Las algo más de sesenta páginas del programa que servirá como base para la propuesta económica final de Podemos están llenas de ideas que, de una forma u otra, la formación de Pablo Iglesias ha ido desgranando a lo largo del tiempo. Aunque faltan las cifras, el texto menciona unas líneas generales que el partido tendrá que definir. Contiene, también, matices -significativos en unos casos, más suaves en otros- sobre algunas de sus grandes propuestas, pero también nuevas ideas que hasta ahora no habían aparecido, al menos explícitamente, en el discurso de Podemos. ¿Cuáles son esas diferencias?
Sistema de pensiones. Es quizá la propuesta que más distancia marca con la línea que Podemos ha defendido desde la elecciones europeas. Han sido varias las ocasiones en las que Pablo Iglesias y otros miembros de Podemos han hablado de bajar la edad de jubilación a los 60 años.
El documento de trabajo redactado por los economistas Juan Torres y Vicenç Navarro fija, sin embargo, los 65 años como edad de retiro. Mencionan, no obstante, que esa edad debe ser flexible para tener en cuenta profesiones y situaciones diversas, y también a las personas que quieran alargar su carrera laboral. Actualmente, el sistema ya es flexible, aunque con limitaciones y penalizaciones en el caso de las personas que deciden retirarse antes de la edad legal.
El partido no había entrado en más detalles sobre el sistema de pensiones, mientras que el documento sí habla de otras reformas, como revisar las bases mínimas y máximas de cotización, equiparar las pensiones no contributivas (cuya cuantía es muy baja) al mínimo de las pensiones contributivas o aumentar la cotización en los régimenes especiales.
Renta básica. La propuesta de Torres y Navarro contiene otra matización importante. Hasta ahora, los integrantes de Podemos hablaban de renta básica, un concepto que se refiere al pago de un salario ciudadano para todas las personas. Ahora, la idea esbozada en el documento no menciona ese concepto y alude a una renta mínima garantizada. Esto es, a una prestación que cobre todo el mundo que por determinadas circunstancias no haya podido conseguir ingresos dignos.
Sería, por tanto, una prestación condicionada a unos requisitos que aún no se conocen. Los dos economistas han expresado su intención de que esta renta sea reconocida como un derecho, y no como una ayuda asistencial.
Nacionalización. Otra de las grandes diferencias tiene que ver con el control de los sectores estratégicos de la economía, algo de lo que el programa de Podemos para las europeas hablaba explícitamente y de lo que no hay referencias en el documento económico. Entonces, la formación proponía recuperar el control público de estos sectores (telecomunicaciones, energía, transporte, sanidad, farmacéuticas, y educación) a través de una adquisición pública que garantizara la participación mayoritaria en estas empresas, o bien crear empresas estatales suministradoras de estos servicios. La otra cara de la propuesta era “limitar las privatizaciones de las empresas, reconociendo el derecho patrimonial de la ciudadanía sobre las empresas públicas y el carácter meramente gestor del Gobierno sobre las mismas”.
El programa elaborado por los dos economistas no hace mención a ninguna de estas dos propuestas. Solo habla de eliminar sobrecargas “procedentes del monopolio en sectores como la electricidad, energía, telecomunicaciones, financiero y otros servicios básicos”, una afirmación muy ambigua que puede referirse a varias posibilidades y que tiene poco que ver con la claridad del programa europeo.
Empresas de trabajo temporal. Eliminar las empresas de trabajo temporal era otra de las medidas que incluía Podemos en su programa electoral europeo, algo a lo que no se refiere el documento económico. Este texto habla de derogar la última reforma laboral, que contenía medidas para aumentar el poder de acción de estas empresas que, sin embargo, ya existían desde hacía años.
Derecho a la alimentación. El texto elaborado por los dos economistas menciona un asunto novedoso: reconocer en la Constitución el derecho a la alimentación como derecho humano universal “que garantice que las personas tengan acceso a una alimentación adecuada y a los recursos necesarios para tener en forma sostenible seguridad alimentaria”.
Deuda. Ha sido una de las grandes apuestas del discurso de Podemos: auditoría de la deuda e impago de la parte ilegítima. Durante la presentación del programa económico, Torres y Navarro se alejaron de términos como quita o impago, pero sobre el papel la propuesta es similar: negociar con los mercados pagos flexibles de la deuda, lo que en la práctica supone una reestructuración.
Si hay una diferencia es que el programa para las europeas daba por hecho que se produciría el impago de una parte de la deuda, mientras que en el documento de los economistas la palabra impago no aparece. Sí dice que España debe prepararse para una coyuntura donde la reestructuración de la deuda de los países de la periferia sea un hecho y que para ello debe hacerse fuerte para poder negociar tipos de interés, periodos de carencia, plazos de vencimiento o quitas parciales.