Sin compensar los gastos y echando más horas: el teletrabajo tres años después de su irrupción por la COVID

El teletrabajo le sale gratis a muchas empresas, que no compensan a su personal por los gastos derivados de trabajar desde sus domicilios, pese a que lo exige la ley. Según una reciente encuesta a teletrabajadores en Madrid, el mayor foco de trabajo a distancia del país con diferencia, una gran mayoría de empleados (el 60%) aseguró que no recibía ningún plus ni complemento económico por este concepto. El estudio señala también que casi 7 de cada 10 personas trabajan fuera del horario laboral, en su tiempo libre, entre otras características del teletrabajo postpandemia.

“Ya lo veníamos diciendo, hay incumplimientos generalizados de la ley de teletrabajo”, afirma José Varela, responsable de Digitalización de UGT, que ha participado en este estudio, publicado por la Consejería de Empleo madrileña, en el que se encuesta a unos 1.900 teletrabajadores de la región entre los meses de septiembre y noviembre de 2022. Madrid es el mayor foco de teletrabajo del país y, además, la región donde más ha aumentado esta fórmula respecto al periodo previo a la COVID.

“Los resultados de este estudio, que son perfectamente extrapolables a lo que vemos en otras Comunidades, constatan las sospechas y evidencias que hemos ido acumulando en los últimos meses: hay mucho incumplimiento”, añade el responsable de UGT. Varela subraya que tras la excepcionalidad de la COVID, muchas compañías no han regularizado el teletrabajo conforme a los mínimos exigidos por ley, como la firma de un contrato individualizado de teletrabajo, la fijación de una compensación de los gastos y la provisión de materiales (como un ordenador y una silla ergonómica), entre otras.

En algunos casos, las empresas han retirado o reducido la posibilidad de teletrabajar en 2022 para no tener que cumplir las exigencias legales del teletrabajo más habitual, como explicaba en este reportaje Susana, que ahora solo tiene un día de teletrabajo a la semana. Esta situación es uno de los factores que explica el aumento del teletrabajo “ocasional” en los últimos trimestres en detrimento del que cubre más días a la semana.

Según los últimos datos de la EPA, en 2022 una media de 1,8 millones de personas asalariadas trabajaban desde su domicilio a menudo (“ocasionalmente” o “más de la mitad de los días de la semana”), lo que supone el 10,5% de los empleados por cuenta ajena. El dato se ha reducido tras el gran auge de esta forma de trabajo debido a la pandemia, pero se mantiene muy por encima de los números de 2019, cuando el dato era de un escaso 4%.

Más incumplimientos en las pequeñas empresas

En otros casos, se ha seguido teletrabajando gran parte de la semana después de la emergencia de la COVID, pero no se han llegado a compensar los gastos nunca. Como denunciaba Carmen, una administrativa que teletrabaja en una mediana empresa en la Comunidad de Madrid. “El jefe no quiere que nadie teletrabaje”, por lo que la medida se interpreta casi como “un favor” y la plantilla que quiere teletrabajar no se atreve a exigir el abono de las compensaciones, explicaba la empleada a elDiario.es.

Este reciente estudio recoge que, de media, el 60% de los teletrabajadores entrevistados no recibía ninguna compensación de gastos por el teletrabajo, un incumplimiento que se agrava en las empresas de menor tamaño. Solo un 16% de los empleados en micropymes –compañías con hasta nueve trabajadores– recibían esta asignación económica, un 25,5% en el caso de teletrabajadores en empresas de 10 a 49 trabajadores, hasta llegar a casi la mitad (48%) de los empleados que teletrabajan en compañías a partir de 250 personas en plantilla.

Respecto a la provisión de materiales de trabajo, que también corresponde a las empresas, destaca que al 21% de los teletrabajadores sus empresas no les han dado ordenador, pese a ser una herramienta básica de trabajo. Otro material de gran importancia, la silla ergonómica, no ha sido facilitada en el 78,5% de los entrevistados.

Los resultados arrojan también un gran incumplimiento de la obligación de suscribir un contrato individualizado por cada teletrabajador habitual (más del 30% de la jornada semanal), algo que no tienen casi la mitad de las personas entrevistadas (43%).

Trabajo fuera de jornada y el “síndrome del deudor”

Otro de los resultados de la encuesta, sobre el que suelen advertir los sindicatos y algunos estudios internacionales, señala al mayor riesgo a expansión de las jornadas con el teletrabajo y los problemas para la desconexión. La gran mayoría de encuestados, el 66%, afirmaba haber tenido que teletrabajar fuera de horario, durante su tiempo libre, en los últimos seis meses.

Aunque la mayoría de estas personas (57%) matizaba que solían trabajar a deshoras también cuando prestan sus servicios presencialmente desde las oficinas, un 33% sostenía que “esta sobrededicación es más frecuente en el tiempo del teletrabajo”.

“El teletrabajo en muchas ocasiones genera el 'síndrome del deudor”, explica José Varela, por el que los empleados sienten que el teletrabajo es una especie de premio o privilegio que deben ganarse. Dado que muchos empresarios no confían en esta fórmula de organización, el personal responde con un sobreesfuerzo en las jornadas. “Sacrifican un poco de su tiempo porque necesitan el teletrabajo, o no quieren que se les retire, pero es un error porque no genera confianza mutua entre las partes”, considera el responsable de Digitalización de UGT.

El estudio subraya que aún hay muy pocos convenios colectivos que abordan el teletrabajo y sus condiciones laborales, con solo el 26% de los vigentes en la Comunidad de Madrid que “hace algún tipo de referencia al teletrabajo, pero solo un 9%” que lo desarrolla. Varela apunta que los empresarios no suelen querer negociar sobre teletrabajo y la parte trabajadora ha tenido muchas veces “otras prioridades” en materia salarial en este último año marcado por la elevada inflación.

Los hombres priorizan más el trabajo también desde casa

La encuesta pregunta a los teletrabajadores por varios temas relacionados con el teletrabajo, como su vinculación con la conciliación de la vida personal y laboral. En este tema, los autores destacan una diferencia significativa en las respuestas según el sexo de las personas entrevistadas, por las que los hombres señalan más dificultades para conciliar.

Por ejemplo, “el 54% de ellos señalan que han sentido que su trabajo no le permite dedicar el tiempo que quiere a su familia”, frente al 47,7% de las mujeres. También “el 26,6% de los hombres señala que ha sentido que sus responsabilidades familiares no le permiten trabajar el tiempo que necesita, frente al 22,7% de las mujeres que así lo identifican”, recoge el informe.

Los investigadores interpretan estas diferencias como una manifestación “de la falta de hábitos en la compatibilización de las tareas de los cuidados familiares con los laborales” de los hombres, “lo que se traduce en una menor capacidad de adaptación por parte de los hombres a una situación nueva de trabajo en el hogar en el corto plazo, que ha sido aparentemente mejor resuelta o al menos percibida en menor medida como una dificultad por parte de las mujeres”. También en casa, “ellos renuncian más a la familia en favor del trabajo”, concluyen los autores.