Banco Sabadell es la primera gran entidad financiera en sacar su domicilio social fuera de Catalunya. El consejo de administración ha aprobado este jueves decidir el traslado. Se ha decantado por Alicante (sede de la CAM absorbida por Sabadell en 2012), en detrimento de otras opciones como Oviedo (donde está la central de Banco Herrero también del grupo) o Madrid.
La noticia ha caído como una bomba y por los chat de whatsapp algunas voces independentistas ya clamaban en la mañana de este jueves por sacar el dinero de la entidad como medida de boicot. Sin embargo, debido a la diversificación, Sabadell ya solo tiene un 15% de su negocio en la comunidad, lo que ha llevado a la gestión a sopesar los pros y los contras de este cambio que buscaba, sobre todo, frenar la caída en bolsa.
Las principales magnitudes son las siguientes: la entidad tiene un 68% de su negocio en España. Dentro de España, Catalunya es el 26% del negocio –a junio de 2016–, pero en el conjunto de la entidad se queda en un 15%. Con todo, Catalunya por sí sola es la principal región por unidad de negocio dentro del banco.
En 2016, Catalunya concentraba el 30,5% del riesgo del grupo en España, 40.727 millones de euros. En 2009, Catalunya todavía suponía el 53% de la exposición al crédito del grupo en España, según las cuentas de ese ejercicio. Esta drástica reducción se debe a la expansión geográfica que ha llevado a cabo la entidad en los últimos diez años mediante compras.
La más significativa fue la de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo en 2012, que le permitió convertirse en quinto banco de España e incrementar sus activos un 75%. En 2013 compró el Banco Gallego, la red en Catalunya y Aragón de BMN (antigua Caixa Penedés) y el negocio del británico Lloyd's en España. En el exterior, su adquisición más destacada fue la del británico TSB en 2015 por unos 2.340 millones.
La entidad, muy especializada en ofrecer los servicios a pymes –que suponen un 22% del negocio más un 13% de las grandes empresas–, es la cuarta en cuota de mercado en Catalunya según datos de JPMorgan. Las primeras, siempre según esta entidad, son BBVA, Caixabank y Santander. En su fundación, en mayo de 1882, participaron empresarios textiles de la zona y siempre ha estado muy vinculado a la burguesía catalana.
Fuentes bancarias aseguran que el riesgo de que se castigue a la entidad cerrando cuentas es mínima. Aunque muchos clientes pequeños puedan haber tenido la decisión de sacar el dinero por miedo o por boicot, las grandes cuentas se lo piensan mucho más a la hora de hacer un movimiento así.
El cambio de domicilio social manda un mensaje a los inversores internacionales, que el miércoles habían castigado con dureza a la entidad, con una caída de casi el 6%. Pese a este recorte, el banco sube todavía un 20% en el año, pero la incertidumbre seguiría penalizando a la entidad en bolsa.
Esta señal a los mercados internacionales, que premiaron a la entidad con una subida del 6,16%, es el único efecto inmediato de la entidad. Hubiera o no una Declaración Unilateral de Independencia, el banco seguiría bajo el paraguas del BCE y accedería a todos los recursos de liquidez. Tendría que ser España la que reconociera formalmente que Catalunya ya no forma parte del Estado para que el BCE decidiera desengancharla. Algo similar ocurre con el Fondo de Garantía de Depósitos.
Pero si los clientes no corren peligro, sí lo corrían las inversiones de los accionistas. El tamaño y la marca algo menos de Sabadell le situaban en la diana del castigo de los mercados por la incertidumbre por Catalunya.
Primer accionista: Blackrock
En su accionariado ya no hay rastro de las familias catalanas que en su momento participaron en el banco. El fondo estadounidense Blackrock se ha convertido en primer accionista con un 5,066%, tras adquirir en agosto pasado un 1% adicional. Se ha situado por delante del multimillonario mexicano David Martínez Guzmán, que en 2013 compró un 5% que a cierre de 2016 se había diluido hasta el 3,42%. Martínez Guzmán es un misterioso inversor que forjó su fortuna comprando deuda de empresas y países en problemas. Antiguo miembro del grupo ultracatólico de los Legionarios de Cristo, con gran predicamento entre las altas esferas de su país de origen, es consejero del Sabadell desde marzo de 2014 y canaliza su participación a través del fondo que preside, Fintech Investments, radicado en Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal.
Sabadell cuenta desde 2000 con una filial en Andorra de la que controla el 51% y que algunos defraudadores españoles acogidos a la amnistía fiscal que puso en marcha Cristóbal Montoro en 2012 utilizaron para ocultar fondos al fisco español durante años. Con activos de 657 millones y dirigido a clientes particulares de renta media y alta y a empresas, BancSabadell d'Andorra es el cuarto banco en el Principado, que dejó de ser considerado paraíso fiscal por España hace un lustro y se ha comprometido con la UE a poner fin a su secreto bancario a partir de este año.
Según sus últimas cuentas anuales, Banco Sabadell tenía a cierre de 2016 una red de 2.767 oficinas (587 de ellas pertenecientes a TSB). De las 2.119 que tenía en España, Catalunya concentraba el 30,1% (638 sucursales), seguida de Comunidad Valenciana (381, el 17,9% del total en España); Madrid (201 oficinas, el 9,48% del total), Murcia (6,69%).
En 2016, Sabadell devengó un Impuesto de Sociedades (en Barcelona) de algo más de 276 millones de euros.