La banca ha apostado en los últimos tiempos por incrementar sus ingresos a través de las comisiones. Su principal caladero de facturación, los intereses que cobran las entidades por prestar dinero, no corre sus mejores tiempos, con los tipos a niveles muy bajos o incluso negativos. Por ello, los cobros que hacen por servicios tienen cada vez más protagonismo, hasta tal punto que hoy por hoy la única manera de tener una cuenta y esquivar las comisiones pasa casi en exclusiva por la vía digital.
Los resultados del primer semestre del año muestran cómo esa apuesta por las comisiones está teniendo impacto en las cuentas del sector. Teniendo en cuenta la actividad en España de los cinco principales bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter), los ingresos por comisiones entre enero y junio de 2021 han ascendido a 5.100 millones de euros. Esta cifra surge de la diferencia entre las cobradas a los clientes y las que han tenido que abonar los bancos en su actividad. Supone un incremento de 320 millones respecto al mismo periodo del año pasado. O lo que es lo mismo, crecen casi un 7%.
Es importante ese porcentaje porque muestra cómo están tirando las comisiones de los ingresos de los bancos. Por ejemplo, el margen de intereses, la diferencia entre los cobrados y los pagados por las entidades, es la principal línea de facturación para el sector. Estos cinco bancos suman 8.823 millones de euros, lo que supone un avance respecto al año anterior de apenas el 0,4%. Para tener una idea de la facturación total de las entidades bancarias se toma como referencia una magnitud conocida como margen bruto, que tiene en cuenta todos los ingresos del banco en sus operaciones. Así, la cifra de negocios total de estos bancos fue en el primer trimestre de 14.800 millones, un alza de apenas el 1,3%.
Por evitar el efecto de distorsión que tiene la pandemia sobre la actividad bancaria, los datos muestran igualmente un importante crecimiento en los ingresos por comisiones respecto a 2019, antes de la crisis sanitaria. En comparación con el primer semestre de aquel año, el crecimiento ronda el 8% y son casi 400 millones más de ingresos por comisiones.
Los resultados, por tanto, muestran cómo las comisiones están tirando de la facturación de la banca en 2021 tras el año de la pandemia. Es todavía más notable si tenemos en cuenta también el negocio internacional de Santander, BBVA o Sabadell, que había sido descontado de los anteriores datos.
Si se cuenta la presencia de estos bancos en el exterior, los ingresos por comisiones de los grandes grupos españoles fueron hasta junio de 10.380 millones, un 4,5% más que un año antes. Con ello, se consigue compensar la caída de ingresos por intereses (-2,3%) hasta dejar el conjunto de la facturación en un nivel prácticamente idéntico al del pasado curso: 41.800 millones.
En lo que respecta a España, CaixaBank hace valer su posición de mayor banco del país, reforzada con la absorción de Bankia, al sumar algo más de 2.900 millones de euros, siendo la entidad con más ingresos por comisiones. Supera a Santander (1.200 millones) y BBVA (1.000 millones). Sin embargo, es esta última la que más ha aumentado sus ingresos por comisiones en el último año, con una subida del 16%.
Controversia
El cobro de comisiones ha provocado cierta controversia en el sector en los últimos meses. Prácticamente ningún banco habla abiertamente de cobrar por los depósitos de los clientes, pero prácticamente todas las entidades han cambiado en el último año las condiciones de sus cuentas corrientes y de ahorro, haciendo muy complicado en la práctica esquivar las comisiones.
Así, han comenzado a aplicar tasas por mantener una cuenta de hasta 240 euros al año si no se tienen a la vez otros productos contratados en la entidad, como una hipoteca, un fondo de inversión, un seguro o un plan de pensiones. También han aumentado ciertas penalizaciones por realizar operaciones rutinarias en las oficinas físicas, dejando el canal digital como única alternativa.
Sin embargo, en el sector no se ve este aumento de comisiones como una nueva vía de ingresos en sí, sino como una manera de lograr consumidores más vinculados. Los fondos, las pensiones o los seguros están ganando protagonismo en el negocio bancario, puesto que suelen aportar ingresos recurrentes a través de comisiones. Los movimientos estratégicos más importantes de los últimos tiempos en banca están encaminados a ganar presencia y cuota de mercado en estas actividades.
Los datos de comisiones según el negocio de cada uno de los bancos constatan esta nueva realidad. Por ejemplo, en el caso de CaixaBank, las comisiones ingresadas por productos de ahorro a largo plazo (como se engloba habitualmente a los citados negocios) crecieron en el primer semestre del año un 14%, frente al 5% del conjunto de las comisiones. O en Bankinter, donde los ingresos por comisiones crecen un 9%, pero se disparan hasta un 23% por la gestión de activos de sus clientes.
Al tiempo que ya no hay grandes entidades que remuneren a los clientes por sus depósitos, buscan dirigirlos hacia productos de ahorro a largo plazo que sí pueden dar rentabilidad. Es ahí donde han ganado protagonismo en los últimos tiempos. Por ejemplo, CaixaBank tiene situado su foco estratégico en los fondos, los planes de pensiones y los seguros, negocios donde tiene ya cuotas de mercado que van desde un 25% a un tercio del total. El propio consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, llegó a decir que los negocios como las hipotecas o los depósitos ya no funcionaban, aunque posteriormente matizó esa declaración.
Ganan peso en los ingresos
Los tipos de interés negativos han obligado a la banca a reinventar su forma de obtener ingresos. Las hipotecas, el negocio fundamental del sector, se están comercializando más baratas que nunca. En este caso se suma que los tipos están bajos y que hay una importante guerra de precios en las entidades para obtener clientes. Por tanto, las comisiones están ganando peso en su facturación. De este modo, casi uno de cada cuatro euros ingresados por los cinco principales grupos ya proceden de ahí. Si se contempla únicamente la actividad en España el peso es todavía mayor y ronda el 35%, dos puntos más que hace un año.
En este sentido, la asociación de consumidores Asufin señalaba en julio que el contexto de tipos “históricamente” bajos, que conlleva márgenes de negocio muy estrechos para las entidades, “exige la contratación de otros productos para bonificar cuentas y tarjetas”. Así, señalaba que la media de comisiones en las principales entidades bancarias era de 140,16 euros (110 euros por cuenta y 30,16 euros por tarjeta de débito al año). La presidenta de Asufin, Patricia Suárez, señaló entonces la “preocupación” de la asociación por “el progresivo aumento de los costes en un contexto de intensidad en la digitalización de los servicios y cierre de oficinas. Esto debería llevar a una rebaja de comisiones, que la situación actual sea la contraria es inquietante, más cuando el mapa bancario, con menos entidades y más concentrado, deja menos posibilidades de elección al consumidor”.