El Consejo de Estado francés ha anulado hoy el decreto gubernamental que prohíbe desde marzo de 2012 cultivar en territorio galo semillas de maíz transgénico de la multinacional estadounidense Monsanto.
La institución apeló al derecho comunitario para explicar que esa medida “únicamente” podría ser tomada por un Estado miembro de la Unión Europea en caso de “urgencia” y en una situación que presente un “riesgo manifiesto” para la “salud humana, animal o ambiental”.
El Consejo de Estado afirmó que el Ministerio de Agricultura cometió en 2012 “varios errores”, entre ellos el de no aportar nuevos elementos fundamentados sobre “datos científicos fiables que permitan determinar la existencia de un riesgo”
Los actuales ministros de Ecología, Philippe Martin, y Agricultura, Stéphane Le Foll, anunciaron tras conocer la decisión que se mantendrá la moratoria sobre el cultivo de semillas de organismos genéticamente modificados (OGM) con el fin de “prevenir los riesgos ambientales y económicos para otros cultivos y para la apicultura”.
Los ministros dijeron que se buscarán “nuevas pistas” para crear un cuadro reglamentario adaptado a sus objetivos y se comprometieron a tomar una decisión antes de la próxima siembra, que tendrá lugar entre los meses de abril y junio de 2014.
Por los ecologistas, Ecologie-Les Verts expresó su oposición a la decisión y destacó que ésta haya sido tomada apenas dos semanas después de que Monsanto anunciase la retirada de sus solicitudes de homologación de los OGM en la UE “por la falta de perspectivas económicas”.
“Esperamos, por parte del Gobierno, la prohibición definitiva del cultivo de OGM”, formularon en un comunicado conjunto varias asociaciones ecologistas en Francia, entre ellas Greenpeace, Unaf y Les Amis de la Terre.
El maíz de Monsanto (MOM 810) es el único organismo genéticamente modificado que se cultiva hoy en la UE, principalmente en España y Portugal, y obtuvo la autorización de la Comisión Europea para ser comercializado en 1998.
El 16 de marzo de 2012, y tras dos prohibiciones precedentes en 2007 y 2008 por falta de fundamento jurídico, el Ministerio de Agricultura volvió a suspender en territorio francés el cultivo de esta variedad de maíz, que está modificada para ser más resistente a los insectos.
La multinacional estadounidense Monsanto decidió, el pasado 18 de julio, retirar las solicitudes para el cultivo de nuevos transgénicos en la UE, pero precisó que continuará pidiendo la renovación de la autorización para el maíz MOM 810.
En la actualidad, en la UE aplican salvaguardas contra el cultivo de OGM Francia, Grecia, Alemania, Luxemburgo, Bulgaria, Austria y Hungría.