El Comité de IVA de la Comisión Europea ha autorizado a Portugal una reducción del término fijo del recibo de la luz y el gas desde el 23% actual hasta el 6%, según avanza este martes Dinheiro Vivo.
La medida, limitada a suministros de electricidad con una potencia contratada de hasta 3,45 kilovatios y a consumos de gas natural que no superen los 10.000 metros cúbicos anuales, supondrá, una vez esté en vigor, un ahorro estimado de unos 10 euros al año en la factura de la luz de un usuario acogido al mercado regulado.
Inspirada en el modelo francés, donde se aplica un IVA del 5,5% al término fijo (independientemente de la potencia contratada) y un 20% al variable (la energía consumida), la rebaja, anunciada en octubre, estaba incluida en los últimos Presupuestos del Estado del Gobierno del socialista Antònio Costa. Cuando se aplique, va a beneficiar a 3,1 millones de consumidores de electricidad (el 45% de los contratos) y a 1,4 millones en gas natural (92% del total).
Según un documento usado como base para la consulta a Bruselas, con esta bajada se persigue “reducir los costes asociados al consumo de energía” y proteger a los consumidores “sin provocar con ello una gran erosión en la recaudación por IVA”, que según las previsiones del Gobierno luso caerá en unos 37 millones de euros.
Portugal, que seguirá gravando la energía consumida con un 23%, es actualmente uno de los países de la UE donde la electricidad tiene un IVA más alto, por delante de España, donde se aplica un 21%, también superior al de Reino Unido, Francia, Italia, Alemania o Irlanda. Además, a la electricidad también se le aplica en España un impuesto especial del 5% que sirve para financiar a las Comunidades Autónomas.
El pasado enero, en una comparecencia en el Senado, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló que “la posibilidad de contar con un IVA reducido para según y qué consumidores forma parte de los elementos que estamos estudiando junto con el Ministerio de Hacienda; es decir, no solo estamos abordando cuestiones como el IVA, sino una pléyade de impuestos”. Posteriormente, su gabinete matizó que la ministra quería referirse al estudio de una serie de medidas de fiscalidad dirigidas a todos aquellos colectivos que impulsen la transición energética.
La posibilidad esbozada por Ribera figura en el programa electoral de Podemos, que plantea un IVA del 10% “a todos los suministros básicos (calefacción, gas, electricidad) de los consumidores vulnerables”. Por su parte, el programa de Ciudadanos promete rebajar “un tercio” la factura de la luz “eliminando impuestos” que no concreta.