Los vigilantes de seguridad se rebelan: “Defensa no va a actuar hasta que ocurra una desgracia”
El Ministerio de Defensa es una de las administraciones que ha adjudicado contratos “low-cost” con la empresa de seguridad privada Marsegur, que según denuncian los sindicatos ofrece sueldos muy por debajo de lo indicado en el convenio estatal. Para denunciar su situación, la Unión Independiente de Trabajadores convocó hoy miércoles una concentración frente a la sede del Ministerio en Madrid a la que asistieron alrededor de medio centenar de trabajadores de la empresa.
Los miembros del sindicato denuncian el constante estrés y daño psicológico por la precariedad laboral de su sector. “No se puede tener a vigilantes trabajando con armas y en estado de alerta 4 durante 12 horas seguidas”, reclama Jorge Aranda, presidente de la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad. “El Ministerio no va a hacer nada hasta que ocurra una desgracia”.
Los trabajadores reclaman una reducción del peso que tiene el precio en la contratación pública, una reivindicación que germinó con las huelgas de los empleados de Eulen en el Aeropuerto de El Prat y se ha extendido por otros centros de trabajo que han contratado con este tipo de empresas low-cost. Esta misma semana, se reunió una mesa de trabajo para abordar los problemas de los vigilantes de seguridad privada que trabajan en la administración pública. El ministro de Fomento auspició esta convocatoria en la que se ha involucrado también la titular de Empleo Fátima Báñez y que quiere frenar el descontento en el sector. Hacienda e Interior también se sentará en la mesa de trabajo.
Marsegur presta servicio a numerosas instituciones del sector público: Interior, Correos o la sede de competencia figuran entre sus clientes.
La Audiencia Nacional anuló los convenios de 2014 y 2015 de Marsegur por no respetar el Estatuto de Trabajadores. En el primero, el Tribunal Supremo declaró insuficiente la presencia sindical y decidió a favor de los trabajadores, sentencia que fue recurrida por la empresa. El segundo, todavía está pendiente de resolución.
Desde la reforma laboral de 2012, los trabajadores han experimentado recortes en sus sueldos de entre un 40 y un 50%, según denuncian los trabajadores. “Hay trabajadores que llevan más de 30 años en la empresa y han visto su sueldo reducido de 1.100 euros a 700 euros y esto no solo afecta a Madrid, sino que es un problema de extensión nacional”, explica Carmen Valido, portavoz de Unidos Podemos que se había acercado a la concentración para expresar su apoyo a los trabajadores.
El plus de peligrosidad que ofrece Marsegur es de 18 euros al mes. El trabajo nocturno se paga a diez céntimos extra la hora, la misma cifra que se aplica en el trabajo de fines de semana y festivos, denuncia el sindicato. En los dos últimos meses, se ha producido un retraso en los pagos y este último mes los trabajadores todavía no han cobrado. Según el sindicato, el Ministerio dice que “esto es un problema laboral entre la empresa y los empleados” y niega cualquier intervención por su parte.
El director de Marsegur asegura que no tienen problema con el Ministerio, ya que cumplen con la licitación. Las empresas “low-cost” se acogen a la reforma laboral de 2012 que protege estas prácticas al dar más peso a los convenios de la empresa que al convenio estatal, que tiene mayor libertad para establecer sueldos y condiciones laborales: el convenio estatal de seguridad privada establece que las nuevas contrataciones deben ajustarse a las condiciones laborales anteriores, pero el convenio de la empresa no ampara esta propuesta.