¿Qué ha quedado del Complemento Salarial Garantizado que llevaba Ciudadanos en su programa para las elecciones? Por lo pronto el nombre, que perdura en el pacto cerrado con el PP y también la filosofía. Pero la ejecución y puesta en práctica están aún por definir. El proyecto de Ciudadanos tendrá mucho menos alcance del que habían diseñado ya que tendrán la mitad del presupuesto que creían necesario para poder ejecutar el programa, algo menos de la mitad.
Uno de los negociadores del acuerdo, el diputado de Ciudadanos Toni Roldán, explica que en principio con el dinero presupuestado se intentará llegar al mismo número de beneficiarios. ¿Cómo es posible? En principio, Roldán explica que se reducirán las cantidades que se darán a los beneficiarios, y que los umbrales mínimos de renta para recibir la ayuda aún están por definir.
En el proyecto para el 26-J, Ciudadanos había calculado que con 2.800 millones de euros podía repartir esta devolución de la renta (la medida se articula con una devolución en el IRPF y solo es para las personas que trabajan) a al menos dos millones de personas. La devolución máxima podría ser de hasta 2.400 euros para rentas de entre 6.001 y 11.000 euros. Los hijos también hacían variar la cuantía de la ayuda.
Si se conservan los umbrales y el número de beneficiarios, la ayuda que recibirían las familias, en forma siempre recordemos de crédito fiscal en la renta, pasaría de 200 euros mensuales a algo menos de 100 euros.
La comparativa aún pierde más si se hace frente a lo diseñado inicialmente para el programa del 20-D. En ese momento, Ciudadanos cifraba en 7.200 millones de euros al año su complemento salarial garantizado en un año. Esta cifra es la que ahora aspiran a repartir en cuatro. Grosso modo, y de nuevo respetando el número de beneficiarios y los umbrales, habría pasado de prometer antes de las elecciones de diciembre un máximo de casi 500 euros por beneficiario a 100 euros.
Roldán recuerda cómo las restricciones presupuestarias se han ido incrementando conforme pasaban los meses ante la redoblada presión de Bruselas para contener el déficit público. Con todo, para el segundo año de legislatura, el pacto compromete ya al menos 2.100 millones de euros, más próximo a la idea pactada con el PSOE.
La diferencia con Podemos
Podemos llevaba en su programa una renta complementaria que ha causado cierto revuelo al ser asimilada a esta medida adoptada por Ciudadanos y PP. Según explica el responsable del área económica de Podemos, Nacho Álvarez, la renta complementaria forma parte de un paquete de medidas conjunto y que comienza con una renta garantizada.
Podemos proponía que todas las familias sin renta tuvieran al menos una renta garantizada y también el subir, a lo largo de la legislatura, el salario mínimo a los 1.000 euros. Hasta alcanzar este umbral, las familias con ingresos bajos, alrededor de 600 euros, tendrían un complemento para alcanzar el nivel mínimo de alrededor de 900 o mil euros.
Álvarez dice que este complemento solo tiene sentido si opera con las otras dos medidas (renta garantizada y subida del salario mínimo) y que Podemos se inspiró en la fórmula que ya opera en el País Vasco. No llegaron a articular si sería un crédito fiscal pero Álvarez cree que se haría más bien como un tipo de subvención. Podemos se muestra muy crítica con la medida –pactada por PP y Ciudadanos– ya que considera que es un subsidio a las empresas que pagan sueldos bajos a cargo el erario público.
En esta línea, el PSOE llevaba en su programa un ingreso mínimo vital, de inspiración similar a la renta básica aunque más relacionado sobre todo a tener hijos dependientes. En el acuerdo con Ciudadanos aceptaron el complemento salarial pero sí había también este ingreso mínimo vital, lo que asemejaba en cierta forma la medida a la solicitada por Podemos.
Tanto Milton Friedman (uno de los economistas conservadores más celebrados) y James Tobin (uno de los socialdemócratas mejor acogidos), ambos premio Nobel de Economía, también apoyaron estas ideas de ingresos mínimos y complementos como mejor fórmula para combatir la pobreza. Sin embargo, algunos estudios sobre su aplicación en Estados Unidos no dejan claro si son mayores los beneficios o los costes de aplicar el complemento salarial solo.