El grupo estatal Correos batió el año pasado el récord de pérdidas alcanzado en 2015 al aumentar sus números rojos un 26%, hasta 43,17 millones de euros. Así consta en las cuentas depositadas en la Intervención General de la Administración General del Estado (IGAE) correspondientes al ejercicio 2016, cuando la empresa estatal celebró el 300º aniversario de su fundación por parte del rey Felipe V.
Las cuentas reflejan otro descenso (356 efectivos) en la plantilla media del grupo, la mayor empresa estatal de España por número de empleados, que encadena ocho ejercicios consecutivos de recortes en su fuerza laboral. En la actualidad son 51.027 trabajadores.
Desde 2011, el año previo a la llegada del actual presidente de Correos, Javier Cuesta Nuin, la plantilla media se ha recortado en casi 10.000 personas (9.652 empleados) y el peso de los funcionarios ha caído diez puntos, desde el 37,4% hasta el 27,2% actual. El personal laboral es mayoritario desde 2007, cuando la plantilla superaba las 66.000 personas.
Fuentes de Correos dicen que los resultados están muy afectados por el efecto de la compensación del servicio público universal (SPU), un pago a cuenta del Estado por los costes que supone garantizar un servicio postal de calidad, con accesibilidad, regularidad y a precio asequible. Esta compensación fue fijada provisionalmente para 2016 en 180 millones de euros y si fuese “ajustada” a los costes del servicio, propiciaría que las cuentas estuvieran “prácticamente en equilibrio”, según la empresa.
El panorama no es alentador. A la creciente vigilancia de la Comisión Europea (que sospecha que la empresa estatal ha recibido ayudas públicas ilegales durante años) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre posibles prácticas anticompetitivas se suma que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 han reducido casi un 70% la aportación del SPU para este ejercicio, hasta 60 millones. El proyecto de PGE contemplaba que la empresa disparase este año las pérdidas hasta 166 millones y que el resultado de explotación fuera negativo en 216 millones.
En Correos recuerdan, no obstante, que el Ministerio de Fomento se comprometió en junio “por escrito” con los sindicatos de la empresa a asumir por vía de ejecución presupuestaria la financiación extra del SPU hasta esos 180 millones, tras la amenaza de movilizaciones de los representantes de los trabajadores. Dotación que podría ser insuficiente para equilibrar las cuentas de este año, a tenor del resultado de 2016.
En 2014, Correos recibió los atrasos por el SPU del periodo 2011-2013 y, con ello, pudo anotarse un beneficio consolidado de 193,8 millones, el mayor desde la creación de la Correos actual en 2001.
Una de las consecuencias de las millonarias pérdidas de los dos últimos ejercicios es que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el holding público del que depende desde 2012, se ha quedado sin dividendos del grupo postal, frente a los 100,82 millones que recibió tras el beneficio récord de 2014.
Más facturación
Correos subraya que las pérdidas antes de impuestos (45,594 millones) son prácticamente las mismas que en 2015 (48,631 millones) y que “por primera vez en muchos años” ha habido un crecimiento de los ingresos totales en términos homogéneos (eliminando el efecto de los procesos electorales) de un 1,3% (unos 19,3 millones de euros), debido al crecimiento de la paquetería, íntimamente ligado al comercio electrónico. Esta tendencia, añaden, se mantiene en este ejercicio.
La facturación global del grupo Correos fue de 1.761,145 millones, ligeramente por debajo de la de 2015.
Respecto a la plantilla, en Correos subrayan que la actual es “adecuada a la actividad” y recuerdan que los recortes de los últimos años se han llevado a cabo “sin aplicar medidas traumáticas como EREs o despidos”. Añaden que el incremento de la paquetería, pese a impulsar los ingresos, todavía no cubre el descenso del negocio tradicional de las cartas. El grupo ha incorporado este año a 1.606 personas en puestos fijos, en el primer proceso de este tipo en más de un lustro. Hay otras 2.345 incorporaciones autorizadas para puestos fijos en un proceso que está pendiente de desarrollo.
Las cuentas de Correos no recogen novedades sobre las dos investigaciones que tiene abiertas la empresa pública en la Comisión Europea: una por los ejercicios 2004 a 2010 por la que podría verse obligada a devolver más de 1.000 millones de euros en ayudas públicas, y otra que afecta a su filial de paquetería urgente, Correos Exprés.