Que hacer la compra es más caro que antes de la pandemia lo indican los datos del IPC que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) y también los análisis que se hace el gran consumo. “Una compra de 100 euros en 2019 costó 126 euros en 2023”, concluye la consultora NielsenIQ, que ha presentado el análisis de la situación del consumo en el último año.
Según esta firma de análisis, vamos un 8% más a hacer la compra. “Se hacen cestas más frecuentes y con menor número de artículos”, indica la firma, algo que ya ocurrió en la crisis financiera anterior y que se mantiene como tendencia cuando la situación económica se complica.
Sin embargo, el mayor precio promedio hace que compremos un 6,5% menos de unidades. Es decir, los consumidores compran menos, pero lo que adquieren es significativamente más caro y se suelen hacer “cestas de ajuste”, para reponer solo lo que se vacía en la despensa.
Esta situación de precios deriva en que el 93% de los consumidores ha modificado el comportamiento de compra para gestionar el gasto. Un cambio de hábitos que se traduce en cuatro tendencias. La primera, en comprar más las marcas de la distribución. La segunda, controlar lo que se gasta. También, buscar promociones y cambiar de tienda para aprovecharlas y comprar siempre las marcas que estén a mejor precio
En cuanto a la marca de distribución, el 48% de las ventas del gran consumo son de marca blanca -dos puntos porcentuales más que en 2022-, algo que ocurre sobre todo en los artículos de droguería y de limpieza, donde estas enseñas copan 6 de cada 10 productos que se venden. Según NielsenIQ ya hay un 20% de las cestas de la compra que solo están integradas por productos de marca blanca, algo que compran todo tipo de familias, pero sobre todo las que tienen hijos adolescentes -ahí el porcentaje sube al 25%- y los hogares más jóvenes.
En cuanto a los descuentos y las ofertas, ahora se buscan de forma activa y casi la cuarta parte de todo lo que se vendió en 2023 en los súper e hipermercados fueron productos que estaban en oferta -un punto porcentual más que en 2022-, sobre todo, descuentos directos en precio.
Esta firma de análisis constata que, con la subida de precios, el gran consumo sigue creciendo en volumen de ingresos, hasta superar los 117.000 millones de euros. Un dato que representa un crecimiento de más del 10% respecto al año previo.
Gana Mercadona y la marca blanca
Si se ven los datos mes a mes, la cesta de la compra comenzó a dar un respiro en la intensidad de las subidas en agosto y cerró el año con una alza del 4,8%, pero en marzo la subida llegaba a superar el 14%. Además, desde ese mismo mes de agosto también hay cierta recuperación en el volumen, que también repuntó cerca de un 4% en diciembre.
Los frescos crecían al cierre del año casi un 9% en precios, sobre todo la verdura o la carnes. Pero en alimentación seca, donde está el aceite, el crecimiento de precios, en el año, superó el 12%. “Ha habido un trasvase de demanda del oliva al girasol”, indica la firma de análisis, sin dar más detalles. También destaca lo que ha ocurrido con las bebidas, donde ve un crecimiento de ventas de aguas, por el turismo y por la sequía, en determinadas zonas, por ejemplo, en la Comunitat Valenciana, más 2%; o Murcia, más de 3% y Catalunya, un 1,7%.
Margenes estables y más promociones
Por cadenas de súper e hipermercados, Mercadona sube en cuota (un 0,6%) y copa el 27,6% de todo lo que se vende. Por detrás se sitúa Carrefour (que cae mínimamente y se queda con el 7,5%) y Lidl que avanza dos décimas y tiene una cuota de mercado del 6,1%. Dia se queda en la cuarta posición -pierde 0,4 puntos- y tiene una cuota del 4,8%.
¿Y qué ocurre con los márgenes? “Están en torno al 2%” asegura NielsenIQ. “El gran consumo va muy ajustadito y cuando suben los insumos, se trasladan, si no se hace es muy difícil de sostener la rentabilidad. No hay otra”, ha asegurado Patricia Daimiel, Managing Director South Europe at NielsenIQ. “Si no suben los insumos, la geopolítica que nadie controla, el cambio climático, pues el aceite de oliva seguirá subiendo. No hay otra”. En cuanto a la rebaja del IVA en los productos básicos, la responsable de NielsenIQ afirma que “ha ayudado”.
Lo que sí ve esta firma de análisis es que este año habrá más promociones. “Se reactivaron en la segunda mitad del año. Empieza a bajar suavemente la inflación. La promoción va a jugar un papel fundamental. Lo importante es que sean eficientes. Los precios probablemente seguirán subiendo pero de una forma más suave y la trayectoria es que sea más contenida, entre un 3% y un 5% de subida de precios sería fantástico”, ha asegurado Patricia Daimiel.