Los ecologistas rechazan la ‘gasolina verde’ de las petroleras: “Su producción necesita un volumen de energía de locos”
A finales de octubre la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) presentó una hoja de ruta para apostar por los ecocombustibles como alternativa al coche eléctrico. En ella, contemplaba la creación de varios carburantes verdes que sustituyan a la gasolina y el gasoil actuales. Una de las apuestas es la producción de combustibles sintéticos a partir del uso de hidrógeno verde (H2) y CO2 capturado, que permitiría convertir a los motores de combustión en emisores neutros. Sin embargo, desde ONG ecologistas consideran que es una alternativa irreal y la califican “de locos”.
“Tecnológicamente es posible, pero no significa que se esté haciendo. Nadie en el mundo está produciendo esos combustibles”, comenta Carlos Calvo, director de tendencias de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, una coordinadora de asociaciones y ONG que promueve el transporte de una manera ambientalmente responsable, económicamente sólida y socialmente justa. “El debate en Bruselas es que eso jamás se podrá producir en Europa, son unos volúmenes de energías de locos”, comenta Calvo, quién apunta que para producir todo el combustible necesario para el parque automovilístico de Europa se necesitaría el doble de toda la energía eléctrica del viejo continente.
Una estimación que también comparte Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace. “Los combustibles sintéticos no son una alternativa para el transporte por carretera debido a la magnitud de energía necesaria y porque la transición no debe de quedarse solamente en un cambio de combustible”, comenta. Para Fernández, la industria fósil va a intentar estirar todo lo que pueda sus combustibles actuales, y cuando no sea así, fomentarán alternativas como los biocombustibles o los combustibles sintéticos. “No se puede afirmar que como se van a emplear combustibles sintéticos los vehículos tienen que seguir siendo de combustión”, sentencia.
¿Cómo se producen los combustibles sintéticos?
Esta ‘gasolina verde’ se produce a partir de CO2 capturado e hidrógeno verde, que se obtiene de las energías renovables y la electrólisis del agua. En una primera etapa el CO2 y el H2 se hacen reaccionar para formar el denominado gas de síntesis, que en una segunda etapa se puede convertir en hidrocarburos mediante el proceso Fischer-Tropsch (FT). Según la AOP, la integración de la producción de estos combustibles en las refinerías se puede concebir en diferentes vías: desde el procesamiento del producto obtenido en la reacción de FT en las unidades actualmente existentes para producir gasolina, diésel y queroseno, hasta el uso de las propias emisiones de CO2 de la refinería como alimentación al proceso FT.
Un proceso que desde la federación europea califican de “despilfarro energético”. “Hay pérdidas en la producción del hidrógeno, en la transformación del combustible y en la fabricación del carbono”, comenta Calvo. “O usamos la electricidad para mover directamente un motor eléctrico o para capturar el CO2, producir el H2, luego hacerlo líquido, sintetizarlo y acabar quemándolo en un motor de combustión”, se pregunta el directivo, que no le encuentra sentido a producir un combustible altamente sofisticado para luego quemarlo en un motor simple.
¿Solución para un parque automovilístico envejecido?
En España, según los datos de la Dirección General de Tráfico, hay 33,7 millones de vehículos. Más de la mitad (21,3 millones), tienen una antigüedad superior a 10 años y 6,3 millones tienen más de 20 años. Para caminar hacía una transición al coche eléctrico se debería acometer una fuerte renovación en un parque automovilístico claramente envejecido.
“Los ecocombustibles pueden sustituir la gasolina y el gasoil de manera inmediata, y podemos producir el combustible necesario para garantizar el transporte”, explicaba Luis Aires, presidente de AOP, el pasado octubre durante la presentación a los medios de la apuesta por los ecocombustibles por parte de la industria petrolífera. Actualmente, los combustibles fósiles suministran al 90% de los vehículos. Según las estimaciones de AOP, en 2030 entre un 50-60% se suministrarán por los ecocombustibles y un 30% por electricidad. “No se necesita ninguna infraestructura adicional a la ya existente. Sirven las mismas gasolineras y los mismos vehículos”. explicaba el presidente de AOP.
Para Greenpeace esto una ventaja cogida con pinzas. “El coche tarde o temprano habrá que cambiarlo. Nosotros queremos que cuando acabe su vida útil se remplace por un modelo de cero emisiones”. Calvo va más allá y lo califica de “señuelo” de la industria para transmitir la imagen de que no hace falta cambiar nada. “Tendríamos que esperar 20 años para que se pudiera atender la demanda. ¿El parque automovilístico en 20 años será el mismo? Quieren transmitir que nada tiene que cambiar gracias a los combustibles que van a venir”, comenta el director de tendencias de la federación europea.
Útiles para la aviación
“Harán falta en el medio largo plazo para la aviación, ya que no tiene otra opción”, comenta Calvo. En la misma línea se muestra Fernández: “No tienen un cambio tecnológico a la vuelta de la esquina. Ni hay un avión eléctrico de aquí a 30 años (cuando finalizan los objetivos del acuerdo de París), ni hay una alternativa modal para determinados trayectos”.
“O se para de volar o se tienen que usar esos combustibles. Si queremos reducir las emisiones no hay otra opción”, comentan desde la federación europea de transporte y medio ambiente. Para llevarlo a cabo, estiman que se necesitaría usar el 28% de toda la energía de Europa. Aún así, según Fernández, habría que invertir bastante más en investigación y desarrollo para disminuir los costes energéticos y que se garantizará que las energías usadas proceden de fuentes 100% renovables, para que la captación de CO2 sea limpia.