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El Corte Inglés: el mayor empleador privado de España, cuestionado por sus prácticas antisindicales

El Corte Inglés es el primer empleador privado de España. Alrededor de 93.000 personas trabajan en las decenas de centros que el grupo tiene repartidos por España, con sus inevitables problemas de gestión de una plantilla tan importante. El tamaño del personal contrasta con la escasa presencia en el grupo de los sindicatos de clase y las denuncias –y sentencias– que han acusado al grupo de persecución sindical y discriminación laboral de sus trabajadoras. Aunque la dimensión que le dio el fallecido Isidoro Álvarez a los grandes almacenes es incuestionable, lo cierto es que el trato a la plantilla ha sido una sombra permanente en las últimas décadas, con prácticas que ya no están al uso en otras empresas más jóvenes o modernizadas.

“Se practica la persecución sindical”, asegura la secretaria de Acción Sindical de la sección de CCOO en El Corte Inglés, Carmen López, que trabaja en el grupo desde hace 30 años. Tanto CCOO como UGT denuncian la dificultad que los sindicatos de clase han tenido para implantarse en la empresa y el apoyo evidente del grupo a las organizaciones que ellos denominan como “amarillas” (favorables a la corporación) FETICO y FASGA, que son mayoritarias en el sector de los grandes almacenes. “Es un mal endémico del sector de la gran distribución: tienen sus propias organizaciones sindicales, aunque en los últimos tiempos parece que El Corte Inglés está abriendo un poco la mano”, apunta la secretaria sectorial de Comercio de UGT, Cristina Esteve.

El último caso de persecución sindical ha sucedido hace solo unos días: CCOO ha denunciado que uno de los centros de Valencia despidió a un trabajador un día después de que firmara su candidatura a las elecciones sindicales de noviembre, a pesar de que en las últimas evaluaciones internas había obtenido la máxima puntuación. El sindicato ha presentado una demanda por tutela de la libertad sindical y los derechos fundamentales y pide la nulidad del despido.

Como recuerda Carmen López, han sido varias las ocasiones en las que CCOO ha ganado demandas similares. “Guardamos las candidaturas bajo llave, si se enteran con antelación hablan con esas personas y llegan a amenazarles. En ocasiones anteriores han llegado a llamar a la madre de un candidato para advertirle sobre dónde se estaba metiendo su hijo y a aislar a una compañera en un almacén que después rehusó ratificar su candidatura”, asegura López.

Un convenio regresivo

Fueron precisamente FETICO y FASGA las organizaciones que firmaron el año pasado, junto a la patronal Anged (en la que El Corte Inglés tiene un peso fundamental), el convenio de Grandes Almacenes. CCOO y UGT presentaron ante la Audiencia Nacional una demanda contra un acuerdo que siguen calificando como uno de los más regresivos de los últimos años. El convenio incluye medidas como el aumento de la jornada laboral, la obligatoriedad para todos los empleados de trabajar domingos y festivos con menos compensación o la penalización por coger bajas por enfermedad.

La secretaria sectorial de Comercio de UGT, Cristina Esteve, subraya que en 2016, el año que termina la vigencia del convenio, se habrá consumado para los trabajadores una pérdida de poder adquisitivo de veinte años.

Finalmente, la Audiencia Nacional anuló a finales del año pasado varios artículos del acuerdo. Entre ellos, el que hablaba sobre los ascensos, ya que entendía que impedía a las mujeres, de forma directa o indirecta, desarrollarse profesionalmente en las mismas condiciones que sus compañeros hombres.

No ha sido el único varapalo en materia de igualdad que El Corte Inglés ha cosechado en los tribunales. La Audiencia Nacional sentenció también que el grupo incumplía su Plan de Igualdad (uno de los pocos acuerdos firmados con consenso de todos los sindicatos) y discriminaba salarialmente a sus trabajadoras. Sindicatos y empresa negocian ahora el segundo Plan de Igualdad y se preparan para las elecciones sindicales de noviembre, que servirán para volver a medir fuerzas entre organizaciones.

Desde que se inició la crisis en 2007, el grupo ha reducido su personal con jornada completa en 14.000 personas y solo en el último año en un 4%. Las ventas se redujeron un año más en el último ejercicio (con cierre fiscal en marzo) y el grupo afronta ahora la tarea de renovarse, buscando nuevos mercados y nichos de negocio.

El consejo de administración de El Corte Inglés se reúne este martes para designar al nuevo presidente del grupo.