría una indemnización de 4 millones. De momento, su salida aún no tiene fecha.
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