Los trabajadores de la cafetería del Congreso de los Diputados, gestionada por una de las empresas del grupo del vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña Arturo Fernández, también cobraban sus horas extra en negro. “Reivindicamos que a partir de ahora todas las horas extras que se realicen se paguen en nómina y al precio neto que se están cobrando actualmente”, dicen textualmente en una carta enviada por los delegados de personal en el Congreso a la dirección de recursos humanos de Arturo Grupo Cantoblanco S.L, a la que ha tenido acceso eldiario.es. Una carta que también remitieron a la Mesa del Congreso de los Diputados, entonces presididia por el socialista José Bono, y a la Dirección de Asuntos Económicos de la Cámara.
La carta está fechada el 28 de abril y en ella advierten de que se concentrarán días después. Es decir, los trabajadores habrían informado al Congreso de la situación en la que se encontraban y de la irregularidad de los pagos en negro. El 6 de mayo de 2009, los representantes sindicales junto con los trabajadores de cafeterías y restaurantes de la Cámara Baja celebraron una Asamblea General en la cafetería de la tercera planta del edificio de la carrera de San Jerónimo para valorar qué medidas tomar ante la falta de acuerdo con la empresa, que acababa de prorrogar su concesión. La cafetería es la misma que usan los parlamentarios aunque por la hora de la concentración (17:30), pocos estarían todavía en el Hemiciclo.
Fuentes de la Mesa del Congreso aseguran que esa carta nunca se recibió por los canales oficiales, aunque varios diputados reconocen que sí les llegaron las quejas de los trabajadores. El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, ha asegurado que en otras legislaturas en las Mesas de la Cámara ha habido un control sobre los incidentes que ocurrían en relación con el pago a sus trabajadores y que se resolvieron “perfectamente”. No obstante, ha dicho que va a analizar “cuál es la situación” de la empresa del vicepresidente de la CEOE porque las informaciones sobre los posibles pagos en negro “preocupan” a los miembros del órgano de dirección de la Cámara.
El Acta de la asamblea celebrada el 6 de mayo explica las medidas que decidieron tomar los trabajadores: concentraciones en las inmediaciones de trabajo, reparto de octavillas informativas, paros parciales, y un paro total el martes 26 de mayo. La Asamblea convoca también una huelga por la negativa empresarial “a reflejar en los recibos salariales mensuales las cantidades derivadas de las horas extraordinarias que se realizan en el centro de trabajo”. El otro motivo para el paro era la negativa empresarial “a iniciar periodos de negociación colectiva con la Representación Legal de los trabajadores a fin de firmar un acuerdo para el centro de trabajo en el que se traten temas económicos y sociales”.
Por el contrario, la asamblea detallaba su propuesta salarial y laboral en la que, por ejemplo, especificaba en qué forma debían cobrarse las horas extraordinarias así como la “paga de dedicación”. Los trabajadores remitieron la convocatoria de huelga y sus motivos a la Dirección General de Trabajo y Empleo de la Comunidad de Madrid, al Instituto Laboral de la Comunidad así como a la dirección de la empresa.
La Dirección General de Trabajo de Madrid intermedió en el conflicto y con fecha del 31 de agosto de 2009 publicó el resultado de la conciliación que es contractual para ambas partes. En ella se dice que a partir de ese momento los diversos complementos salariales deben reunirse bajo un solo concepto en la nómina, considerado incentivo. El acuerdo también regula las horas extra, las libranzas y la regulación del tiempo de trabajo.