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Claves para entender el complejo algoritmo que ha disparado el precio de la luz

El pasado lunes a las 19:00 horas, la tarifa doméstica de los consumidores acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) batió su récord anual al alcanzar los 0,18254 euros por kWh como consecuencia de la subida de precios del conocido como “servicio de ajuste de reserva de potencia adicional a subir” durante las cuatro horas de mayor demanda.

¿Qué pasó para que subiera así la luz?

La subida está relacionada con la aplicación de este servicio de potencia adicional, en el que el incentivo para las plantas que producen energía y están acogidas a él alcanzó los 250 euros por MWh ofertado, lo que multiplica por 25 la media del último año y supuso que las centrales se embolsaran 4,24 millones de euros en cuatro horas sólo por estar listas para arrancar.

¿Cómo funciona?

El servicio de ajuste consiste en ofrecer a REE la disponibilidad de una potencia de generación adicional con respecto a la que planifica la empresa con un día de antelación. De esta forma, se salvaguarda que no haya problemas de suministro. Por ejemplo, ante situaciones como una inesperada caída de la aportación de las renovables (como que el viento deje de soplar), posibles fallos en las unidades de generación que estaban programadas, incidencias en las interconexiones internacionales o una demanda distinta a la prevista.

Las plantas que pueden prestar este servicio necesitan una habilitación de REE y son centrales térmicas de régimen ordinario (gas, fundamentalmente) y, en menor medida, plantas gestionables de energía renovable (termosolar), cogeneración o residuos. Deben presentar sus ofertas específicas de disponibilidad cuando REE comunica los requerimientos de potencia adicional “a subir”. El servicio se asigna conforme al precio marginal marcado por las ofertas que resulten asignadas para cada período. Esto significa que la última en entrar en la subasta marca el precio y todas cobran lo mismo por estar disponibles para generar energía si hace falta.

A cambio, deben estar en condiciones de proveer de forma efectiva la reserva de potencia asignada si finalmente se les pide. Por tanto, esa potencia puede no ser finalmente requerida, y, al final, es posible que la central no deba producir energía. En el pasado, se han dado casos (muy puntuales) de plantas a las que la CNMC les ha revocado el permiso porque decían estar disponibles (y cobraban), pero luego no era así. En varios informes, el regulador ha dejado caer que este servicio no funciona como debería al advertir de “episodios en los que ofertas más baratas que el precio que resulta finalmente casado, resultan descartadas por las limitaciones impuestas al algoritmo utilizado en este proceso”.

¿Por qué existe este mecanismo?

El servicio de ajuste de “reserva de potencia adicional a subir” fue propuesto por la propia REE y respaldado por la extinta Comisión Nacional de la Energía (CNE) en un informe de abril de 2011. Señalaba el regulador de entonces que “por su impacto en la mejora de la operación del sistema, se considera necesaria su urgente adopción”. Se puso en marcha a través de una resolución de 24 de febrero de 2012 de la Secretaría de Estado de Energía y fue reformulado en agosto 2013.

¿Ha habido alguna irregularidad?

Eso lo tendrá que determinar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que es la encargada de supervisar la aplicación de ese servicio y ya ha dicho que analiza “con atención” lo ocurrido el lunes, una subida “puntual y anómala”, según el Ministerio de Energía.

Este miércoles, el diario Cinco Días relacionaba el espectacular repunte de precios con un “fallo informático” del algoritmo de cálculo de ese servicio de ajuste que gestiona Red Eléctrica de España (REE). Esta empresa, que tiene como mayor accionista al Estado y está presidida por José Folgado, exsecretario de Estado con José María Aznar, negó fallo alguno y reiteró que el algoritmo funcionó “exactamente” como debía. También destacó que los procedimientos de operación son instrumentos “extraordinariamente complejos” y de consecuencias “importantes” para la gestión del sistema, que REE somete a un proceso de revisión y mejora continua.

La subida del lunes levantó suspicacias del anterior responsable de Operación de REE, Andrés Seco. En su cuenta de Twitter, utilizó este símil el martes: “Cuando quieres comprar 200 tornillos y en la ferretería te dicen que hay cajas de 20 y bolsas de 5.000. Eso pasó ayer”. En su opinión, “que el precio de la luz salga tan alto por algo tan residual como la potencia adicional es otra señal de agotamiento” de un mercado que, según ha criticado en múltiples ocasiones, adolece de reglas demasiado complejas.

¿Cómo va a repercutir en mi factura?

Muy poco. El efecto final de esta subida es mínimo. Supone, según el Gobierno, el 0,003% del coste total anual de una factura media. Sin embargo, el recibo de la luz es material sensible y el episodio abre interrogantes sobre la escalada de precios que puede venir en los próximos meses, cuando el frío apriete (y, con ello, la demanda), y ante una sequía que ha obligado a sustituir la producción hidroeléctrica (la más barata) con centrales de gas y carbón, las más caras y contaminantes. Los precedentes no son buenos y las perspectivas, tampoco.

Este servicio pertenece a lo que se llama mercado intradiario, ajeno al famoso 'pool' del mercado diario, que actualmente ronda los 60 €/MWh, muy por debajo de los 100 euros que llegó a alcanzar en enero, en plena ola de frío. Se repercute en el denominado término de energía del recibo, que incluye también entre otros costes el componente puro de energía (el pool) y la parte variable del margen reconocido a la comercializadora y de los peajes. Para llegar al precio final a facturar a los clientes en PVPC hay que añadir la parte fija del margen comercial y de los peajes, más el impuesto eléctrico y el IVA.

¿Puede volver a pasar?

Hasta ahora este servicio había funcionado sin incidencias reseñables y tuvo que ser la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España la que diera la voz de alarma sobre el pico de precios que iba a producirse el lunes pasado. Este mecanismo no se utiliza de forma excepcional. En el último año se ha activado un 6% de las horas. En la mayoría de esos casos se han asignado cantidades pequeñas de energía (de 1.000-2.000 MW) y el lunes fueron unos 5.000 MW, algo que tampoco es extraordinario. Sí lo fue el precio del incentivo que cobraron las plantas. Habrá que esperar meses, si no años, para saber si la CNMC ha detectado alguna irregularidad en este movimiento. Cabe recordar que Competencia tardó más de año y medio en multar a Iberdrola por la manipulación del mercado de finales de 2013 y no ha sido hasta ahora cuando la Audiencia Nacional ha llamado a declarar a la eléctrica tras aceptar en mayo una denuncia penal de la Fiscalía Anticorrupción.