Hubo en tiempo en el que en España las grandes constructoras tenían una palabra que decir. La bonanza económica maceró también el enorme gasto en obra pública y las empresas del sector se adjudicaron miles de millones de euros en construcciones de tamaño e importe descomunales.
Las grandes ampliaciones del AVE; los accesos y circunvalaciones a Madrid (como el faraónico soterramiento de la M-30 o las radiales fantasma); la T-4; miles de kilómetros de autopistas... estas obras públicas son algunos de los ejemplos del negocio que se repartieron en el momento algunas grandes constructoras, en concreto, FCC, Sacyr Vallehermoso y OHL.
Estas tres cotizadas no eran las más grandes del momento, los ranking de la época señalan a ACS (presidida por Florentino Pérez) y Ferrovial como las líderes del sector, pero estas tres pasarán por otros motivos a la posteridad. Así, los nombres de los responsables de las tres constructoras aparecen manuscritos en los apuntes de caja que este jueves publicó El País como posible contabilidad en B del Partido Popular.
Según los papeles a los que tuvo acceso El País, Luis del Rivero (presidente de Sacyr) dio dos pagos de hasta 380.000 euros entre los años 2004 y 2006. Juan Miguel Villar Mir (OHL) aparece asociado a tres ingresos que suman un total de 530.000 euros en tres pagos, los dos mayores en 2006 y 2008. Por último, José Mayor Oreja, que dirige la filial de construcciones del gigante FCC, está asociado a dos pagos en 2008 que ascienden a 165.000 euros.
Lo que podría ser una donación de estos empresarios al Partido Popular suma un millón de euros en estos tres años. Una abultada cifra que queda completamente ridiculizada por la cifra de negocio que estas tres empresas manejaron solo en obra civil en España en los mismos años que se hicieron los pagos. Al menos 6.600 millones de euros.
De estas tres constructoras, la mayor es FCC y también es su cartera de obra civil la más abultada. La cifra de negocio por este concepto ascendía en 2008 a casi 3.000 millones de euros (el desglose es un cálculo de los datos que ofrecen en su informe anual de la parte de la cartera en construcción que tienen en España y la proporción de obra civil sobre el total).
Sacyr es la segunda en tamaño. En 2004, primer año en el que figura una supuesta donación de Del Rivero, la cartera de obra civil en España de esta constructora ascendía a 854,3 millones de euros. En 2006, fecha del segundo pago, superaba ya los 1.222 millones de euros.
La tercera de este trío de cotizadas, OHL, tiene una cartera más modesta pero centrada en las grandes infraestructras del transporte. La información de las cuentas de 2004 (primer año del pago) no está disponible en su página web. En 2006, la cartera de la constructora suponía ya 939 millones de euros en obra civil y en 2008, último pago, ya había sufrido los rigores del primer año de la crisis y se había recortado hasta 620,5 millones de euros.
Por el momento, los portavoces de las tres empresas han rechazado la veracidad de estos datos, aunque FCC pidió más tiempo a El País para revisar su contabilidad.
Según la ley de financiación de partidos, las empresas que tengan contratos vigentes con las administraciones públicas, no podrán hacer donaciones a las agrupaciones políticas. Cabe señalar que los apuntes recogen los nombres de estos empresarios como particulares, y no ligados a las constructoras que les respaldaban.
Además, otras constructoras pequeñas o medianas aparecen también como donantes en estos apuntes así como la cadena de supermercados de Juan Roig. En total, según los cálculos de El País (que tiene obviamente acceso a todos los apuntes contables, además de los publicados en el diario), los donativos sumarían 7,5 millones de euros.
Con excepción de Mercadona, la rara avis del listado, el resto de empresas son constructoras de mucho menor tamaño y, por lo tanto, de mucha más complicada fiscalización ya que al no cotizar en bolsa no tienen obligación de hacer públicas sus cuentas. Entre ellas aparecen los nombres de los responsables en el momento de Ploder, Bruesa, Romero Polo, Rubau, Sando o Constructora Hispánica.
En la época de la bonanza algunas lograron cifras de negocio considerables. Así, Sando llegó a ser la undécima constructora de España por cifra de negocios en 2008, superando los mil millones de euros. (Para más información ver cuadro adjunto). Por su tamaño, su negocio estaría más centrado en obra local o autonómica, y la cifra de cartera en obra pública que pudieron llegar a tener es casi imposible de calcular por la fragmentación de ese mercado.