La CNMC se alía con el resto de reguladores europeos para frenar la supresión del 'roaming'

Pau Collantes / Pau Collantes

Bruselas —

Cuando el pasado mes de julio la Comisión Europea anunció la supresión del 'roaming', el sobrecoste derivado de usar Internet en el móvil en otro país miembro de la Unión Europea, la directiva fue presentada como un argumento más de por qué debemos creer en la UE. Inicialmente prevista para este 2014 y finalmente retrasada a diciembre de 2015, el Roaming Like at Home (“llame como en casa”, como se conoce esta directiva) sufre ahora fuertes presiones internas que piden su demora, cuando no directamente su cancelación. Por un lado están los operadores (las telecos), por otro los reguladores nacionales de telecomunicaciones, figura que en España encarna la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Y los segundos acaban de publicar un controvertido informe en el que ha participado la CNMC en el que señalan sin ambages que la eliminación de la -también denominada- itinerancia de datos “no es sostenible ni viable”.

Se trata de un análisis de 21 páginas publicado el 18 de diciembre y firmado por el BEREC, el grupo de trabajo compuesto por los reguladores europeos de telecomunicaciones que la CNMC copreside. La no-viabilidad del fin del roaming parte, según el BEREC, “de una situación más compleja” debido a las “diferencias entre las compañías” y sus tarifas y a los “distintos patrones de consumo de los ciudadanos dentro de cada estado miembro”. El grupo de trabajo copresidido por Competencia asegura que la introducción del Roaming Like at Home generará “distorsiones” y asienta sus críticas en la “defensa de la competencia, de la inversión, de los consumidores europeos” y de todo lo que suene a libre mercado fundamentalmente.

Eldiario.es ha contactado con la CNMC para consultar la posición española en el documento del BEREC: “Defendemos cualquier medida que resulte en un beneficio para los usuarios españoles y eso incluye la bajada de los precios de roaming internacional [algo que ya se produjo en julio de este año]”, señalan fuentes autorizadas. “Pero en cuanto a la supresión de la itinerancia, nuestro interés es evitar que la eliminación de los sobrecostes de 'roaming' puedan implicar una distorsión de la competencia o una subida de los precios de móvil en España”.

La argumentación de la CNMC es la siguiente: dado que España como país turístico es “receptor neto de roaming”, provee más roaming del que consume; es decir, que las telecos españolas se benefician del uso de itinerancia de datos en suelo nacional por parte de visitantes procedentes de la UE. Competencia incluso añade que “en determinadas épocas del año, los operadores proveen una infraestructura especial para dar un servicio de roaming adecuado a los turistas”. Por lo tanto, razona la CNMC, si la supresión de la itinerancia de datos en toda la Unión provoca una caída en las tarifas, “los operadores españoles optarán por no hacer esa inversión especial y reducirán la calidad del servicio” o, peor aún, “harán la inversión y repercutirán el coste en las llamadas nacionales”.

Un punto de vista que coincide casi milimétricamente con la tesis de los grandes operadores mundiales del sector, según la cual el fin del sobrecoste por tirar de datos en el extranjero tendría efectos nocivos sobre el servicio mismo. “La directiva apuntaría a aumentar el número de usuarios que usan el roaming en el extranjero. Pero si encima los operadores son incapaces de recaudar más con los clientes nacionales, los ingresos de las compañías mermarían y su deuda aumentaría”, se lee en otro pasaje.

La veintena de páginas del informe del BEREC son de un elevado lenguaje técnico que a veces cuesta entender, pero que en definitiva reclama a la Unión Europea medidas adicionales para proteger a los operadores de un filón que en teoría van a perder a partir de 2015. Así, los reguladores europeos proponen dos medidas adicionales: limitar el uso del 'roaming' en el extranjero o una regulación tarifaria más estricta del servicio por parte de las telecos. Cualquiera de ambas supondría la muerte de la filosofía inicial de la directiva Roaming Like at Home, la posibilidad de viajar a cualquiera de los 28 países de la UE y conectarse a Internet con el móvil sin sobrecoste adicional.

El 55% de los españoles nunca viaja al extranjero

El BEREC incorpora una serie de estadísticas en los anexos del informe que revelan el uso que los clientes de los estados miembros hacen de la telefonía móvil. Por ejemplo, el uso de datos a nivel nacional le cuesta a cada usuario una media de 170 euros por año, pero en España cada cliente se deja en la itinerancia 193 euros anuales. Los españoles gastan en 'roaming' nacional (los datos que consumen sus terminales) más que la mayoría de países, pero dedican menos minutos al mes (115) a navegar por Internet que la media del resto de países (133).

Peor parados salen los españoles con relación al uso de 'roaming' en el extranjero. De acuerdo con el informe, el 55% de los españoles nunca viaja al extranjero, porcentaje que solo superan los búlgaros (63%), portugueses (61%) y rumanos (57%). Solo el 16% de los españoles viaja al menos una vez al año, indica el BEREC basándose en estadísticas nacionales. Cifras que parecen reforzar la posición de Competencia.