- El Gobierno chino responde así al anuncio de Washington de que incrementará en un 10% los aranceles sobre exportaciones del país asiático, valoradas en 300.000 millones de dólares
China ha anunciado este martes la suspensión de la compra de productos agrícolas de Estados Unidos, como respuesta al reciente anuncio de Washington de que incrementará en un 10% los aranceles sobre exportaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares.
En un comunicado publicado este martes en su página web, el Ministerio de Comercio chino consideró esta subida arancelaria, con efectos a partir del próximo 1 de septiembre, como “una grave violación de la reunión entre los jefes de Estado de China y Estados Unidos”.
“Se ha acordado que la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado no descarte gravámenes a la importación a productos agrícolas de Estados Unidos recientemente adquiridos después del 3 de agosto, y las empresas chinas relacionadas han suspendido la compra de productos agrícolas estadounidenses”, indica el texto.
El Ministerio de Comercio se vanaglorió de la “enorme capacidad de mercado” del país asiático y se arrogó “unas perspectivas brillantes para la importación de productos estadounidenses agrícolas de alta calidad”.
Sin embargo, dejó claro que estas “perspectivas brillantes” van sujetas a que Washington “ponga en marcha el consenso alcanzado en la reunión entre los jefes de Estado de China y EEUU, y tenga la confianza de poner en práctica los compromisos para crear las condiciones necesarias para la cooperación en el sector agrícola entre ambos países”.
Este anuncio supone un peldaño más en el incremento de las tensiones en la guerra comercial que ambos países libran desde el pasado año, y que ha entrado en un nuevo capítulo desde que, la semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara las citadas medidas arancelarias ante la falta de progresos en las negociaciones comerciales.
Caída del valor del yuan
En lo que varios analistas consideraron una respuesta a los nuevos gravámenes decididos por Trump, el yuan chino rompió el lunes la barrera psicológica de las siete unidades por cada dólar, algo que no sucedía desde abril de 2008.
Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad, aunque el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones.
La respuesta a esa caída del valor del yuan no se hizo esperar, y el mismo lunes el Departamento del Tesoro de EEUU tildó a China de país “manipulador de divisas” y amenazó con tomar represalias para acabar con sus injustas ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional.
Pérdidas en Wall Street
Wall Street cerró este lunes con las mayores pérdidas porcentuales del año en sus tres indicadores, del 2,90 % en el caso del Dow Jones de Industriales, en reacción a la escalada en la guerra comercial EE.UU.-China y a la depreciación del yuan a niveles de 2008.
Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el principal indicador del mercado recortó 767,27 puntos y se situó en 25.717,74, después de moderar su descenso en los últimos minutos desde un desplome intradía de 960 enteros.
El selectivo S&P 500 retrocedió un 2,98 % u 87,31 puntos, hasta 2.844,74, mientras que el índice Nasdaq se llevó la peor parte y se deslizó un notable 3,47 % o 278,03 puntos, hasta 7.726,04, lastrado por el gigante tecnológico Apple (-5,23 %).
No en vano, el sector tecnológico fue el más perjudicado de lo jornada, con un descenso del 4,07 %, seguido por el financiero (-3,25 %), el energético (-2,97 %), el de las comunicaciones (-2,91 %) y el industrial (-2,77 %).
El parqué neoyorquino comenzó la jornada sumido en el pesimismo y así la acabó, penalizando la escalada de tensión entre las dos potencias que ha generado el anuncio de nuevos aranceles a productos chinos del presidente Donald Trump, el pasado jueves.
Trump indicó que impondría aranceles del 10% a productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre ante la falta de progresos en las negociaciones comerciales, ante lo que el Gobierno chino prometió represalias.