Los bajos tipos de interés de la zona del euro, el Reino Unido y Estados Unidos, y la expansión de la pandemia de coronavirus llevarán a la banca a intentar mejorar sus ingresos por la vía de las comisiones y la reducción de oficinas, según un estudio de Neovantas.
La consultora cree que las perspectivas de las entidades españolas para este ejercicio “no son nada halagüeñas”, no sólo por la mayor competencia sino también por los costes asociados a la transformación digital.
Pero los factores que en mayor medida van a impactar en las cuentas de resultados del sector financiero son el prolongado periodo de bajos tipos de interés, que no tiene visos de cambio, y el fuerte impacto del coronavirus.
Ello llevará a los bancos españoles a “apoyarse en sus dos principales palancas”, que son la reducción de oficinas y el incremento de ingresos recurrentes como las comisiones.
En 2019, la gran banca -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankia y Bankinter- sumaron por este concepto 9.435 millones de euros.
El coronavirus ha complicado aún más una desaceleración económica que ya era un hecho, prosigue la consultora, que señala otros factores de riesgo como tensiones geopolíticas, la reducida rentabilidad bancaria y el endeudamiento.
Y en España, la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre el IRPH para el cálculo de hipotecas,que si bien no ha anulado dicho índice abre la puerta a reclamaciones si se han comercializado de forma no transparente.
Además, según Neovantas, la banca sigue en busca de nuevas fórmulas de ingresos recurrentes mediante la diversificación de su oferta, como seguros y fondos, además de productos de consumo y servicios adicionales de asesoramiento especializado, poniendo el foco en mejorar la vinculación con los clientes a través de dispositivos digitales.
Con ironía, el presidente de Neovantas, José Luis Cortina, señala que los virus en banca son los nuevos jugadores, empresas como Revolut, N26, Orange Bank, que “se pueden hacer virales y captan clientes mucho más rápido de lo que pensábamos”.
En su opinión, las entidades deben ser capaces de identificar las oportunidades, como modelos de negocio o nuevos productos, que deberán ser capitalizadas, intentando replicar los modelos de la nueva competencia para ofrecerlos a sus clientes y así retenerlos.