La CNMV analizará si el uso de la inteligencia artificial en Bolsa aumenta los riesgos del mercado

Diego Larrouy

27 de febrero de 2024 13:30 h

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La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha presentado este martes su programa de actuaciones para este ejercicio, marcando los objetivos prioritarios que se marca. Entre ellos, se ha puesto sobre la mesa el creciente uso de la inteligencia artificial en determinadas operaciones en el mercado. El organismo supervisor que dirige Rodrigo Buenaventura analizará si su utilización puede suponer nuevos riesgos para el mercado de valores o acrecentar los que ya existen.

Este es uno de los 42 puntos que se ha marcado la CNMV como tareas para realizar durante todo el año 2023. En concreto, va a llevar a cabo un análisis de la utilización de la inteligencia artificial en la negociación algorítima, un modelo de actuación en el mercado basado a parámetros preestablecidos que llevan a cabo algunas entidades. La CNMV “desarrollará una actuación de supervisión sobre entidades que utilizan este tipo de negociación con el fin de entender el uso de las nuevas técnicas de inteligencia artificial en los mercados españoles”. Con ello, como derivada, se contribuirá a “identificar si determinadas técnicas de inteligencia artificial crean nuevos riesgos o agravan los ya existentes para las propias entidades y para el sistema en su conjunto”.

En este sentido, la CNMV también tiene intención de explorar los avances relacionados con la IA desde una doble perspectiva. Por un lado, estudiará su uso en el ámbito de las finanzas y los desafíos que presenta para la supervisión y, en el contexto del 'sandbox' —un campo de pruebas regulatorio para el desarrollo de productos—, analizará casos de uso de la aplicación de la IA generativa en los servicios de inversión.

Por otro lado, el supervisor también valorará posibles usos de la inteligencia artificial para mejorar los procesos y procedimientos de la institución. “Hay riesgos de estabilidad y resiliencia de las infraestructuras y entidades reguladas, pero también hay oportunidades”, ha explicado el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, en una rueda de prensa en la que ha detallado el Plan de Actividades. Ha agregado que la institución ya ha tenido “experiencias muy positivas” explorando el uso de la IA en la actividad de supervisión diaria.

Más allá de la inteligencia artificial, la batería de apartados en los que se centrará el supervisor del mercado de valores también incluye a otros aspectos de importancia clave para el sector financiero. Uno de ellos es el vinculado al desarrollo de los procesos trazados por Mica, la normativa europea que marcará la regulación de los criptoactivos en Europa y los sistemas de protección a los inversores. Si bien, ha aclarado que “no debe convertirse en una confusión de que como está regulado ya no tiene riesgos”.

El supervisor también pone el foco en el seguimiento de aspectos que han ganado presencia en los últimos años como la vigilancia sobre el conocido greenwashing. “La estrategia de la CNMV para los próximos años se centrará en la protección de los inversores más vulnerables, en equiparlos para evitar que caigan en esquemas fraudulentos y en combatir prácticas inadecuadas como el blanqueo ecológico o greenwashing”, apunta el informe.

La presentación de este documento también ha dejado espacio a una rueda de prensa donde se ha preguntado en repetidas ocasiones al presidente de la CNMV sobre uno de los temas candentes en las últimas semanas en su departamento: el caso Grifols. El supervisor intervino después de que Gotham publicara un informe con dudas sobre las cuentas y el endeudamiento de la compañía. La CNMV requirió a la empresa catalana una mayor información sobre estos aspectos, a la que luego llegó otro requerimiento.

Sin embargo, Buenaventura ha evitado ir más allá de esas comunicaciones hechas por el supervisor, ya que el proceso sigue en marcha. “Hemos recibido esta documentación hace pocos días y todavía nos llevará semanas llegar a la conclusión”, ha apuntado el presidente del supervisor. Si bien, ha descartado, salvo que las conclusiones digan lo contrario, que este caso vaya a suponer un cambio en los sistemas de supervisión y control de las empresas cotizadas. “El sistema que tenemos es el mismo que en el resto de Europa”, ha enfatizado.