La banca está deseosa de que haya por fin una subida de tipos de interés a nivel comunitario. Con ello, verá previsiblemente aumentados sus ingresos en los créditos hipotecarios, su principal negocio. Pero hasta que eso llegue pasará todavía más de un año, según ha avanzado ya el Banco Central Europeo (BCE), encargado de la política monetaria y el sector busca vías alternativas.
Es en este punto donde está ganando cada vez más protagonismo la concesión de créditos al consumo. Se trata de aquellos préstamos que dan las entidades para la compra de un coche, de muebles, de electrodomésticos, o para viajes, por ejemplo. En 2017, según el Banco de España, se concedieron más de 42.000 millones en este tipo de productos, un 18% más que un año antes.
Se trata además de créditos que tienen un mayor retorno para la entidad financiera. El tipo de interés medio que se paga en España es del 8,15%, según las estadísticas del Banco de España para el mes de mayo. Se trata de una cifra muy superior a la abonada por las hipotecas, cuyo interés medio se sitúa en el 2,29%. Es decir, casi cuatro veces inferior.
Las seis principales entidades españolas han presentado esta semana sus resultados del primer semestre y todas han destacado lo “bien” que evoluciona este segmento de negocio. Las cifras aportadas por las propias compañías así lo muestran. El caso más claro es Bankinter, que ha elevado un 42% la inversión en estos créditos a la clientela. Le siguen Bankia, con un 34,6% más; Santander, un 20% más; CaixaBank, con un incremento de un 16,7%; Sabadell, con un aumento del 15%; y BBVA, que ha superado el 12% de crecimiento.
Este hecho ha levantado la preocupación entre los supervisores. El Banco de España señalaba recientemente en su encuesta sobre préstamos bancarios que los criterios de concesión y las condiciones de estos créditos “volvieron a relajarse” en el primer trimestre. El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos considera que esto se produce por la presión competitiva y la mejora de la solvencia de los consumidores.
También el Banco Central Europeo ha advertido recientemente esta evolución. Un informe conjunto con la Comisión Europea apuntaba a principios de este mes de julio que entre abril de 2017 y el mismo mes de 2018 el saldo vivo (el conjunto de dinero que los bancos tienen prestado en este concepto) había crecido un 12%. “La reciente expansión de los créditos al consumo en España merece una estrecha vigilancia”, señalaba el documento. Solicitaba a las entidades de crédito extremar la precaución a la hora de prestar.
España guarda además otra especificidad. Los bancos conceden estos créditos a un tipo de interés medio que supera en un 60% el coste medio a nivel comunitario. En concreto, como ya se ha citado, España cuenta con un tipo medio del 8,15%, frente al 5,09% en el conjunto de la UE.
Pese a todos estas advertencias, los bancos españoles defienden cómo marcha el segmento de créditos al consumo. “No comparto la idea de que sea un nivel preocupante, se partía de niveles muy bajos”, señaló el pasado miércoles José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander. “Hay que estar tranquilos con cómo estamos creciendo, cumpliremos siempre con lo que dicen los reguladores”, apuntó en la misma línea María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter. José Sevilla, el número dos de Bankia, también apuntó que hay una velocidad que “no es excesiva ni peligrosa”.
Las respectivas webs de las entidades financieras están repletas de distintos productos para captar clientes con préstamos dirigidos a la compra de un coche, la reforma de una casa o la planificación de unas vacaciones. Tal es la búsqueda de nuevos ingresos que una de las compañías, CaixaBank, ha llegado a abrir una tienda en la que vender directamente productos como móviles y electrodomésticos con ofertas de créditos.
Otra muestra de la búsqueda de nuevas vías de ingresos entre los bancos es la senda positiva que tienen las comisiones. Ante un margen bruto que cerró el primer semestre con un ligero retroceso, las comisiones han crecido de manera importante en todos los grupos, como ya ocurriera en el primer trimestre. Especialmente en Bankia, con un crecimiento del 25,6%, seguido por BBVA, con un 11,3%. En menor medida, pero también por encima del conjunto de los ingresos, también ha tenido incrementos en Santander (2,2%), Bankinter (7,3%), Sabadell (6,3%) y CaixaBank (3,3%).