El BCE no ve riesgo de contagio de una crisis financiera en la eurozona
El comité de supervisión bancaria del Banco Central Europeo (BCE) se ha reunido este viernes de forma extraordinaria para analizar las turbulencias financieras de los ultimos días y ha concluido que no ve riesgo de contagio en la eurozona, según informa la agencia Reuters.
La institución ya había adelantado a elDiario.es que el objetivo de “esta reunión 'ad hoc' breve” era “intercambiar puntos de vista y reunir información actualizada sobre los acontecimientos recientes en el sector bancario”.
La reunión se ha convocado después de que, este jueves, el consejo de gobierno se obcecara en otra subida de los tipos de interés de 0,5 puntos, hasta el 3,5%, pese a que suponga aumentar el riesgo de una crisis financiera.
La gran contradicción del BCE es que sigue asfixiando la economía pra luchar contra la inflación pero insistió en garantizar un 'salvavidas' para los bancos, después del colapso del Silicon Valley Bank en Estados Undos y de los rescates de Credit Suisse en Suiza y del First National Bank, también en la primera economía del mundo.
En la institución, las decisiones de política monetaria, como las que se anunciaron este jueves, y las de supervisión bancaria, cuyo comité ha sido convocado este viernes, son independientes. Por lo que una reunión no sustituye a la otra. Y distintas fuentes conocedoras consideran “natural” que este último comité reaccione ante las turbulencias de los últimos días en los mercados financieros, tanto por las caídas en bolsa de los bancos de la eurozona, como por el miedo a que aparezcan nuevos problemas de liquidez y por las compras masivas de deuda.
Según las mismas fuentes consultadas por elDiario.es, este viernes no había que esperar ninguna comunicación oficial del comité de supervisión. El próximo martes 21 de marzo, su presidente, Andrea Enria, comparece en el Parlamento Europeo.
De Guindos: “Los bancos europeos son resilientes”
Este jueves, en su comunicado, el consejo de gobierno del BCE añadió dos párrafos extraordinarios, tras tres asteriscos, en los que afirma que “cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la eurozona” en caso de que cualquier problema lo exija.
La presidenta, Christine Lagarde, y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, defendieron en rueda de prensa que desde “el punto de vista de la estabilidad financiera, los bancos europeos son resilientes y sus ratios de capital son más altos que en 2008”. De Guindos insistió además en que la exposición del sector al banco suizo Credit Suisse es limitada.
Presidenta y vicepresidente explicaron que la autoridad monetaria cuenta con un amplio conjunto de herramientas que “pueden ser reactivados y están listos para usar”. Entre ellos, citaron el Programa de emergencia de compras de deuda (PPEP, por sus siglas en inglés), que se diseño como respuesta al shock de la pandemia de COVID, u otras formas de inyectar liquidez a los bancos.
Los errores de 2008 y 2011
Son muchos los expertos que han traído de vuelta los agrios recuerdos de los errores de política monetaria del aumento de los tipos de interés justo antes de la Gran Crisis Financiera y posteriormente en plena crisis de deuda. En 2008, el BCE ahogó la economía en el peor momento. En 2011, asestó un golpe mortal a los estados más endeudados, como España o Grecia, que hicieron inevitables los rescates.
Mientras, en Estados Unidos las tensiones de liquidez aumentan y los préstamos de la Reserva Federal a la banca en condiciones ventajosas alcanzaron un máximo histórico de 152.850 millones de euros, frente los 4.580 millones de la semana anterior y superando el récord semanal de 2008. La semana pasada, el propio banco central norteamericano diseño una nueva herramienta para conceder estos préstamos.
En la eurozona, Frederik Ducrozet, economista jefe de Pictet WM, señala que gracias a los programas ya existentes [conocidos como TLTRO] “el exceso de liquidez sigue siendo grande en conjunto [de la banca], por lo que, si llega el momento, es más probable que el BCE introduzca una nueva herramienta 'ad hoc' como apoyo”.
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