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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La CNMV obligará a los consejeros de las cotizadas a comparar la evolución de sus sueldos y los de sus empleados

¿Van en paralelo los sueldos de los consejeros de las compañías cotizadas con lo que cobran sus plantillas y la marcha de sus beneficios? La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) va a obligar a los máximos responsables de estas empresas a despejar esta incógnita próximamente en el informe anual de remuneraciones de los consejeros (IARC) que deben someter al voto (casi siempre, consultivo) de sus accionistas.

El regulador bursátil prepara una modificación de la circular del IARC que las compañías tienen que publicar cada año para obligarles a incluir “un cuadro en el que se pueda observar la evolución durante los últimos cinco años de la variación relativa anual de la remuneración anual de cada consejero, de la remuneración anual media de empleados no consejeros y del resultado anual de la entidad”. 

La medida figura en el Plan de Actividades para 2021 que el nuevo presidente del organismo, Rodrigo Buenaventura, presentó este miércoles en una rueda de prensa telemática. El documento destaca que “el área de trabajo de la CNMV sobre gobierno corporativo continuará siendo de gran relevancia”. La iniciativa forma parte de los trabajos para la completa transposición, “este año”, de una directiva europea de 2017 para el fomento de la implicación a largo plazo de los accionistas. 

Esa transposición directiva está en el Senado y la circular debería estar publicada en el BOE antes de finales de este año, según fuentes de la CNMV, por lo que entraría en vigor para los informes anuales de remuneraciones del ejercicio 2021 que se publiquen el año que viene.

El plan de actividades recoge asimismo una modificación del contenido obligatorio de los informes anuales de gobierno corporativo para reforzar la información sobre operaciones de los consejeros con partes vinculadas (empresas o personas físicas). También emana de esa norma europea. 

Rendimiento a largo plazo

La directiva consideraba “esencial examinar la remuneración y el rendimiento de los administradores no solo una vez al año, sino también durante un período de tiempo adecuado que permita a los accionistas, los posibles inversores y los interesados evaluar adecuadamente si la remuneración recompensa el rendimiento a largo plazo y valorar la evolución de medio a largo plazo del rendimiento de los administradores y su remuneración, en particular en relación con el rendimiento de la empresa”. 

“En muchos casos, solo después de varios años es posible apreciar si la remuneración percibida estaba en consonancia con los intereses a largo plazo de la sociedad. En particular, la concesión de incentivos a largo plazo puede abarcar períodos de hasta siete a diez años y combinarse con aplazamientos de varios años”, recuerda ese texto de 2017.

En el caso del Ibex 35, el índice que aglutina a las mayores empresas cotizadas de España, los sueldos de sus consejeros encadenaron en los ejercicios previos a 2020 una trayectoria ascendente que parecía imparable hasta que llegó la pandemia que lo cambió todo. En 2019, la retribución media por vocal superó por primera vez los 700.000 euros, su sexto récord anual consecutivo, y los pagos a cada consejo de administración del Ibex crecieron de media un 2,8%, hasta superar los 9,5 millones.

La racha se truncó el año pasado. Tras la catástrofe económica y sanitaria del coronavirus, las empresas del Ibex sumaron pérdidas récord de 7.334 millones y (con excepciones como Acciona o Iberdrola) hubo cierta moderación en los pagos a sus máximos órganos de gestión. Sin contar a Indra, la única que todavía no ha publicado datos, los consejeros se repartieron unos 286 millones, un 9,2% menos que un año antes.

La CNMV ya ha comparado en el pasado la evolución de los sueldos de las cúpulas del Ibex con otras variables. En 2019, un estudio pionero publicado en el boletín trimestral del organismo constató que los ejecutivos del selectivo tenían “una exposición a la rentabilidad de la empresa muy baja”. Comparaba sus retribuciones y la evolución de su cotización en el periodo 2013-2017. Su conclusión fue que la remuneración creció un 59%, el triple de lo que se había revalorizado el índice en Bolsa. Y advertía de que las millonarias pensiones del Ibex, un elemento distintivo de España, incentivan que los ejecutivos se comporten como si fueran acreedores y no accionistas.

Estudios empíricos

Para arrojar más luz sobre este asunto, el nuevo plan de actuación de la CNMV contempla celebrar este año una conferencia sobre estudios empíricos sobre sistemas de remuneración e incentivos de directivos y consejeros de empresas cotizadas que tuvo que suspenderse el año pasado por la pandemia. Se organizará en colaboración con SUERF (The European Money and Finance Forum), asociación sin ánimo de lucro de la que forman parte entidades públicas y privadas. 

Asimismo, se valorará la elaboración de un posible código de buenas prácticas para fomentar la implicación a largo plazo de los accionistas y se realizará un estudio de los códigos más relevantes aprobados en los últimos años, como el británico o el japonés, o las buenas prácticas incluidas en los Principios de Gobierno Corporativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con el objetivo de valorar actuaciones adicionales en esta área. 

De considerarse procedente, se elaborará a continuación un código de buenas prácticas, que se sometería a consulta pública. Para redactarlo se contaría con un grupo de expertos constituido al efecto, que tendrá también en cuenta las opiniones de otros supervisores nacionales, así como de representantes de entidades no necesariamente bajo la supervisión de la CNMV, como los fondos de pensiones.